martes, junio 24, 2014

Nuevos tiempos, nuevas fuerzas: más amor.


No hablemos de regresos. No es posible. Siempre que decido volver a escribir en el blog, siento que será un regreso. No me pidan que le ponga un nombre. Sencillamente sentía ganas de volver a escribir aquí. Ha pasado un año desde la última vez y he aprendido mucho desde entonces. Aprendo que en la vida es bueno desaprender (como aprendí de Yuan).

Aprendo y desaprendo. En esas estoy. Estoy leyendo un libro que me está ayudando bastante con esto. Lo escribió un monje de un país muy lejano que entre sus variados apostolados, está el de acompañante espiritual. Quiero y necesito más de Dios. Nuestros mayores problemas en la vida llegan cuando nos olvidamos de vivir como Dios quiere.

Yo creo que Dios quiere que escriba más... escribir me hace feliz. Escribir por aquí me hace feliz. Contar historias. Hilvanar las palabras y verlas todas juntas al final: qué maravilla. Vamos a ver. Se supone que son tiempos para mi. Aunque suene mal, eso de alimentar el egoísmo, aunque es más bien el amor propio. La vida nos toma por sorpresa y a fin de cuentas, hay que hacerlo.

Ahora siento como si Dios me espiara, esperando a que cumpla con esta nueva tarea que tiene para mi. Alimentar mi amor propio. Pero primero hay que desenmarañar unas cuántas cosas de mi vida. Estoy en el proceso. Si pueden, acompáñenme a orar.

Nos vemos pronto. Paz y bien.

No hay comentarios: