lunes, junio 30, 2008

Lección musical


En mi viaje de vuelta desde Puerto Plata, me puse a sintonizar emisoras en el radio del celular. Entre las montañas no encontraba nada bueno cuando por fin, con dificultad, pude escuchar algo. Entre hacer de antena y distraerme con el paisaje, logro alcanzar algún sonido. Es una bachata de Aventura, esa que dice: "si me enseñaste a querer, también enseñame a olvidar esto que siento". Es muy bonita, me gusta, asi que la dejé puesta.
Entonces me detuve en este pedazo: "Quien invento el amor debió dar intrucción para evitar el sufrimiento". La canción continúa pero yo me quedo con esta idea clavada en la mente. La razón?
Primero, como el ser humano le teme a sufrir. Y como la principal causa de este mal es el amor. O al menos si no la principal, la que más duele, la que más atormenta.
Yo no sé si Dios, quien es para mi el creador del amor, "debió dar instrucciones para evitar el sufrimiento". No soy masoquista ni nada que se le parezca, pero con ese dolor es que nos hacemos fuerte, que maduramos, que aprendemos a valorar y apreciar mejor las cosas. El sufrimiento alimenta el valor, no el miedo, si se sabe encauzar. Además, cuando se está de la mano de Dios, cobra otro sentido. Ya no es una calamidad, es una oportunidad.
Pero bueno, me desvié. Dios siempre tiene que colarse entre mis temas. JAJAJA. Es coro Papá Dios.
Pero aún asi, ahora me gusta más esta canción. "Quién diría, quien diría", que iba a sacar tal moraleja de esta canción. Ahora prestaré mas atención a ver que provecho les puedo sacar a las melodías. De todo se aprende algo, no?

Hoy

Hoy tantas cosas bullen en mi. Tengo tantas cosas en mi mente, tantos sentimientos encontrados, tantas dudas, tantos versos sin forma. Veremos como andan las cosas. Todo a su tiempo y estoy segura que fluiré, como el viento, como las olas del mar, como un rayo de sol.

Loca de amor, por Ti.


Señor, hoy quiero decirte que te amo. Y no me importa hacerlo público, quiero que todos se enteren que estoy loca de amor por Tí, Jesús. Yo he vivido muchas cosas: sufrimientos, angustias, enfermedades, tristezas, abatimiento, pobreza, desesperanza, ganas de no vivir, y de todas me haz librado Tú. También sé lo que significa ser admirada, aplaudida, tener fortuna, tener “triunfos”, estar donde muchos quisieran, y de todos estos, no hay nada como estar contigo, en Tu Presencia.

Sé que me queda mucho por vivir, pero estoy segura con lo que ya he vivido, que no hay nada ni nadie como Tú. El regalo más hermoso que tengo es saber y sentirme amada por ti. Señor, quiero que estés conmigo día y noche, porque nada de lo que hago tendría sentido si no estás conmigo; si en ello no te puedo glorificar a Tí, Alfa y Omega. A tí te entrego todo lo que hago, todo lo que soy, todo lo tengo. Tómalo, es tuyo. Haz de mí tu fiel adoradora y una persona que pueda reflejar Tu rostro; que pueda dar de ese amor que Tú me das. Señor Jesús, te amo. Gracias por amarme. Gracias por todo.

No tengo nada que darte. Sólo soy un montón de ilusiones y versos sin sentido. Un torbellino de dudas y temores. Una pecadora que ensucia tu amor. Pero esa soy y no me escondo. Aquí estoy. Me acerco a Tí para que hagas de este manojo de nada, algo. Para que le des forma al barro de mi vida. Lo único que sé es que ser tu esclava, es mejor que estar libre sin ti.

miércoles, junio 25, 2008

Amor Eterno

No me culpen, estoy en amargue... Pero es hermosa. Clásica. Me gusta. Que más puedo decir!

Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.

Gustavo Adolfo Bécquer.

Nuevo canal interoceánico

Es corto pero me fascina. Tenía que ser Mario...

Nuevo canal interoceánico

Te propongo construir
un nuevo canal
sin esclusas
ni excusas que comunique por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural
pacífico.

Mario Benedetti

Bien pudiera ser

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
de familia en familia, de mujer en mujer.

