martes, diciembre 28, 2010

La Navidad de Oliver


A los nueve años, Oliver no sabía que significaba ser huérfano. Lo era, (y de la manera más conmovedora que se pudo ingeniar Dickens), pero la palabra no la conocía. A esa edad no había recibido ni la alimentación ni la educación adecuadas. Las palabras y sus significados pierden importancia cuando tener hambre es una osadía que se castiga con azotes.

Cuando volvió al Hospicio, el lugar donde nació y su madre murió al tocarle sus pequeñas manitas, supo a duras palabras y cozcorrones lo que era ser huérfano... y lloró "amargamente". Era el día de su cumpleaños.

Esa noche, Oliver "lloró hasta quedarse dormido". No se imaginaba lo que le esperaba a esta altura de la historia. A mí todavía me toca descubrirlo. Por como está titulada la obra de Charles Dickens "Las aventuras de Oliver Twist" me imagino que serán muchas las "desventuras" que ha de sufrir este muchacho al que la vida le destinó ser pobre. Conociendo un poco el ingenio inspirador del autor, deduzco que la crudeza y el desamparo que él mismo vivió en un Londres oscuro y empañado por el abandono de su padre, será el espejo que refleje esta historia que ha sido adaptada a obras de teatro y al cine.

Las pocas páginas que he leído a trompicones, (lo reconozco. el cansancio y el sueño me están jugando una mala pasada), me han dejado con el corazón en la mano. Por un instante me trasladé mentalmente al Hospicio y ví llorar al desdichado Oliver; sentí propia aquella soledad encarnada en su aspecto famélico. Lo tuve de frente hasta que se quedó dormido. Me incliné y acaricié un cabello rizo y dorado, algo pegajoso, hasta que un estallido de dolor en el pecho me indujo a alejarme -despacio para no despertarle.

Cuando volví en mí, no pude evitar seguir pensando en Oliver. Cómo habrán sido sus navidades, sin familia, con hambre de pan y la sed de un amor desconocido para él.

Oliver es el espejo de muchos niños que sufren en su inocencia con el cuchillo al cuello. Ayer, el día de los Santos Inocentes, Rosa Montero, española escritora y columnista del periódico El País, escribió algo sobre el abandono y el maltrato que sufren los niños de manera indiscriminada.

Narró algunos casos y lamentó que ojos miren y no vean, porque sea la indiferencia, como tituló su columna, el arma más afililada que aniquilé a estos inocentes en el mundo.

Indiferentes... Cuánta indiferencia ante el dolor ajeno, ante la desolación que sirve de friza a los desamparados.

A dos días para que termine el año la conciencia me pasa revista. Como interpelada por mis acciones, pienso en el tiempo que perdí en amar a los demás, en ayudar y en servir, por andar distraída en mis egoísmos, dándole vueltas a una ruleta que siempre se detiene en el mismo lugar. No creo en el azar, pero a veces vivo como si dependiera de él.

La vida es dura, dijo una vez a un amigo un profesor autosuficiente. Yo, con la ayuda de Dios, quisiera que no lo fuese tanto, si aprendo a colgar en mi rostro una sonrisa. Si puedo dar calidez a un cuerpecito temblando de frío; si miro a los ojos y toco el rostro cansado de un enfermo; si escucho las voces de almas sin esperanza; si con mi hombro, sirvo de consuelo a unas lágrimas que caen en lugar del lamento. Si, solo si, logro calmar la ansiedad de pensar en mí y me doy cuenta que, más allá de mi corazón, hay muchos más que necesitan amor para latir.

