jueves, julio 30, 2009

Verdadero amor

Estoy muy conmovida. Soy una romántica empedernida y no sé como evitarlo. Pero con lo que acabo de ver se justifica. A simple vista puede parecer un simple video de una boda. Más mientras lo observa y escuchaba detenidamente, vi un amor tan puro y bendecido por la Gracia de Dios, que no pude evitar la emoción. Eran tan hermosos sus rostros. Resplandecían de alegría. Sus ojos se miraban con una complicidad tierna. El amor se les escurría por todas partes, como si no les cupiera dentro. Se nota que son muy felices juntos. Un taiwanés y una dominicana con un amor nacido en "el amor" de Dios. Hecho realidad gracias a El. Wao, es hermoso.
Lo ví una y otra vez. Ya al final no pude contener mis lágrimas. La canción me tocó profundamente, pues denota el amor perfecto. Ese que perdura a pesar de todo: en las buenas y en las malas, en la fuerza o la debilidad, en el pecado o en la gracia. "Ante todo y sobre todo te amaré".
Felicidades Yuan y Laura, porque creen contra toda esperanza en que el amor que Dios nos da, no lo separa ninguna fuerza humana. Y gracias por dar ejemplo a los demás de lo bello que es encontrar tu pareja en el Señor. De que "a otros" nos den ganas de soñar con un amor así. Quisiera decir más, pero no puedo describir lo que siento... Estoy muy feliz. Su historia me llena de esperanza y me alegra muchísimo.
Gracias y que Dios les bendiga y les acompañe hasta el final de los días en esta Tierra.

miércoles, julio 29, 2009

Ayer

Ayer estuve de viaje por la "ciudad corazón". Muchas ocurrencias, risas, escaramuzas "esporádicas" en lo que lograbamos descifrar cómo llegar a nuestro destino, pues andabamos algo perdidos, por allá por la ciudad...
Todo bien. De ida, lluvía en la carretera, objetos hechos de barros, paradores destartalados y ejecutivos, un aura fría de nostalgía entre los árboles, yo tratando de estudiar inglés y seducida por el paisaje, me destraía. Me pierdo en mis pensamientos. Más lluvia... neblina...
Ya en el "pueblo", niños pedían en las calles, un frutero me vendió dos guineos, y otros se afanaban en explicarnos como llegar a la Bartolomé Colón y al sector la Esmeralda.
Casuchas "como en la capital" dice el fotógrafo, cuando pasamos por encima de un puente seco. Admiro los monumentos, nos tropezamos con varios en el camino y yo me marcho por quinta vez de Santiago sin conseguir una foto en uno de ellos. Culpo al fotógrafo... y a mi falta de insistencia.
De regreso, nos topamos con pajaritos, guacamayos y siento tristeza de verlos enjaulados. Admiro las pellizas de colores que veo colgando de los cordeles invisibles agarrados en los palos a la orilla de la carretera. Veo hamacas, y deseo una hermosa como de estilo hindú. Vamos despacio, escuchando una emisora revolusionaria que le canta a Francisco Alberto y a los campesinos. Hay rastros de agua y una ligera llovizna nos cubre.
Llegamos entre atajos de subidas y bajadas muy empinadas, tomadas en un desvio por evitar los tapones por el inicio del "Corredor Duarte" en la Kennedy, una precaución tomada sabiamente en la mañana.
No llego a la casa. Voy a la iglesia, donde me esperan mis hermanos en Cristo y el mismo Jesús. No siento "tal" cansancio hasta que inicia el grupo después de la misa. Pero estoy contenta. Me sacudo los tereques que llevo encima y me uno a la asamblea jubilosa y alegre. Más tarde algo me sucede. Estoy tan inquieta. Esas cositas de Dios tan especiales y que apenas empiezo a probar. Dios se las trae. Entre insistencias y resistencias me dejo guiar por El (eso creo). Soy terca como una mula. Siento miedo. Estoy nerviosa. Y le pido perdón por tanto dudar, por no dejarme llevar.
Me llama el descanso luego de conversar con un amigo. No le hago mucho caso y mami me insiste. Ya es tarde y el mañana no tendrá piedad de mi cansancio. Hago los rituales antes de acostarme, entre ellos orar un momento. Fue breve. Pero no podía irme a la cama sin decirle par de cosas al "Fuerte". Lo amo tanto. Ese sentimiento me llena de paz... Ya me dormí.