Dicen que en los solares de mi gente, medido
estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido 
de mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...

A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero, se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo esto mordiente, vencido, mutilado, 
todo esto que se hallaba en su alma encerrado, 
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.

— Alfonsina Storni, Bien pudiera ser.

A mi madre, Luz. Una luchadora incansable y valiente que lo ha dado todo por sus hijos.
Yo soy, gracias a Dios y a ti, que eres mi ángel.

Jeannette Miller, un ser humano sin pretensiones



Esto es una entrevista que le hice a esta escritora hace casi ya dos años. Hay algunos datos que deben renovarse, pero prefiero publicar el escrito tal y como salió en el Listín Diario. Jeannette es un ser humano encantador y auténtico, con un gran sentido humano y sobre todo, con una gran humildad que destila en cada palabra que brota de sus labios. Es irónico tal vez pensarlo, pues es sabia, educada, atinada al hablar. Tiene una energía sin igual con un gran manejo de las palabras, que usa con acierto y sin pretenciones. Todo le sale tan natural... En fin, una persona maravillosa, entregada a Dios. Es un placer haberla conocido. Un privilegio escribir sobre ella.
Ahí les va.

Ah! El título y subtítulo no es el mismo. El editor Luis Beiro tuvo que editarlo y no tengo el físico para recordar como iba. Pero el resto si es así. Ahora sí, ya no interrumpo más.


JEANNETTE MILLER: RETRATO EMINENTE DE INTELECTO Y HUMILDAD

“Vivo mi día a día en una permanente Acción de Gracias a Dios”.
Espontaneidad, sensibilidad, sabiduría, amor a la vida y a su trabajo son matices que develan su tan imponente personalidad.

Nazaret Espinal

SANTO DOMINGO.- Ella nos mira sonriente mientras, por la calle, buscamos perdidos su oficina. Y, cerrando su carro nos indica el lugar. Con gentileza, pero energía, nos invita a pasar. Se desvanece al instante la idea que tengo acerca de que los escritores e intelectuales, son personas de carácter pasivo, de poca viveza o dinamismo. Mi "patrón" encuentra su excepción con: Jeannette Miller. De inmediato comienza a fluir algo más que una entrevista de rutina, ya que Miller es un estallo de sabiduría en cada frase. Es indudable que cada una proviene justo de su corazón.
No es coincidencia que haya convertido su péndola en arte y que conjuntamente se dedicara a la docencia. Por sus venas corre la musa de los artistas. Es hija del fenecido escritor, autor de monólogos televisivos, articulista en periódicos, bohemio poeta y hasta cantante de tangos, Fredy Miller. Así mismo es nieta de quien fue una cantante de ópera, Julieta Otero, personajes que hoy justifican esa pasión y vocación con la que sólo algunos nacen. Además, creció dentro de ambientes y situaciones que, como expresa: "me obligaron a escribir. Era para mí como un desahogo, una terapia".
"Yo comencé a escribir cuando mi padre desapareció. El fue una víctima de la Era de Trujillo. Apenas con 41 años, el 5 de mayo de 1959, salió de la casa como todos los días, y no volvió. Yo tenía catorce años", recuerda Miller.
Por motivo a esa desaparición aparentemente inexplicable, se tejió una historia ficticia tiempo después, según Jeannette, en los doce años de Balaguer, acerca de que Fredy Miller había sido secuestrado por los extraterrestres. Una forma de burlar su asesinato, "una treta política para desviar la atención" como ella afirma, pues su padre era un opositor declarado en contra de la Tiranía, por lo que sobre entiende lo que en realidad motivó su muerte: una cruel censura. Fue ametrallado junto a su compañera de entonces, Julia, la tía de ésta y dos niños. Sus cadáveres nunca aparecieron.
Su muerte le afecta notablemente, pues la relación con su padre era de amigos, pese a que sólo estuvo con él para los últimos años de su vida en los que ella era apenas una adolescente. "Era una persona con la que me gustaba estar", dice. “Un amigo con quien podía hablar. De él recibí lecciones precisas para la escritura y algunos criterios que me formaron para la vida: piedad, conmiseración, solidaridad, pero ante todo, "decir siempre la verdad, porque la mentira no es parte de nuestra memoria". (Tomado de Fredy Miller: realidad y leyenda). "Fue mi primer maestro". Con lucidez revive cuanto le gustaba cocinar y la preciosa voz que tenía. “Era un hombre sumamente humilde, solidario y bueno”, finaliza.
La parafernalia que se creó alrededor de su muerte y el desconsuelo de no haber visto su cadáver, volcó en ella "una necesidad de decir cosas para ir organizando esa multiplicidad de ideas e inconformidades que permanentemente me ocupaban", nos cuenta. Esta razón, conjuntamente a sus reuniones seguidas con escritores y pintores es lo que da el punto de partida a su profesión artística: "estábamos nucleados por el sentido de oposición al régimen. Formamos un grupo conocido como Generación del 60. A partir de ahí me motive a escribir, para expresar la injusticia, la opresión, la agresividad" afirma Miller, como despertando aquel momento.
Julieta Otero, su abuela paterna se convrtió en el eje de su vida. Con ella vivieron Jeannette y sus dos hermanas desde que sus padres se separaron. “Ella fue mi madre, mi primera mentora. Siempre me apoyó en todas mis inquietudes”, relata.