lunes, diciembre 27, 2010

Lo que me trajo hasta aquí

No sé donde estaba. Hace poco más de dos meses que me perdí en el camino de llegar hasta aquí. Alguien me escribió un correo y dijo que, entre otras cosas, extrañaba mi poesía. Muchas cosas pasaron por mi mente entonces. Y ese entonces me trajo hasta aquí.
Han sido días de mucha reflexión. Los finales de año me ponen así, inquieta, pensativa, nostálgica. Esa auto definición mía aquí está, repensando lo que va a escribir, mirando hacia los lados, sintiendo el corazón latir en los dedos... borrando cada palabra, como queriendo borrar con ello todos mis errores.
¿Qué contar? Por ahora no quiero ser el sol y que la teoría heliocéntrica se cumpla en mí. Por eso
seré breve y no contaré mucho. Cuando pase el temblor, veré a dónde irá 'Todos a bordo' y hablaremos hacia dónde nos llevará el barco. Qué rumbos inciertos nos espera naufragar, siempre juntos.
Siento que se asoman varios sentimientos. Estan tocando la puerta. Se apresuran por entrar y por salir, al mismo tiempo. No aprenden a no agolparse todos juntos...
Llegó la hora de decir adiós. Pero volveré pronto. Quizá menos desnuda que antes, pero volveré. Y viajaremos juntos, y hablaremos de libros, de poesía, de cine. Hablaremos de las pequeñas cosas, de música, de cultura, de ocurrencias, de nosotros. Quizá hablaremos de mi, quizá. No sé.
No he sido nada navideña en este post, y creánme que me estoy controlando. Pero el génesis de esta historia es otro (no sé cual) y prefiero mantenerlo.
Bien. Llegó la hora de abrir el paraguas. Está lloviendo.

martes, octubre 19, 2010

Mi luz

Un café ligeramente dulce, ligeramente claro, para comenzar el día. Eran las 6:30 am. Mami estaba sentada junto a mí. Se medicaba los ojos con unas gotas ardorosas... a ver cuándo se le va la odiosa conjuntivitis. Me decía que hoy amanecía peor que ayer. Yo estaba embobada, saboreando sorbo a sorbo el café, con la mirada fijada en el cielo aun gris y opaco. Lucía tan triste. Aún el sol no brillaba sobre él.
La imagen me llevó a pensar en que, al igual que el cielo, así está el ser humano cuando no se ha encontrado con el Amado: Jesús.
Cuando la luz de Jesús brilla sobre el hombre es cuando en verdad vive, cuando en verdad "es". El "Yo soy" nos permite conjugar el verbo "ser" para que podamos "estar".
La luz de su amor da color, vigor, ánimo, alegría. Por eso, al dejarnos iluminar por él, no es que todo se transforme. Es que todo encuentra su sentido real, auténtico. Su verdadero "Yo".

Más tarde, cuando iba por el elevado que sobrevuela la Avenida Abraham Linconl, volví a concentrarme en el cielo, que ahora con un azul radiante, coqueteaba con el verdor de los árboles. Lucía hermoso, resplandeciente. La luz del sol brillaba sobre él y le permitía lucir su color con tanta belleza que era asombroso.
Cuando me desmonté del "carrito", caminé despacio hacia el trabajo. Quería disfrutar de tan bella mañana que Dios había dibujado no sólo para mi. El gris y frío edificio de El Caribe se robaría este espectáculo en instantes y por varias horas. Así que me tomé mi tiempo y me dejé acariciar por el entorno. Cerré mis sentidos al ruido de las máquinas y las bocinas de los carros; al polvo, al lodo, a los choferes imprudentes, y los abrí al milagro de la vida que hoy Dios me permite disfrutar.
Por dos segundos cerré mis ojos y quise gritar "¡te amo!". Me contuve. Mi corazón dio un saltó y lo hizo por mí. Mi ser se llenaba de gozo. Sonreí y le decía una y otra vez "te amo, te amo".
Puede parecer una locura, lo sé. Pero no puedo evitarlo y no quiero. No puedo callar esto que me quema por dentro. Quiero que esa luz que me ha hecho "ser", ilumine a otros al encontrarla y encontrarse. Que esa luz que me dio mí color, que me hace el ser más feliz y radiante, lo haga con los demás.
Dejar los dilemas a un lado y ser un espejo... dejarse iluminar...

viernes, octubre 08, 2010

Silencio

El agua del lago tiembla cuando asomo la cara.
Sientos sus ondas en mi alma, moverse.
El espejo es una sombra empañada y húmeda: jamás me había reflejado tan bien.

La madrugada llega con todas sus interrogantes.
El silencio es una grieta que traspasa la honda soledad.
Existen las palabras, pero encontrarlas no puedo.
Es largo el camino, es larga la espera.

El Creador se asoma: calla.
Quema ahí donde desaparecen los sueños.
La siembra se vuelve agotadora.
El horizonte está claro y profundo como la mirada de un anciano. Sin embargo, no veo.

Cada mañana es el ayer que llega y la carne se hace débil.
Soltar las amarras, levar anclas, remar mar adentro.
El viento, a veces como un enfermo de tuberculosis,
otras como un desalmado huracán, sopla.