lunes, julio 27, 2009

Eehh... Cómo decirlo... Aquí, frente a la compu, repartida entre mis sueños de revolución y la inspiración divina que me hace inclinarme de rodillas. Ambos paralelos que al final se unen, como arena y mar, son influenciados por el sol que me ilumina de frente. Pienso en que ese mismo astro que contemplo con admiración y que me recuerda la grandeza de Dios, es el que brilla sobre casuchas de zinc y rostros adormilados por la angustia que les provoca no saber a qué se levantan hoy.
El mismo sol que entra por el Penthouse, es el mismo que arde sobre la cara de los fruteros, motoconchos y tarjeteros.
Ah! Pero como decirlo... siento un poco de hambre. Me distraigo, me recojo el pelo detrás de la oreja y por fin me animo, tras un respiro: "gracias por todo Señor. Aunque no entienda, gracias. Hoy será un día maravilloso. Aunque ni yo misma me entienda. Gracias".
Cada día hay que dar un nuevo sí. Cada día hay una batalla que luchar. Cada día una esperanza para vencer. Cada día una oportunidad de levantarse y seguir. Cada día, cada amanecer es un volver a empezar. Y en su composición más pequeña, en cada milésima de segundo, Dios nos acompaña, nos guia y nos ama.
Ahí vamos. ¿Me sigues?

viernes, julio 24, 2009

Me sabe a utopía


No quiero ver más pedigueños en las calles.
Ni niños limpiando vidrios cuando deberían estar en la escuela o siendo simplemente eso, niños.
No quiero más pobreza debajo de los puentes y a orillas del río.
No quiero más muertes injustas, ni más drogas destruyendo sueños.
No quiero más viajes en yolas que se pierde en el mar, devorados por la desesperación.
No quiero más políticos corruptos, que se aprovechan del poder y de la buena fe del pueblo.
No quiero más injusticias sociales, ni derechos abusados, ni pena de muerte para los que no tienen dinero para pagar una clínica ni comprar sus medicinas.
No quiero más humillaciones. No quiero tanta inconciencia. No quiero tanta explotación.
No quiero ver sucumbir mi tierra con algo que se parece a la bomba atómica.
No quiero ver animales sufrir en manos del hombre que fue hecho para cuidarlos.
No quiero abusos sobre los más débiles y que no pueden defenderse.
No quiero más mentiras de los poderosos, que se creen más que todos, porque creen tenerlo todo, menos dignidad y moral.
No quiero más estudiantes "quemados" injustamente. No quiero un sistema educativo que sólo sirva para los que pueden pagar.
No quiero más abusos de parte de los transportistas que se piensan los dueños de este país.
No quiero ver llorar a alguien porque no ha conseguido a las 8 de la noche su primera comida del día.
No quiero ver más gente sin dolientes, que llora sola, recostada en el hombro del sin sentido, y secando sus lágrimas con el pañuelo de la falta de amor.
No quiero más indolencia soleándose tranquilamente en las paradisíacas playas de la indiferencia, sin que les remuerda la conciencia.
Sé que suena a utopía. Sé que no es lógico que pida, que quiera esto. Pero no puedo evitarlo.
Mientras camino por las calles de mi ciudad, de pie en una "voladora" o veo las noticias, se me marchitan las alegrias y se me encoge el alma. Los sueños me lo debora la desconfianza que humean las calles.
Perdóname Dios por mi inconformidad, perdona mi desconsuelo. Perdona si me he quedado callada. Perdona las veces que no he llorado con mi hermano, perdona si me he olvidado del más necesitado. Perdona mi egoismo que no me permite ver más allá de mi, y después de mi.
Perdona mi inercia, mi miedo por luchar, por levantar mi voz. Perdona mi falta de caridad, de amor. Perdona.
Quiero un mundo de igualdades, de justicia, de respeto a los derechos a los demás, sin que importe la marca de su pantalón, de sus zapatos o si anda a pie.
Quiero alimentos, salud y educación para todos.
Quiero políticos honestos. Quiero... pero mejor no sigo. Me sabe a utopía.

jueves, julio 23, 2009

Ayuda

A una muy querida compañera de trabajo se le murió su esposo en un trágico accidente. Su nombre es Marlen. Ella es una persona de esas que es imposible no querer. Es dulce, buena amiga y consejera, dispuesta, amable... en fin. Es de las que parece no tener defectos, y aunque los tiene, sus cualidades le hacen sombra.
Una de las actitudes que más admiro de ella es su optimismo. Su manera tan brillante de ver la vida, aunque tenga mil problemas. En los tres años de conocerla, rara vez la he visto enojada o triste. Ella siempre lleva una sonrisa impresa en su rostro, que se amplia cuando te ve y te abraza. Es preciosa.
Pero ahora, ese rostro alegre y esa risa amplia han menguado. No es para menos. Ver a su esposo, (que ha sido su única pareja y a quien conoce desde los 14 años) partir de una forma tan trágica e inesperada a la vez, y ver a sus dos hijas sufrir, es un golpe muy fuerte para ella. Por eso les pido a todos los que lean este post, que oren por Marlen. Que le pidan a Dios que le de consuelo y paz en este momento tan duro. Que el consuelo llegue a su vida en medio de tanta tristeza.
A pesar de todo, ella no ha renegado de Dios y mantiene una actitud firme y de confianza en Él que es sorprendente. Sigamos orando por eso también. Porque Dios le siga dando la fortaleza para asumir este problema y los que vengan con esperanza y fe. No para entender, sino para aceptar ante todo la voluntad de Dios, que es perfecta.
Y aprovecho el momento para hacerles una pregunta, recordando algo que mi amigo Miguel escribió hace varios días. ¿Qué le pasaría a tu fe si algo así te sucediera? ¿Dejarías de creer? ¿Te volverías en contra de Dios? O harías como Job, que dijo: "Si he aceptado de Dios lo bueno, ¿por qué no aceptaremos también lo malo? Yavé me lo dio, Yavé me lo ha quitado, ¡que su nombre sea bendito!".