Reflejando su admiración, continua: “Fue ejemplo de mujer bondadosa, de cabeza de familia y de cristiana. Eso nos edificó y nos ayudó a ser verdaderos sobrevivientes”. Cuenta también sobre una cualidad que la formó: su humildad. La alude con esta anécdota: “En la misma sala donde sentaba las grandes personalidades del país, llegaba su compadre Entremedio, que era carnicero en Villa Mella, ella en esa misma sala lo sentaba. Decía: nadie es mejor que nadie; todos somos iguales porque todos somos hijos de Dios”. “Ella nos los dio todo”, concluye.
Son esos los verdaderos que quedaron perpetrados en su carácter y personalidad, formando parte de sus virtudes. Porque además de escritora, poeta y crítica de arte, es un ser humano de corazón sensible que rebosa humildad. Es sumamente espiritual- espiritualidad que comparte con su madre Rosa Rivas viuda Marchena-, se considera católica comprometida y reconoce que su talento es un don de Dios. “Vivo mi día a día en una permanente acción de gracias a Dios, desde que me levanto hasta que me acuesto. Y le pido que yo nunca pierda la conciencia de que El (Dios) es parte mía, de que está conmigo. Estoy muy consciente de que lo que puedo ejercer o lograr, son dones de Dios; yo no tengo que ver nada con eso”, asegura. Se nota que en cada palabra, la sinceridad y el amor intrínseco, se transmite sin cederle espacio al más mínimo rastro de jactancia. Ningún logro alcanzado ha podido arrebatarle su modestia. Ella misma confiesa que no le gusta que le reconozcan, no por incordialidad, sino porque: “me da vergüenza”.

Jeannette Miller: la escritora
Atesora una invaluable sabiduría que la sitúa entre las figuras más destacadas de la literatura dominicana. Es para el año 1972 que con su primer libro de poemas “Fórmulas para combatir el miedo” sube el primer peldaño de lo que será luego su vasta obra poética.
Cada uno de sus escritos, ya sean poemas, obras narrativas o críticas de arte se encuentran salpicadas por cada una de la circunstancias que le ha tocado vivir en su entorno, su país, su mundo.
Jeannette Miller es Licenciada en Letras de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde luego impartió clases. Asímismo lo hizo en La Escuela de Bellas Artes y ha impartido talleres a diferentes instituciones sobre gramática. “Nunca he podido desligar mi interés de transmitir las cosas de una manera clara y ordenada”, dice.

Inició a escribir sobre historia del arte en el periódico el Caribe junto a María Ugarte en los años 70. En el presente tiene en su haber importantes aportes culturales: ensayos interpretativos a partir del registro histórico, las artes plásticas dominicanas y el despliegue sobre el trabajo de la mujer en la literatura, intentado descubrir a muchas mujeres que han estado presentes mas de forma anónima. Todos estos créditos se sumaron para que la Academia Dominicana de la Historia la distinguiera nombrándola parte de sus miembros. “No me lo esperaba”, confiesa. Para ella lo importante es: “darle sentido a mi existencia a través del servicio a los demás”.
Con su trabajo busca también incidir en la realidad de su país. Estas son sus palabras: “Busco rescatar lo que ha sido la secuencia de hechos que te permiten crear una cadena de afinidades en lo que hasta ahora es la Historia del Arte Dominicano, o sea, en que contexto histórico, social, político y económico se llevaron a cabo respuestas artísticas y quienes fueron los más destacados.

Busca además de alguna manera crear conciencia ante los méritos que se pierden porque como expone: “la sociedad esta diseñada para lo externo, relevando la espiritualidad los verdaderos valores del ser humano, sus condiciones, su bondad, su ética, su moral. La gente se ríe de eso".
A su juicio la sociedad está en un ensimismamiento cotidiano que no le permite pensar, por lo que se convierte en consumidor indiscriminado que por lo único que se preocupa es por ganar dinero para adquirir cosas que la propaganda mete. A este hecho lo llama síndrome del zafacón sin fondo.
El panorama actual intelectual lo define como una proyección de lo que es la situación social nuestra. Que hay muchos talentos pero poca formación. Personas con ideas excelentes sin embargo que no manejan la terminología, la acentuación, elementos esenciales. La formación es fundamental para quienes deseen incurrir en la escritura. “Si no manejan el instrumento que es la lengua, se mantendrán en intentos, en un primer chepazo. No van a evolucionar".

Acerca de su novela.
La vida es otra cosa, es el titulo de la primera novela de Jeannette Miller que trata sobre la cotidianidad que se vive en el país como son los viajes en yolas, el tráfico de drogas, la prostitución , las violaciones, el abuso contra la mujer, entre otros. Su eje central es, como Miller lo llama, La Impunidad.
“Se titula así porque cuando uno es niño está loco por crecer, porque piensas que el futuro es color de rosas, que voy a lograr esto y voy hacer aquello, pero viene el hacha de la realidad y te corta”, señala Miller.

Por esta novela recibió un premio especial en el reglón novela en el Concurso Internacional de Casa de Teatro. Y nos saca de dudas al decirnos que la Editora Internacional Alfaguara se la publicará para el próximo mes de abril.

lunes, junio 23, 2008

De poetas y locos todos tenemos un poco

Frente al computador, escucho los comentarios de unos amigos. Me río y les digo como preguntándoles “están locos?”, a lo que uno atina a responder, justificando su acción: de poetas y locos, todos tenemos un poco”. No me extraño. Es una frase que suelo usar mucho, a veces estando a solas, como para aliviar el reproche que me hace mi cordura, cuando me pierdo entre las nubes de la inspiración. Es por lo que quiero traer a colación tres de mis poesías preferidas, de las que me embriago una y otra vez, sin cansancio y que al releerlas me producen una sensación igual a la de la primera vez que las leí, pero también siento algo nuevo. Yo quisiera ser poeta o escritora o periodista, pero aunque mi intento fallase, nunca dejaré de soñarlo.

Aseguro que pronto le dedicaré este espacio a estos dos autores. Mientras tanto, comparto estas preciosas poesías, para algunos conocidas y para los que no, bienvenidos. Ambos, disfrútenla. Son deliciosas.

PD. Pensándolo bien, es cierto. Mis intentos de escritora y periodista lo develan: para serlo a veces pienso que es un requisito estar un poco loca.

POEMA 20
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda. 1924


CORAZÓN CORAZA

Porque te tengo y no
Porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres linda desde el pie hasta el alma
Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce
corazón coraza.

Porque eres mía
Porque no eres mía
Porque te miro y muero
Y peor que muero
Si no te miro amor
Si no te miro.

Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero
Porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase y yo te tenga
y no.

AMOR, DE TARDE

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miró el reloj y son las cuatro
Y acabo la planilla y pienso diez minutos
Y estiro las piernas como todas las tardes
Y hago así con los hombros para aflojar la espalda
Y me flojo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miró el reloj y son las cinco
Y soy una manija que calcula intereses
O dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
O un oído que escucha como ladra el teléfono
O un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miró el reloj y son las seis
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme “que tal?” y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

Mario Benedetti. El amor, las mujeres y la vida.

jueves, junio 19, 2008

Prendada a ti


El rostro en tus pupilas no es el mismo
Ni el cuerpo entre tus brazos
Ni la voz en tus oidos.