Un aguijón punza el corazón... Silencio.

miércoles, septiembre 15, 2010

Familia


El resplandor de la mañana
toca suavemente el hogar:
las sillas vacías, las hojitas de la jardinera.
La yerba empapada de rocío.

Aparecieron, de repente, dos niños jugando.
Uno se tumba en mi regazo, riendo,
metiendo su cabeza entre mis piernas enfundadas
en pijamas. Lo abrazo.

El otro, a mi lado, pega su carita a mi pecho:
para escuchar tu corazón, me dice. Sonrío y,
papá está afuera, en la acera, toma café, quizá.
La imagen se desvanece con el chirrido de los
vehículos: son las 8:35 de la mañana.

lunes, septiembre 13, 2010

Ruego

Dame vida, una tregua, enterrar la memoria.
Respirar quiero, no sólo un suspiro.
Llevar al mar todas las cruces
dejar que sus aguas mitiguen sus dolores.

Seguir el camino, labrar en el calvario
pegada a Tu rostro.

Mirar adelante el firmamento.
Levar anclas, que el corazón no muera
sin saber que esta vivo.
Que no tiemble el barco
ni se precipite el tiempo
que la herida hondar puede
y desangrarse con todos sus lamentos.
Llena de esperanza
ver el fruto, quiero.

Seguir el camino, labrar en el calvario
pegada a Tu rostro.

Osar la mirada, el ruego
abrir el corazón, de-nuevo.
Quemar el llanto y lanzarlo al vacio
del mar impetuoso.
Qué es mejor dejar que el viento sea viento
que el tiempo, sea tiempo. Y el olvido, olvido.

lunes, agosto 23, 2010

Ojalá que llueva, café.

A ver. El trabajo, que ya empieza la universidad, que en menos de dos semanas me atracaron dos veces, sin pistola, sólo con algo de forcejeo e intimidación. Extrañando escribir sin pautas y especificaciones; sin tener que lidiar con *** a las que hay que acudir, porque hay que hacer el trabajo, que más da.
Escuchando música, leyendo poesía, escribiendo versos impublicables. Tejiendo sueños en tela de araña, dibujando paradojas, enrolándome el pelo mientras tomo café en las mañanas y hablo con Dios.
Entre la pesadez y la desabrida historia que se repite a diario en el carrito público que temo abordar, y las calles transitadas de toda clase de alimañas en carro y a pie.
El esnob me hace estornudar. Soy alérgica al humo de los irracionales que contaminan el mundo con su odioso terrorismo, represión, indolencia... Ashuu!!!!
Extrañando a Don Beiro, su manada de locuras cuando conduce el Sentra azul metálico ya desgastado y desteñido de tanto rodar sin rumbo. La palabra que me inspira al salir de sus labios, sus sueños absurdos, a veces mucho más que los mios, ¡que alivio!
Las vocales, el abecedario, las palabras que se me descubre entre la pila de libros que espero tener vida para leer.
Voy por la calle, camino. Observo y en cada segundo que pasa trato de buscar a Jesús en el que se me atraviesa en frente: el que vende chucherías en la calle, el niño que acuesta su mejilla en el cristal del vehículo, en el friturero, el que vende jugos, en el que se arremanga la camisa y se floja el nudo de la corbata, en la embarazada con los pies inchados de dar tumbos al hospital, en la mirada perdida y desolada del vendedor de "Skin Ice" , en el joven que se "arreginda" de la guagua pública con una mano y con la otra, sosteniendo su futuro en la mascota y el libro deteriorado. Lo busco y casi siempre lo encuentro.
Miro al cielo, dejo que la brisa me saque las lágrimas, cierro los ojos y la fetidez se mete en mis entrañas... no hay remedio.

Recuerdo mis responsabilidades, mi llamado, mi "sí". Imploro un masaje, unos días de vacaciones, ir a misa diaria, tocar guitarra hasta que se me pongan verdes los dedos, inventar alguna receta gourmet en la cocina, hacer un flan de auyama, bañarme en la lluvia.

¿Qué más? Hay mucho más. Pero tengo que poner fin a este post (es que se me hace tan difíciles los puntos finales) y no sé como hacerlo.
¡Ah! Si por si acaso buscan alguna relación entre el título y el contenido del post, no pierdan su tiempo, porque no la hay. (Lo puse porque me acordé de la canción mientras escribía). Es sólo un título y este es sólo uno más de mis retazos de historias, mal escritas o bien. No sé.

Adiós.

domingo, julio 18, 2010

Pan y Circo

Ayer el país se detuvo en una sola noticia: apareció José David Figueroa Agosto, el prófugo más buscado desde septiembre 4 del 2009. La noticia la escuché en voz de mi hermano, que sorprendido salió del cuarto, diciéndo: "atraparon a Agosto". En principio, me costó creerlo. Pero la credibilidad de la periodista que difundía la información, Alicia Ortega, alivió un tanto mi escepticismo.
Desde ese minuto, yo, al igual que el resto del país, estaba en sintonía con la captura más esperada. Las redes sociales encabezadas por twitter saltaban en comentarios alusivos a Agosto. Dominicanos al fin, cada quien iba dando su opinión con su toque personal. Con humor, decían que podrían celebrar su cumpleaños porque apareció el mes de "agosto". Otros se referían al Pulpo Paúl, como el resposable de develar el paradero del buscado narcotraficante. Mientras, las cadenas de noticias del país se movilizaban en entrevistas con las autoridades, consultaban abogados para saber que pasaría de ahora en adelante. Algunos, como Alicia Ortega, hacían un recuento desde el momento en que se desató esta "telenovela", anunciando sus vínculos con altos militares y personalidades del país. Sus bienes, posesiones, y demás extravagancias. Cómo se movió durante diez años en nuestro país con diferentes identidades y todo con la ayuda de gente de poder de este país; algunos muertos, como el General González y González, el primero en caer de la saga y acusado de ser su princiapl enllave, quien le permitiera anadr como civo sin ley en nuestro territorio. Y así, fuimos recordando la historia que encabezaba los diarios día tras día, con los implicados y las conjeturas de todo tipo frente a este caso.
Por fin, el día de ayer con todo y truenos y una tromba marina que dicen sucedió justo en el momento en que capturaban a Figueroa Agosto en Puerto Rico.
El tiempo se ha detenido en esta noticia y por varias semanas será la comidilla en los medios de comunicación, en los carros públicos y en todo tipo de reuniones.
Aún quedan muchas interrogantes sin respuestas. Tras el rostro relajado y transformado del condenado a 209 años de prisión, se levanta una nube de dudas. Que pasará con la red de sus implicados en este país. Caerán los verdaderso responsables que colman la esfera más alta del poder dominicano y que de seguro está cubierta temblorosa bajo un manto tan oscuro como sus fechorías.
Queda esperar. Porque más que cantar victoria, nos damos cuenta de cuán contaminada está esta preciosa media isla que pretende camuflar la inmundicia de sus corruptos y sin verguenzas entre conciertos y con palmeras y playas de agua cristalina. Mucho cuidado, no hay que dejarse engañar. "Pan y circo".

lunes, julio 12, 2010

La encontré

Nací para servir. Encontré mi vocación y soy feliz. Feliz de dar. De ver las sonrisas en el rostro del niño descalzo cuando lo abrazo. Del joven que vaga por las calles cuando lo miro a los ojos y lo escucho. Soy feliz cuando puedo perder un poco de mi vida para que otro la gane. Cuando puedo, a través de las palabras o la escritura, llevar alegría y esperanza.
Es verdad lo que dice el Evangelio de hoy: "Quien pierde su vida por mí, la encontrará". Mt. 10, 34 en adelante.
Yo estoy dispuesta a seguir el llamado. Dios apuesta a mi. Yo apuesto a Él. A que con sus fuerzas y con Su amor, yo podré llegar. Podré vencer. El me dará las fuerzas para recorrer el mundo, para ir a llevar con entusiasmo su Palabra. Su luz, Su sabor, que tanto hacen falta.
Gracias Padre, por haberte fijado en la humildad de tu esclava.