miércoles, julio 22, 2009

Llueve sobre mojado

Salí a la calle envuelta en un turbante. Debo protegerme del clima, de la lluvía que amenaza con cubrir algunas zonas del país por estos días.
Al igual que yo, muchos andan con su paraguas. Las "damas" que no tienen su pañuelo, llevan un gorrito plástico, (el que se usa para bañarse o calentar un tinte) que casi siempre es estampado, con floresitas amarillas o algo parecido.
Para evitar que se mojen, la "gente" se embrolla los pantalones un poco, a la altura de los tobillos. Andar por la calle, a pie, un día de estos, es toda una aventura, que consta de un sinnúmero de peculiaridades que le son características. Por ejemplo, las mujeres llegan en "tubi" o anchoitas al trabajo para evitar que se les "engrife" el pelo. Andan en calipsos para evitar que se le mojen los zapatos, que llevan en una funda adicional, más allá de la cartera, el bulto de comida y el macuto de ir al salón, porque siempre que una se antoja de lavarse la cabeza, llueve. Ah! Aparte de la sombrilla, que si es muy grande, no se puede llevar en la cartera. Y los cuadernos y libros de la universidad. Lo más lindo es cuando en este situación, suena el celular y hay que hacer malabares para contestar la llamada. Es un espectáculo digno de admirar y exclusivo de la mujer. Es muy raro ver a un hombre cargado con algo más que no sea su carnet y su comida.
Pero el asunto que hoy me inquieta no es la lluvia ni la destreza de la mujer para manejar varias situaciones a la vez. Lo que se llama "multitasking" en inglés.
El preámbulo obligado de hoy me lleva hacia las constantes protestas que estamos viviendo en estos días. Las noticias no hacen más que anunciar las denuncias que hay en los barrios, tanto de la capital como del interior del país. Además, de los apagones, accidentes, muertes y pesquisas que descubren la drogas que parecen anegar más al país que la misma lluvia. Hay una alerta general que preocupa más que las fuertes lluvias y rafagas de viento que anunció bien temprano la ingeniera Gloria Ceballos, directora de la Oficina Nacional de Meteorología. Estamos a la expectativa de inundaciones, más de la que ya es víctima la región Sur del país, con la crecida y salinidad del Lago Enriquillo y el Saumatre, que amenaza no sólo las plantaciones de los pobres campesinos, sino también el habitat del Cocodrilo. A todo esto se suma la indiferencia de los funcionarios encargados de corregir estos males, de hacer "algo", y que se hacen de la vista gorda, mientras los pobres ven diluirse en el pozo de la desesperación las cientos de promesas, palabra que poco a poco, está perdiendo más su sentido. Mi más "sentido" pésame para ella, que yace herida en la boca de los políticos avaros de este país, destruyéndola.
Me sorprende como pueden muchos andar en su "yipetas" con los cristales subidos y el aire full, indiferentes ante tanta pobreza, tanta maldad, tanto dolor, mientras chatean por su "bb" o dan la orden a un Amet, para que haga tapones y desespere al pueblo, mientras el puede pasar sin traumas por cualquier semáforo.
Cierro los ojos y miro cuantos extremos hay en este mundo a causa del hambre insaciable de poder y de riqueza que tiene el hombre. El mismo hombre que Dios hizo a su imagen y semejanza...
Me detengo, con un apreton en el corazón que me retuerce. No quiero llorar. Quiero hacer algo. Levantar mi voz en favor de aquellos que están roncos por tanto gritar. De llevar luz a aquellos que sólo han vivido en tinieblas. De ser esperanza para aquellos que nunca han tenido fe, por culpa tal vez hasta mia; de un mundo que no se conduele de ellos.
Poder levantar a muchos caídos y detener al menos un poco de la injusticia que "por unas monedas" pretende enfermar de cáncer el país con una cementera. Hasta dónde llegará el hombre por su ambición. ¿Hasta dónde?
Y es normal que nadie crea en nadie, cuando los mismos que deben protegernos del mal, son los que nos atacan, nos encalloñonan sin compasión y nos aniquilan. Como creer si quienes nos gobiernan, solo piensan en incrementar los millones de que tienes en los bancos, a costilla del pueblo, que no soporta más llagas.
No quiero ser pesimista, porque no lo soy. Pero comprendo el llanto de la gente, la indignación del pobre que no encuentra empleo aun esté preparado; de la tristeza del enfermo que no tiene para comprar sus medicamentos; del que se empobrece pagando impuestos, para que unos "chulos" se echen fresco en su casa, sin dar un golpe ni de Karate, pues su "botella" le basta. Del que se humilla por un sueldo mínimo porque no está pegado. Del que lo discriminan por su color de piel o por que no tiene un apellido "conocido".
Yo también me siento cansada de ver la hipocresía y el cinismo de quienes nos representan ensacados levantando sus manos y, de los que hablan disparates, creyendo que van a marear al pueblo con espejitos, porque todavía creen que estamos en la época de la colonia y que somos indios...
El pronóstico no nos augura nada bueno... pero hay que hacer y creer. Luchar con fe y dignidad. No dejar que nos nublen la esperanza, aunque de paso, nos parezca imposible.