Me resigno ante la desgracia
Me humillo frente a la cobardía
Me avergüenzo torpe ante mi locura.

Atormentada en la espera
Me consuelo en la agonía
De que en un sueño no lejano
Cuando te mires, te des cuenta,
que soy tuya todavía.

miércoles, junio 18, 2008

Lost, II parte.

Se preguntarán que decidía hacer a fin de cuentas, si seguir tomando la nueva ruta de carros que me deja "botada" o tomar otro que me deje más cerca. Bueno, me incliné por la primera opción a pesar de la larga caminata que debo hacer. Resolví por hacer caso a mi médico y tomar mi baño de Sol y fortalecer mis huesos con la vitamina D de sus rayos "calentintos".
Pero adivinen que. Para mi sorpresa, el carrito en el que venía hoy, no tomo el túnel que pasa por la Gómez y yo, aunque no lo crean, pensándolo dos veces, le dije que me dejara en la esquina por donde trabajo. Jajajaja. No lo podía creer. Después de que ya me había dispuesto a hacer mi caminata, resulta que me tronchan el palo.Jajajaja. Que cosas no? Como quiera es malo.
Ya veremos si cuento con la misma suerte otros días.
Conclusión: Ya encontré mi ruta, no importa donde me deje.

martes, junio 17, 2008

"Lost"

Foto: www.onu.org.do/ops-mapa
Antes de salir de vacaciones en el trabajo, me dispuse a llegar un poco más temprano. Deduje que puedo aprovechar mejor la mañana que es, regularmente, cuando tengo más cosas por hacer. Así cuando llego me tomo mi tiempo para ponerme en sintonía con Dios, revisar mi correo, mi agenda y escribir una que otras cosas desligadas con mis labores obligadas, como por ejemplo, postear en el blog. En fín, el trato personal estaba hecho: saldría con mi hermana Elizabeth en una “bola” que nos recoge a las 6:40 am (hay Dios mio) y nos deja a en la Yolanda Guzmán. De ahi yo camino hasta la Josefa Brea y en esa esquina hago una fila para “cojer” un carro hasta mi trabajo, (eso es lo que me ha dicho mi hermana. Yo nunca había hecho esa ruta) que está una esquina antes de la Máximo Gómez. Todo está resuelto y me propongo a emprender mi travesía citadina en la “Duarte”, haciéndole prometer a mi hermana que me dejaría “sana y salva” en mi fila correspondiente, -pues en ese tramo hay tres- y ella luego seguiría su rumbo.
Llegada la hora, me pongo en la fila que va por abajo, como dijo mi querida hermana. (Si ya sabes mi error, por favor no te rías). Todo va bien hasta que el chofer me pregunta para donde voy para saber cuanto me tiene que devolver de una moneda de 25 que le acabo de pasar. Yo muy segura le digo: hasta la Gómez. Todos en el carro me miran y el chofer entre “killao” y sorprendido me dice: yo no me paro en la Gómez. En seguida capto que si es “por abajo” es que se van por los túneles. Entonces le digo: ah, no importa, déjame antes de llegar a la Gasset. Imagínense el rostro de mis compañeros de viaje, de: esta loca, va a devolverse ese pedazo. Y eso que ellos no saben que era un chin más “pa’tra” de lo que se imaginaban.
Pero como todo yo lo tomo con calma, ni le di mente. De cualquier forma me hace bien una caminata temprano… y si no mal recuerdo el doctor me dijo que debía tomar el Sol para fortalecer mis huesos. Pensándolo bien no me vendría mal mi error.