jueves, junio 24, 2010

Un día frío

Qué difícil levantarse por la mañana ( 5:30am) cuando llueve con ternura y el clima te invita a quedarte acurrucado/a bajo las sábanas tibias. La realidad sin piedad te sacude y te empuja a las frías aguas que te cortan el cuerpo y que te despiertan a las malas. Ni modo, hay que salir a la calle en busca del pan perdido, a mojarse los trapos y pescar resfriados esparcidos en la brisa, la humedad de la guagua y el hermetismo colosal del aire artificial.
El tiempo es tan gris como el humor, el ánimo y las esperanzas de las personas. El temporal combina con la corrupción. Las lluvias inesperadas con la ineptitud de las autoridades, que ya no sorprenden ni al más crédulo. Inundaciones que ahogan el optimismo. Derrumbes que se llevan el deseo de vivir, de luchar, de ser diferentes, de soñar.
Huele a mocato el mundo. Y hay gente que ya no le molesta. Está acostumbrada y no distingue.
Tanta droga, asesinatos, burlas, hambre, pobreza, injusticia, impunidad. Tanta vanidad, egoismo, hipocresía, ambición desmedida. Tanta soledad, carencia, enfermedad, olvido, mentira. Tanto de todo y de nada.
El mundo ataca fuerte, piensa que lleva la delantera. Cualquier corriente que llega arrastra al que no está preparado.
Existe el bien, no hay duda. Pero nos dejamos llevar por la corriente. Es más fácil que nadar en su contra. Plantamos sobre la arena porque no hay tiempo que perder. Y nuestras "seguridades" se pierden ante la menor brisa. La decisión es difícil. Vivir es difícil. Levantarse aun más. Ahora creo que es más valiente el que tiene que "levantarse" que el que nunca ha caído.

Es un día frío y extraño el de hoy. Sin embargo el corazón no se detiene. Su luz no se apaga. "Y sigo andando: estaba distraído, no destruido. ¿Desistir de existir?Resistir opto". Yuan.

jueves, junio 17, 2010

Sorbo a sorbo


Me gusta coleccionar tazas. Y leer libros. Escribir es un sueño que acaricio y, que a veces, pongo en práctica con inseguridad.

Lo de las tazas no sé cómo empezó. Tengo unas cuantas que uso a determinadas horas. Una es para la leche, que acostumbro tomar en las noches. Otra para el café y otra para el chocolate; tengo una enorme para comer cereal. ¡Ah! Tengo una para el yogurt.

Leo libros porque es como respirar, no porque eso me dé cierta altura frente a los demás. No creo en la superioridad de la intelectualidad. Leo porque me late el corazón fuerte y suspiro cuando me engancho a sus páginas. Parezco una quinceañera enamorada cuando leo. Saboreo las letras, me fascinan como pueden componer tan bellas melodías cuando se unen en esa perfecta armonía... en un compás sin desperdicios. Me roban el aliento cuando las veo ahí, tan normales y tranquilas. A pesar de todo son humildes. No se dejan deslumbrar por la fama, porque es que ellas son maravillosas.

Y escribir... todo empezó porque lo necesitaba, sin saberlo. Tenía que escapar de una prisión horrible en la que yo misma, sin darme cuenta, me había encerrado. Creo que de no ser por escribir (antes de encontrarme con Dios) no sé que hubiera sido de mí. El lápiz y el papel fueron mi consuelo en aquellos tiempos oscuros, tenebrosos. Todavía lo son.

De colecciones, pasiones y sueños tengo la vida. Seguiré buscando tazas y comprándolas cuando pueda. Seguiré devorando libros de poesía, novelas, cuentos cortos, crónicas... Seguiré escribiendo contra la corriente. Con todos mis defectos y mis faltas ortográficas, y mis incongruencias. Porque tengo que seguir viviendo. Porque tengo que enseñar a otros a vivir.

domingo, junio 13, 2010

Veneno

Por estos días hace mucho frío. Por las noches las sábanas finas no dan para cubrir el cuerpo que, mordido hasta los huesos, tiembla. También está oscuro. No se ve nada. Amaga a lo lejos una luz tenue. Cuando ya empieza a verse más claro, se marcha burlona dejando en penumbras el horizonte.
La realidad no existe. Todo es falso. Es mentira la verdad. Es un bufón que se alimenta de los crédulos. De los estúpidos, mas bien.
La vida es una ruleta. Todos se aglomeran a la espera de que salga el negro o el rojo, o el cero y llevarse todo lo que está apostado sobre la mesa. Se vale hacer trampa. Es más. La suerte acompaña a los tramposos. Uno que otros se adhieren a los inescrupulosos que se meten el as bajo la manga, porque le dejan caer migajas de sus grandes bultos de dinero. Todo está podrido. Todos. No se puede creer en nadie, porque nadie no existe. Cuando menos te lo esperas, otro viene y te pone delante el pie para que tropieses. Y se ríe a carcajadas de tu cara golpeada, tu vestido roto y sucio.
Se vale todo en este sandwich de salchicha. El sistema se abandera de este himno. ¿Principios, dignidad, respeto...? ¿De qué hablas? ¿Confianza, credibilidad, amor...? ¡Estás loco!
Hay delirio por doquier. Máscaras que esconden la hipocresía. Es un asco. Es una lástima.
A dónde ir. Salir huyendo, esconderse para sobrevivir. Suplicar al Todopoderoso para que tenga piedad. Por ahora es el único consuelo. Hace falta un antídoto que cure tanto veneno.
Hace falta volver a empezar. Destruirlo todo hasta el polvo y resucitar de las cenizas como el ave feniz.
Hay tanto dolor en ese cuerpo que intenta dormir resguardado en el techo de la soledad. En medio del frío que arrecia escalofriante en la oscuridad.