martes, julio 21, 2009

¿Locuras?


Intento explicar todo lo que me sucede. Es, si aplicamos el sentido común, una locura. Una cadena de soluciones llegan a mis problemas de una forma providencial. Debo reconocer que estoy aprendiendo a soltar y abandonarme a Dios. Trato de no mortificarme por lo que no pueda resolver y le doy gracias a Dios a pesar de todo, decidiendo enfrentar cada traba con amor y esperanza. Y los resultados han sido tan incríbles como inmediatos: cosas perdidas aparecen; injustas calificaciones, mejoran; preguntas difíciles tienen respuesta, enfermedades (no sólo físicas) tienen cura... en fin. He encontrado "una aguja lógica en un pajar de incoherencias"(cito a Matilde Asensi). Y esa lógica no es más que la voluntad de Dios. Si. La que me ayuda a aceptar y no a comprender. Resuelvo que es la mejor manera de ganarle terreno a lo incomprensible, en tanto aparece la respuesta.
Creyendo que estaba perdida, he encontrado un guia que me conduce por un camino, que aunque incierto, me parece seguro. El guia no es más que el Espíritu Santo. Su luz brilla tan fuerte, que hace del sendero más tenebroso, un paisaje tranquilo y seguro.
Como soy tan cobarde, mi Padre me ha regalado una armadura que es capaz de defenderme contra toda maldad: su amor. De manera que nunca me siento sola. Pase lo que pase, estoy convencida que mi vida está guardada en su amor.
Todo esto me parece una locura. Lo que vivo y lo que me falta por vivir. Las que cosas que me faltan por hacer y los planes que tiene Dios para mi. Me parece una aventura osada. Cumplir la voluntad de Dios, no es un "maíz". Pero sé que aunque me cueste, Dios proveerá y al igual que al pueblo de Israel, me defenderá, y veré la victoria que me ha de conceder. Su brazo no conoce la derrota. Estoy a salvo. Él, peleará por mi.

lunes, julio 20, 2009

Viviendo la vida

Disfrutando cada segundo. Saboreando la dulzura de estar viva. Admirando la virtud de respirar, de caminar, de ver, de sentir...
Plena de emociones, siento que reviento de tanta alegría. Me siento una "creatura" privilegiada. Un ser humano hermoso, porque fuí creada bajo las amorosas manos de un Padre (Dios) que me adora.
Feliz. Suspirando a cada latido de mi corazón. La sangre me fluye ligera. Siento que de pronto se me acristalan los ojos. Y los cierro, y en la oscuridad del parpadeo, me veo por dentro, y no me asusto. Por el contrario. Me sorprendo, porque me gusta lo que veo. Tal como soy, soy feliz.
Esta semana ha sido intensa. Recuperandome de una pequeña recaida de salud y, muy a pesar de mis malestares, me siento saludable. Me siento ¡viva!
Anoche disfruté "la noche" como nunca. Rodeada de gente que quiero, viví. Bailé, sentí la música, abracé, salté, reí, canté, cerré mis ojos, tomé un poco de vino y me olvidé de los conflictos, de mis miedos, de mis preocupaciones y... viví.
Sólo eso. Disfrutando cada paso, cada mirada, cada abrazo, cada gesto, cada palabra, cada ritmo... cada ocurrencia, cada sonrisa, cada foto, cada gente.
Siento vida, plenitud. Y eso no lo cambio por nada. Ayer, un día no planificado, fue el mejor de cualquiera de mis planes. ¿Cómo pagarle al Señor tanta gozo en mi corazón? Por el momento, diciéndole eso: muchas gracias Dios.
No sé que será para otros vivir la vida. Yo sólo sé y compruebo que para ello no es necesario hacer miles de cosas. Basta mirar el cielo, contemplar la belleza de lo que te rodea y dar gracias a Dios. Respirar, a todo pulmón. Hablar con tus seres queridos, sonreír, amar... Vivir la vida es eso: vivir. Cada segundo, sin importar lo que venga, asumirlo y seguir adelante. Disfrutar los instantes, los pequeños detalles, por más nimio que parezcan.
Y para tí, ¿qué significa vivir la vida?