Sin embargo al día siguiente, es decir, hoy, iba a tomar la ruta por arriba para no tener que caminar. No por vagancia, nunca. A esta servidora vuestra (jajaja) le gusta mucho caminar. Hasta me apodan Forest Gump (el que vió la pelicula entenderá). Es que cuando llegué ayer al trabajo, duré como una hora acalorada… el caso es que cambiaría de ruta.
Todo pasó igual que el día anterior. La “bola” nos deja justo cuando en la emisora que pasa la Misa, anuncia la Primera Lectura. Yo me colocó segura en mi fila “por arriba” y para mi todo va de maravilla. Claro, hasta que el chofer me pregunta hasta donde voy, al pasarle nueva vez una moneda de 25. Con toda tranquilidad respondo: hasta la Gómez. Me la estoy comiendo, pienso, y en verdad no sé por qué. Para aumentar mi sorpresa y bajarme los humos, ahora son todos los que están en el “concho” los que responden a coro: hasta la Gómez? Yo me quedé de una pieza. Metí la pata otra vez, imagino. El chofer me mira de arriba a bajo, y me repite lo mismo que el “caballero” del día anterior. Yo, casi sin voz, le dijo que me deje cuando salga del túnel. Que vergüenza siento. Ahora si que aprendí la lección, me aseguro a mi misma. Nunca más me vuelvo a montar en un vehículo hasta no asegurarme por donde va. Eso es un hecho. Una periodista que no le gusta preguntar o que más bien no quiere parecer una “extranjera” en su tierra. O tal vez le molesta reconocer que no sabe. Llámenle como quieran. Yo por mi parte me hice la promesa de enterrar mis complejos, cualquiera que sean. Pues más vale “ponerse una vez roja que mil veces amarilla”, o algo así.
Por hoy me conformé con mi baño de Sol mañanero. Veremos que sucede mañana. Les confieso que después de todo me gusta la caminata. Además, gracias a mis despistes, tengo historias que contar.

Amar a nuestros enemigos


La Palabra del hoy nos habla sobre la misericoridia y el amor infinitos de Dios. Dos conceptos o mejor dicho, estilos de vida, muy difíciles de entender y aceptar si no es a los pies de Jesús. Todavía intentado ser cristianos, no cuesta vivir de esta "locura" (para muchos) y humanamente caemos y nos rendimos en los brazos de la incredulidad y la soberbia. Esta última, que se encuentra dentro de los siete pecados capitales, nos hace desafiar a DIOS, y nos impulsa a rebelarnos e imponernos ante Su Voluntad.
Pero, como antes dije, sólo es posible entender este amor hasta el extremo, desde Jesús, a través de El.

La reflexión que encontraran más abajo, son una colaboración de Servicio Bíblico Latinoamericano.
En Internet lo pueden consultar por medio de la página http://www.lecturadeldia.com/lecturadehoy.htm. Seleccionan el día correspondiente y al final de las lecturas se encuentra la reflexión.
Espero les sea de utilidad en algún momento. Bendiciones.


Reflexión
¿Por qué Dios me exige amar a mi enemigo? ¿Amar al que me robó, al que me ofendió, al que mató al ser que más amaba, al que se rió de mi desgracia? Parece ser más sencillo odiar que amar, vengarse que perdonar. Sin embargo la propuesta de Dios en Jesús lleva tras de sí el cambio del mundo. Nuestro mundo está cargado de una enorme tensión que lleva por todas partes al conflicto, al enfrentamiento entre las partes, a la búsqueda de la paz sin el imperativo de renunciar a la guerra. Jesús revoluciona la historia y encarna el proyecto de Dios para el ser humano en el instante de la cruz, cuando no responde como hubiéramos podido responder nosotros al maltrato y al dolor injustos que él experimentó. La revolución del amor es la dinámica que permitirá al ser humano construir una sociedad donde los lazos de fraternidad y respeto sean efectivos, y donde, tras la incapacidad de la guerra para generar la paz, el perdón sea el principio vital que mueva a la humanidad a aceptar al otro como principio fundante de humanidad.

Si deseamos ser hijos e hijas de Dios hemos de empeñarnos por vivir los valores del reino tal como Cristo los encarnó, para ser perfectos como él es perfecto.