jueves, junio 03, 2010

Vuelve a volar

Es como el viento antes de que arrecie la tormenta. Sopla de tal forma, que se lleva todo lo que camina en su contra. Resiste golondrina. No te envuelvas en la corriente. Vuela. Llegarás a lugares tranquilos, pero para conseguirlo debes agitar tus alas como nunca antes.
Y al fin, cuando el lugar encuentres, ya no habrá por qué temer. Llegarás y serás feliz. Llegarás y volverás a partir porque ese es tu destino. Volver a volar por siempre.

miércoles, junio 02, 2010

Veo Veo

De niña solía jugar mucho al "veo veo", sobre todo cuando no había luz y mi papá no nos dejaba salir a jugar con nuestros amiguitos del barrio.
Para los que no conocen de que se trata este juego les explico que, primero, es muy fácil. Se puede jugar de dos o más personas; no hay límites. A quien le toca decir "veo veo" tiene que dar la inicial de la palabra de ese objeto que ve, y el resto tiene que adivinar de qué se trata haciéndole una serie de preguntas respecto a las características de ese objeto. Al que gane le toca poner a adivinar a los demás. Si nadie gana, él mismo sigue invicto hasta que pierda o hasta que quiera. Al menos así lo jugaba yo.
No sé por qué hoy, al leer la lectura del día, me acordé del "veo veo". De aquellas noches que completamente a oscuras, jugaba con mis hermanos, meciéndome a toda velocidad en una mecedora, impulsándome con los pies, mientras miraba fijamente a todos lados para adivinar el dichoso acertijo. Era muy raro que yo logrará ganar. Y cuando al fin lo hacía, mi objeto no era lo suficientemente difícil como para burlar el ingenio de mis jugadores.
Cuando leí el salmo descubrí la posible razón de mis desaciertos. "En ti Señor tengo fijos mis ojos"... De pronto recordé cómo mi mirada y mi mente no se concentraban en el objetivo: fijarme en encontrar el objeto. Siempre he sido muy avispada, inquieta... y eso también es una característica mental. Mis pensamientos siempre van rápidos, vagando por todos los lugares, agolpados juntos, unos tras otro sin pausa. Pienso y pienso y a veces creo que no pienso en nada. Me agoto porque no me concentro por partes sino en todo. Un defecto hace poco descubierto por mi, pero hace mucho descubierto por mi madre.
Cuántas veces no encontramos o alcanzamos nuestros objetivos porque andamos muy distraidos. Nos falta disciplina, concentración, visión, determinación. Ahora recuerdo que solía darme por vencida cuando no adivina de una vez. Recuerdo que mi hermano me regañaba y me decía que tenía que ser paciente y pensar. "Piensa, piensa, no te rindas", me decía.
Yo pataleaba, amarraba los brazos enojada. Y ya, se acabó el juego. Pero mi hermano insistía, y hasta me daba algunas pistas más para que adivinara. Cuando lo lograba me sentía avergonzada. Primero, porque a fin de cuentas se trataba de algo facilísimo. Segundo, porque no había tenido el deseo de seguir y me quejaba antes de tiempo.
Le doy gracias a Dios porque ha puesto a mi lado personas que, cuando he tenido el deseo de desistir y abandonar el juego, me insisten, me ayudan, me soportan mi rabietas de niña malcriada (que es con todo lo peor) y me perdonan cuando, en mis arrebatos, suelo arrasar como huracán con lo que me queda por delante.
Quiero decir como San Pablo: "Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. El nos ha salvado y nos ha llamado a llevar una vida santa, no por nuestros méritos, sino por su propia determinación y por la gracia que nos ha sido dada, en Cristo Jesús, desde toda la eternidad.
Por este motivo soporto esta prisión, pero no me da vergüenza, porque sé en quién he puesto mi confianza, y estoy seguro de que él con su poder cuidará, hasta el último día, lo que me ha encomendado".
Dios, quiero fijar mi mirada en Tí. No quiero cansarme en adivinar tu presencia en mi vida, aun cuando crea que no estás, que te has desaparecido. Gracias por los amigos de juego que me regaleste, porque si no logro adivinarte, con sólo verlos a ellos y escucharlos, es como si te viera y te escuchara a Ti.