miércoles, julio 15, 2009

Pequeñas grandes bendiciones


Ayer nos juntamos espontáneamente. Justo salía del trabajo y Denise me llamó. Iba con Pavel en la guagua rumbo a la iglesia, donde más tarde nos juntaríamos en una reunión de "sevidores". Ambos son mis hermanos, amigos de grupo, a quienes a parte del amor fraterno que nos une, les guardo un gran cariño.
No quería irme sola, por lo que sin pensarlo dos veces, le dije que me esperaran; que se apiaran de la "voladora" en la que iban, que yo les pagaba el pasaje. Y así fue. De camino, me detengo en la heladería y les compro algo. No ando muy bien de dinero, pero igual no quise tener reservas. Justo horas antes había tenido la... de perder algo que una amiga me había dado para que le ayudara a vender. Lo peor es que pienso que fui robada...
Ahora debo reponer lo perdido, y nos es paja de coco... Pero igual, pensando en esto, no quise darle mucha importancia. De todos modos, no puedo hacer nada para revertir lo sucedido. Así que me armé de optimismo para no enojarme y decidí hacerle caso al portal que ayer me anunciaba el refrán del día: "no hay mal que por bien no venga". Contuve mis lágrimas y le pedí perdón a Dios por haberme arrepentido de ayudar a mi amiga... El hecho se lo conté a los muchachos, una vez subidos y situados en la "cocina" de la guagua destartalada, y mientras comían la galleta de avena y chispas de chocolate que les había regalado.
El trayecto fue largo... el chofer hizo su parada en la Duarte, como lo acostumbra la Ruta, y nosotros aprovechamos para hablar un poco de todo. En eso, les cuento que es muy posible que hoy vaya al concierto de Aleks Syntek, en Hard Rock Café. A Denise no le gusta mucho, a Pavel, mas o menos, y a mi mucho. Igual empezamos a tararear nuestros temas favoritos y Denise descubrió que realmente le gustaban, pero no sabía que eran de él. Les prometí que hoy, en el blog, les dedicaría a cada uno su canción favorita y hasta la de Liz, la hermana mayor de Pavel, que también salió en la colada de las rolas "Syntékticas", jejejeje! Bueno, la dedicatoria es al final.
Cruzando el puente, y luego de externarles una inquietud que tengo de la Universidad y hablar un poco de algunos planes con 'Más que vencedores', nuestro grupo de oración, y de que Denise y yo hablaramos y rieramos sobre nuestra timidez en el amor... nos pusimos a reflexionar de lo hermosa de la amistad que hemos encontrado en la iglesia. Yo les hablaba de la felicidad que me invade cuando comparto con mis amigos en Cristo. Justo este fin de semana nos habíamos reunido y la pasamos súper. El sábado, por ejemplo, nos juntamos en el parque de la Urbanización Italia y duramos jugando y riendo, como hasta las 1:30 de la madrugada. Estabamos alegres de compartir esa amistad que Dios nos ha regalado. Eso lo reflejaban las fotos, recién subidas a "Facebook" por Miguel. Denise no había podido ir, y me escuchaba atenta, en tanto Pavel asentía... Cuando toma la palabra, ella me dice que no sabe que fuera de su vida sin nosotros. Dice que tal vez estuviera "loca", depresiva, porque aunque conoce gente de la universidad y otros lugares, asegura que:"no es lo mismo". Y todos caimos en la cuenta de lo importante de estar en comunidad, de compartir con nuestros amigos, de vivir la fe juntos. Le dabamos gracias a Dios mientras nos mirabamos subiendo y bajando la cabeza en señal de afirmación y con una ligera sonrisa en los labios, cuando nos tocaba el turno de escuchar al otro. Dios definitivamente nos estaba bendiciendo en nuestro grupo de oración en todos los sentidos, y la amistad era uno de esos signos.
Una vez agotados los 20 pesos de pasaje, bajamos de la guagua (no sin antes de que Denise le dijera algo al chofer, por lento, jejeje)y vamos caminando, cantando y analizando una de las canciones del Aleks, 'Intocable': "Pero me voy, me marcho porque fue tu decisión. Te amaré, lo haré si es necesario por los dos..."
Fue poco lo que duramos en la reunión. La misa se terminó pronto y nos habíamos demorado lo acostumbrado para empezar. La reunión que se hace todos los martes, que es una especie de grupo de oración con todos los servidores, especialmente, a manera de fuente para "recargar fuerzas", estuvo genial. Dios me mostró algo... en el momento de oración final, una "palabra" me martillaba levemente el corazón. Pensé en una joven... pero no dije nada. Ahora siento, despues de orarlo, que esa joven puedo ser yo. Esa palabra, encerraba, entre otras cosas, lo siguiente: "Yo se lo que te pasa. No te preocupes, yo te proveeré". Sentí entonces una gran paz... y aunque creo que también fue para alguien más, lo fue para mi también. Y estoy alegre. Yo sé, por fe, que saldré adelante pese a todas las dificultades que se me están presentando. Dios siempre ha sido mi proveedor. Nunca me ha faltado nada y sé que no me faltará, en el nombre de Jesús.
Termino este recuento con algo que una vez me sucedió, hace como cinco años: Estaba yo aun en el colegio, era mi último año, cuarto de bachillerato. Mis padres no tenían dinero para seguir pagando y era muy probable que me cambiaran a una escuela pública. Yo estaba triste. Había crecido prácticamente con mis compañeros de clases... pero no había de otra, y estaba resignada a aceptar esa opción.
Una tarde, me preparaba para ir a la misa, un día de semana. Antes de salir le digo a mami que me dé "algo" para echarlo en la ofrenda. Ella me responde malhumorada: "como es posible que me pidas dinero para eso cuando tu sabes que yo no tengo ni un peso arriba..." Yo era una abusadora, según ella, y tenía razón. Pero ese día yo quería ofrendar. Había leído el Evangelio en el que la viuda da lo único que tiene, sus dos moneditas, y yo quería hacer algo parecido... pero no tenía nada. Me revisé los bolsillos del pantalón (es una manía) para ver si tenían algo, uno nunca sabe. Pero nada. Lo hice como tres veces, y hasta mientras caminaba a la Iglesia.
Llega el momento de la ofrenda y busco a ver si encuentro "algo". Tengo esperanza, pero nada.
Al final de la Misa, me encuentro con mi amigo el Chino y nos vamos juntos. Le estoy contando el asunto del colegio y lo que me había pasado con mami hace poco. Le decía que estaba muy triste por la situación económica que estabamos pasando, sobre todo porque no podía hacer nada para ayudarlos. Mi mamá en ocasiones estaba, como es normal, un tanto preocupada... y se le notaba bastante. Y eso me partía el corazón. Yo sabía que Dios nos ayudaría... pero mami... la notaba tan angustiada, molesta... Y recuerdo que el Chino me dijo: no te preocupes, sigue confiando" algo así. En ese momento, entré mis manos en el bolsillo derecho del pantalón. Y saben que encontré: un peso... Estaba nuevesito... y no lo podía creer. Miré al Chino... Estaba loca... Era posible que el peso estuviera ahí, pero no lo encontré, justo hasta en ese momento... pero de verdad, yo lo había buscado, incluso hasta lo había sacado fuera (el bolsillo)... era una locura pensarlo... Lo que sí, es que el momento fue significativo. Y como un rayo, un pensamiento cruzó mi mente, lo recuerdo con claridad: "Dios te proveerá". Y así lo hizo. Pude terminar mi bachillerato en el colegio, los "cuartos" aparecieron puff, como por arte de magia.
Tiempo después, pude comprar mi guitarra, bajo la misma onda de la escasez... por eso se llama Yireh, que significa Providencia de Dios.
"Dios proveerá" le dijo Abrahán a su hijo Isaac justo antes de intentar sacrificarlo. Hago mia esta Palabra. "Dios proveerá", lo creo contra toda esperanza.
Hermano, amigos, conocidos, Dios no se olvida de nuestras necesidades. Ánimo, El proveerá.