lunes, junio 16, 2008

LA MEJOR PARTE

Amanecí con el amor revoloteado. Desde que desperté, como a las 6 de la mañana, aun con los ojos entre abiertos y con el sueño sin espabilar, empecé a alabar al Señor. Sólo le dí gracias por todo y anticipadas por lo maravilloso que sería mi día. Lo demás fue como de costumbre. Me bañé, desayuné y me apure por salir a tiempo y no perder la guagua.
En el camino, me encontré con un amigo de mi hermana mayor. Ambos estabamos sufriendo su gripe y nos hemos perdido la bola de todos los días. Charlamos todo el trayecto y, Gracias a Dios, para mí, al menos, fue de los más entretenido, ameno y rápido. Llegó el momento de bajarme de la guagua y por poco no me doy cuenta. Que bueno cuando pasa eso, verdad? Estas tan entretenid@ que todo se va volando y cuando te desmontas y te alejas te envuelve una sensación de bienestar. No tiene que ser algo "grandioso". Siempre he pensado que en la sencillez y las pequeñas cosas es donde se esconde lo verdaderamente maravilloso, valioso y grande.
Mientras caminaba hacía ni trabajo me sentía regocijada. Casi las lágrimas se asomaban en mis ojos, como lo quieren hacer ahora...
"Soy tan feliz"- me decía. No hay palabras agradecer lo afortunada que soy de estar viva, y de poder disfrutar de todas las cosas que Dios me da, que entre todas la más valiosa es Su amor, sentirme amada por El. En ese instante imagino que Dios me abraza. Siento como la brisa roza dulcemente mis cabellos y el sol toca mi rostro con ternura. Como si en verdad tuviera manos y me toca para que sintiera su calor. !Qué alegría! Cuanto amor siente Dios por mi.
En medio de tantas tentaciones, de pesadumbres, de la rapidez que nos envuelve, el ajetreo que nos quita tiempo hasta para comer, y como van las cosas, no habrá tiempo ni para respirar, está Jesús para recordarte que es lo que en verdad importa. Hoy , a todos los que tengan la oportunidad de leer esta humilde reflexión, les invito a que mediten como está su vida. Si tu prioridad está encabezada por Dios. Si tienes tiempo para dar gracias por todo lo que te ha dado. Si los afanes terminan por arroparte y vives en constante rapidez.
En verdad todo esto es prestado. Nosotros todos sólo somos administradores y nada de esto lo vamos a necesitar, no nos los llevaremos a la tumba ni al cielo...
No importa que no hallas terminado la universidad, que quieras un mejor trabajo, si tienes que hacer un diplomado, si quieres un carro, un novio o novia...
Todo eso depende de Dios. Si nos ocupamos de sus cosas, El se ocupará de las nuestras. El sabe de más, lo que necesitamos. Como dice mi amiga Yaneris: No siempre lo que queremos es lo que necesitamos. Y al final, ¿qué nos queda de nuestros afanes?

Yo no seré la más inteligente, la más buena, la que tiene el mejor trabajo, la más linda, la más próspera... Pero soy muy feliz. Gracias a Dios.
Apúrence por lo que importa y no por las añadiduras. Los accesorios sólo son eso. Un complemento.
Miren el ejemplo de Martha y María. Léanse esto y reflexionen; Lucas 10, 38-42.
Eclesiastés, 3, 9.

L@s quiero mucho. que Dios les bendiga y que puedan ser muy felices..

¡VIVE!



Miguel repitió tanto esta palabra en nuestras últimas conversaciones, que no tuve más que hacerle caso. El es un buen amigo, y me hizo levantar la mirada ante las distintas situaciones que atravieso para que aprenda a vivir de ellas, con ellas. Sin miedos, sin preocupación, sino con la plena confianza de alguien que se encuentra agarrada "Del Fuerte" como mi amigo suele referirse, a veces, a Dios.
Y el tiene razón. Hace poco leí que la confianza en nosotros es también tener confinza en Dios. A mi me corresponde aprender esta lección y... vivir.
Hoy, al revisar algunos escritos guardados, me encuentro precisamente con esta reflexión de la Madre Teresa de Calcuta, que "dioscidencialmente" llega en el momento oportuno. Quiero compartirla con los que al igual que yo le temen a los nuevos desafíos, pero a pesar de ello, no se dan por vencidos y se mantienen en pie de lucha en medio del dolor aun frente a un futuro incierto... Yo les digo al igual que Miguel, ¡VIVE!

VIVE

Siempre ten presente que:

La piel se arruga. El pelo se vuelve blanco.Los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés vivo, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas... Sigue aunque todos esperen que abandones.

No dejes que se oxide el hierro que hay en tí. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero nunca te detengas!!!

-Madre Teresa de Calcuta.-

Isaías 40:31
"Más los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán."

domingo, junio 08, 2008

La vida tendrá otro olor...