lunes, julio 13, 2009

Eres mi Dios

"Tu eres mi Dios, te doy gracias,
Dios mío, quiero ensalzarte.
¡Dad gracias a Dios, porque es bueno,
porque es eterno su amor".

Salmo 118 (117)

No necesitas palabras vacías ni rebuscadas. Qué alivio que te conformas con lo poco que te puedo dar, y eso soy yo por entero.
Esta mañana, perdida entre la mirada ausente y soñolienta de la gente, quise decirte muchas palabras. Quise inventar nuevas, para alabar tu nombre, para darte gracias. Pero, mientras más me esforzaba por hallarlas, más lejos me parecía estar de ellas. Agitada, subía el puente peatonal. "Todavía estoy débil... " pienso, mientras hago un esfuerzo por no perder la respiración. Siento que esa debilidad se traduce para orar y no me simpatiza.
Por eso este salmo. En sus sencillas estrofas siento que dice lo que hoy a resumidas cuentas, te quiero decir: que eres bueno, que tu amor es eterno. Y te doy gracias por eso. Porque de ahí se deriva todo lo demás. ¿Que más puedo decir? Bueno, eso. Que tu eres mi Dios.

"Qué delicioso Dios,
es poder decirte que te amo.
Es poder decirte, que te quiero.
Y que en mi vida, eres alfarero.
Maravilloso Dios.
Quiero decirte tantas cosas
Que eres mi dueño, eres mi roca.
Sólo tu sabes tantas cosas.

Eres mi Dios, de mi vida eres Señor
a tu lado, sólo quiero estar,
a mi lado siempre vas".

viernes, julio 03, 2009

Salmos

Poemas. Eso son son los salmos. La mayoría de ellos son de la autoría de David. Se consideran la oración oficial de los cristianos. Yo diría que es la oración por excelencia, pues encontramos en ellos súplicas, lamentaciones, acción de gracias, profecías, alabanzas...
Yo no era muy aficionada a los Salmos, en un principio. Los conocía porque en la Iglesia a la que asisto los Catecúmenos suelen cantarlo en la Misa "del pueblo". Así fue como empecé a interesarme por ellos, y a conocerlos. Recuerdo haber escuchado uno, hace algún tiempo atrás en voz de uno de los salmistas y quedé encantada. Una vez en casa, fui a buscarlo y lo releí varias veces. Es el salmo 121 (120). Dice así:
"Levanto mis ojos a los montes
¿De dónde vendrá el auxilio?
El axilio me viene del Señor
que hizo el cielo y la tierra".

Creo que fue el primer Salmo que me aprendí, aparte del que es una costumbre: "El Señor es mi pastor, nada me falta..."

Luego, en una Pascua, puse atención a este Salmo. A un buen amigo llamado Leoneriz le gusta mucho. Siempre que lo cantan y él no está, lo llamó para que lo escuche. Es el 84 (83), conocido como un canto de peregrinación:

!Qué amables son tus moradas Señor!
Mi ser languidece anhelando
los atrios del Señor
mi mente y mi cuerpo se alegran
por el Dios vivo.

Al final dice esto, y no hay un alma dentro de la iglesia que no lo cante. Este pedazo todo el mundo se lo sabe: "mejor es un día en tu casa, que mil fuera de ellos. Porque estar en el umbral de tu casa, es siempre mejor, que habitar en los palacios". Sólo de pensarlo, me emociona. Es precioso.

Poco a poco -y no puedo negar que un tanto influida por mi ex-novio que pertenece al Camino Neocatecumenal- me fuí interesando por los salmos. Hasta aprendí a entonarlos con la guitarra, no sin mucha dificultad. Me acuerdo de como mi ex se burlaba, dulcemente, pues me perdía tocándolos... me parecían siempre tan complicados.
Cómo un juego, Dios se fue valiendo de esta excusa y me fue envolviendo en ellos. Él se las trae. No se imaginan lo mucho que Dios me ha hablado a través de ellos. Y lo mucho que de igual forma me he identificado tanto con los Salmos, siendo en un momento determinado, ellos, justo lo que siento y lo que quiero decirle al Señor. Es increíble.
De manera, que los Salmos se han vuelto casi una materia obligada en mi vida, en mi oración personal. Por eso hoy quiero compartir uno que me ha gustado mucho, que he leído reiteradamente en estos días. Es el 66 (65). Ahí les va una parte, con las estrofas que más me gustan:

Aclama a Dios tierra entera,
cantad a su nombre glorioso.
dadle honor con alabanzas.
decid a Dios: ¡qué admirables tus obras!

La tierra entera se postra ante ti
y canta para ti, canta en tu honor.

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios
haced que se oiga su alabanza;
él nos devuelve a la vida,
no deja que vacilen nuestros pies.

Venid, escuchad y os contaré,
vosotros, los que estáis por Dios,
todo lo que ha hecho por mí.

Pero Dios me ha escuchado,
atento a la voz de mi oración.
¡Bendito sea Dios,
que no ha rechazado mi oración
ni me ha retirado su amor!