Siento tu aliento Señor, te siento cerca de mi.
Mil veces te percibo, en mil momentos te siento.
Y sin embargo... Tantas veces busco otros perfumes.
Padre, déjame respirarte, en el día y en la noche
Hasta que esté tan llena de Ti,
que sólo tu me habites.

Carencia


Esta es una canción que escribi hace unos años, junto a un gran amigo, Chiky. Yo le di unas cuantas frases y el sacó el resto, junto a la música. Yo aun no tocaba la guitarra. No puedo recordar con exactitud el día ni el año en que la escribimos, pero si no me equivoco, fue como hace cuatro años, en el 2004.
Para nosotros dos fue todo un éxito. Sobre todo para mi, pues reflejaba mis sentimientos de entonces... La cantabamos cada vez que teníamos oportunidad y todos quienes la escuchaban decían que era muy buena. De todos modos, la canción quedó cierto tiempo a la deriva, sólo viva en nuestros corazones.
Hasta hace poco, mi amigo, Chiky (es su apodo), le dio unos cambios con aires cristianos y quedó genial. Es así como el público ahora la está conociendo, pues el Ministerio de música al que pertenece es el encargado de difundir esta y otras canciones de su autoría.

Bien, esta es la versión original, con todos los Derechos Resevados. Con ustedes un gran sencillo que impactó mi corazón. Que la disfruten!

Carencia

Siento muy adentro, más alla de mi
siento que el dolor es intenso, que aumenta con los pasos que te alejan de mi.
Quiero susurrarte, quiero escuchar tu voz.
Quiero que por fin me quieras, como desde siempre, te he querido yo.

Que no entiendes que me muero de frío
que ando suplicando que me des calor.
Que no entiendes que yo te necesito
que yo necesito, que me necesites.
Que si tu no estás no será lo mismo
que sin tu presencia caigo en el abismo
Que aunque sea sencillo, es de lo peor
Pues me he convertido, por ti
en mendigo de amor.


jueves, junio 05, 2008

Cocinete!


Me encontraba mullida en uno de los sofás de la sala, leyendo concentrada un libro de Charles Dickens, cuando de pronto escucho: Cocinete! La palabra interrumpe mi entretenida lectura. La vuelven a repertir, una y otra vez: cocinete, dale cocinete!

Antes de ponerme de pie para ver a los causantes de mi inquietud, me doy cuenta que este término me ha llevado a un pasado no muy lejano, en donde me alegraba en una inmensa algarabía al son de las vueltas de una cuerda o alambre para saltar. Que tiempos aquellos, pienso para mis adentros. Mientras, veo una imagen de mi grupo de "amiguitos" quienes juegan junto a mi a brincar la tarea. Y, cuando le tocaba el turno a los varones, principalmente, nos ahogabamos diciendo a todo pulmón: Cocinete! De inmediato el estralle de risas al ver el rostro de desesperado de quienes saltaban, para no perder y quedar enganchados en la cuerda o lo que fuese en ese momento, lo que irremediablemete casi siempre sucedia de inmediato.

Quien lograba durar más tiempo, era el mejor. Y todos intentábamos ser los más hábiles saltando para no perder en el cocinete y frente a la mirada de los demás miembros del grupo. Al final, pasabamos cuenta y definiamos los ganadores, haciendo renglones de quienes eran lo mejor en tal juego o aquel. Pero sin duda que este era uno de los favoritos, por el que dejabamos a un lado los carritos y las muñecas que separaban a las hembras de los varones, para unirnos todos para compartir sanamente, sin distinción alguna de clase o género. No existía mejor juego que el de estar juntos, haciendo travesuras, en donde algunos olvidaban sus juguetes de lujo y otros, como yo, la falta de alguno.
Que tiempos aquellos... Cuando al fin regreso del fugaz y nostálgico letargo, miro hacia afuera y veo a los niños que me hicieron evocar mis años de infancia y los contemplo largo rato. Pienso que algún día al igual que yo escucharan una voz, una palabra que los hará viajar por el tiempo y les llevará a ese lugar de donde nunca nadie quiere salir.
Nota: Para quienes no saben, cocinete es una expresión que en el idioma infantil, significa, darle lo más rápido a la soga o cuerda, mientras otro salta o brinca.