jueves, julio 02, 2009

Dios Proveerá

Es curioso, pero no coincidencia. Durante las vacaciones estuve meditando varios "personajes" de la Biblia. Uno de ellos es Abrahán, nuestro Padre en la fe. Creo que lo comenté recientemente en un post. Pues siento que Dios está me está probando para saber hasta donde soy capaz de llegar por Él. Si en verdad puedo abandonarme en sus brazos y confiar plenamente en Él. Y eso implica un sacrificio. El de ofrecerle todo lo que tengo, todo lo que soy, lo que más quiero en la vida... Y es precisamente, lo que hace con Abrahán.
Me llama poderosamente a la atención varias situaciones que se presentan en la primera lectura de este día, en la que se relata el sacrificio que hizo Abrahán. En una parte, Dios le dice: "toma a tu hijo único, al que quieres..." Dios sabe que es su única descendencia, pues su otro hijo, Ismael, sería bendecido por Dios, pero su verdadera descendencia procedería de Isaac, el hijo dado en la ancianidad junto a su esposa, estéril e igual de 'adulta', Sarah.
Dios le recalca que tiene que ofrecerle lo que él más quiere, lo que tanto había deseado. Y resulta que ahora tiene que matarlo... sacrificarlo. Y Abrahán, imagino que con gran pesar, pero no con menos confianza, hizo obediente lo que Dios le había pedido.
Eso muestra dos cosas. No sólo que Abrahán confía sin dudas en Dios. Sino que le ama sobre todas las cosas. Isaac no es más que el fruto de un milagro dado por Dios. Lo único que estaba haciendo era devolviendo algo que le había sido dado. Surge una pregunta para muchos: ¿Para que dárselo, si luego se lo pediría? Pero Abrahán, que no tiene dudas, estaba seguro que si Dios le había prometido algo, el cumpliría con su promesa, sea como fuere.
La otra parte que me impresiona, es la respuesta que da Abrahán a su hijo, camino al monte del sacrificio. Isaac, ingenuamente pregunta: "Padre... ¿dónde está el cordero para el sacrificio?" Abrahán responde: "Dios proveera el cordero..."
Todos sabemos como termina la historia. Dios envia a un ángel que detiene a Abrahán cuando está a punto de degollar a su hijo "único, que el quiere", reconociendo que ni siquiera se ha reservado a su "único hijo" delante de Dios.
Y como Dios, jurando por sí mismo, lo colma de bendiciones, porque le ha obedecido (Gn. 22, 17.18b).
Abrahán es grande porque supo creer y esperar contra toda esperanza (Romanos 4, 18). No quiso entender, razonar lo que Dios le pedía. Obedeció. Hizo silencio.
Cuántas veces nosotros intentamos entender a Dios, para entonces aceptar su voluntad. Pero a Dios, que es tan grande, no podemos querer entenderlo con nuestra pequeñez. Es como querer guardar toda el agua del mar, en una cubeta. Así de ilógico.
Dios es bueno y cumple sus promesas. Eso basta. Saber que Dios es capaz de obrar en lo que parece imposible. Creyéndole "a Él" que todo lo puede.
Me siento tan regocijada en el Señor por esta palabra que hoy me regala. Confirmando una vez más, ante mi terquedad, que es capaz de hacer cosas que yo ni me imagino. Que Él es fiel, amoroso, y jamás se olvida de mi. Jamás. Dios no me deja. Sé que, pase lo que pase, Dios va caminando conmigo, pero no alante y yo atrás. El está a mi lado, y me lleva de la mano.
Yo, ante todos, declaro que a ti te entrego, Dios mio, mi Rey, por medio de mi amado Jesús, todo lo que quiero en mi vida, lo que más deseo, te lo entrego. Es tuyo. Tu, haz lo que quieras.
Sé que te tengo a Ti. Eso me basta. Tu eres mi proveedor, en Tí confío. Son tuyos los tiempos, no mios. Todo llegará en su momento, cuando lo entiendas necesario. Y será lo que Tu quieras.
Me abandono a Tí Jesús. Dame fuerzas para amarte y creer en ti, y esperar contra toda esperanza. Amén.

miércoles, julio 01, 2009

De vuelta

En principio, fue algo difícil levantarme. 5:45 a.m marcaba el reloj, y se supone que debía saltar de la cama, tomar una ducha y empezar a programarme para la "faena" del día. La idea no me molestaba. Las vacaciones me hicieron pensar que no es tan pesado como se pinta. Si la misma Palabra nos dice que el trabajo dignifica al hombre.
Mientras me vestía, le daba gracias a Dios porque tengo motivos para levantarme. Porque tengo sueños por los que luchar y esos no se consiguen dormida en una cama hasta media mañana. ¿Qué el descanso es vital? No hay duda. Pero por el fruto de nuestro esfuerzo somos recompensados, no sólo económicamente, sino moral, emocional y hasta espiritualmente. Con nuestro empeño, no sólo nos ayudamos, sino que ayudamos a quienes nos rodean. Edificamos.
Al mirar el cielo iluminado ya a las 6:45 am, a bordo del vehículo que me encamina hasta la oficina, sentí un gran alivio: aun tengo trabajo. Y tengo razones de sobra para decirlo y repetir reiteradas veces, gracias Dios. La situación, que no es un secreto, no está nada fácil. Más creo contra toda esperanza que pase lo que pase, "la esperanza no falla, porque el amor de Dios, ha sido derramado en nuestros crazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado". Romanos 5, 5. Dios es mi Gran esperanza (salmo 71, 5). Con él no tengo porque temer, porque el es mi roca y refugio.
Así que hoy me siento muy optimista. Y vengo a reanudar mis labores con todas las ganas, esperando en Dios. Lo que me toque, lo aceptaré con amor (con la ayuda de Dios). Esa será mi bandera, mi distinción. El amor. En medio de altas tarifas eléctricas, golpes de Estado, aviones cargados de "malas noticias", "tirijalas" de cementeras, pretendo ser una luz. Aunque parezca para muchos una novela de ficción. Esta será mi vida, contada siempre bajo la sombra de Cristo, amarrada a Él. Sólo de decirlo, me hace sentir comprometida. Ser y hacer la diferencia... no pienso que sea nada fácil. Pero al mismo tiempo, tengo esa sensación agradable en el estómago, de emoción, ilusión...
¡A luchar! Que hay muchos que necesitan saber que no todo está perdido. He vuelto.