miércoles, mayo 26, 2010

Llueve

Más dentro que fuera, en muchas casas, llueve. Hace frío en el estómago y el bolsillo. Se acabó el pan. No "hay" para ponerse de pie.
Los hueso se quebrantan. El enfermo mira callado a su alrededor y no ve a nadie.
Hay un niño descalzo caminando por la calle con un cubo lleno de porquerías. Se le perdió la inocencia y ni cuenta se dio. Lleva rodando la amargura que convertirá navaja filosa.
Un joven anda extraviado. Estaba tan oscuro el camino... que no supo distinguir a donde ir.
La muchacha lava los sueños en una agua enlodada y pestilente. Fue lo que le enseñaron.
De allá arriba baja una mano que aplasta las hormigas. No hay remedio. Más dentro que fuera, en muchas casas, llueve.

martes, mayo 25, 2010

Si, todavía existo

Una entrada corta a modo de señal de humo. Una verguenza ajena y la fidelidad de aquellos que me siguen, me obligan a rendir una explicación por mi larga ausencia.

Trabajo. Tan sencillo y tan complicado como eso. Mi nuevo empleo conquista una importante parte de mi tiempo. Llega la mañana y de pronto, ya es de noche. En el intento por repartirme entre otras responsabilidades termino la jornada agotada. Será hasta que me adapte, pues tengo la esperanza de que, con la ayuda de Dios, sabré disponer con inteligencia de las 24 horas del día sin sacrificar ésto que tanto amo hacer.

Hay planes estrujados en hojas de papel que quiero hacer realidad. No encuentro la forma de alzar el vuelo. ¿Me faltará gasolina? ¿Tendré alguna avería en el motor de arranque? ¿Habrá alguna turbina oxidada? ¿Me hará falta un piloto? ¿o un copiloto? ¿Será que no sé hacia donde voy?

No tengo claras ninguna de las preguntas anteriores, a decir verdad. Pero me siento bien de no ser conformista, aunque me toque pagar un precio muy alto por no serlo.

Gracias a Dios, lo tengo a Él. Que me aguanta todas mis pataletas sin chistar. No se imaginan ustedes como lo amo. Por él todo lo demás cobra sentido y vale la pena.

Mientras tanto, tengo muchas cosas sencillas por hacer: Discutir y reír con Miguel; emprender proyectos locos con Edwin; crecer junto a Más que Vencedores y la Comunidad. Ser la madrina de un o una hija de Violeta e Ismael. Ver crecer a Lía. Luchar por mi familia en todo el sentido de la palabra.
Ver casarse a mi amiga Ana Virginia; compartir con mi hermana Berioska, aprender en la fe de Don Eddy y Doña Nilda; y de poesía y Literatura con Don Beiro. Ser "tía" de un hijo de Ivelisse.
Terminar la carrera, renovar mi visa, redactar artículos, montarme en muchos carros públicos, correr detrás de una guagua.
Conocer nuevas personas, nuevas culturas, leer muchos libros y escuchar música. Perfeccionar mi inglés, mi español y aprender francés.
Amar a mis hermanos y amigos cada día más. Ser menos egoista y más solidaria. Enmendar muchos errores. Hacer mi propio camino al andar, soñar...
Visitar a la gente, recordar los cumpleaños, aprender a tomar vino y volver a bailar ballet o algo parecido.
Ver películas y tal vez adquirir un nuevo celular. La idea de un Blackberry es una posibilidad a la que me resisto pero a la que mi trabajo me empuja. Odio este dilema. Es lo único de toda la lista.

Ya son las 10:30 p.m. Debo descansar. Me despido mientras veo con desdén la medicina que mami pone frente a mi, y pienso en lo que me pondré mañana para ir al trabajo.
Me tomaré una taza de leche antes de irme a acostar.

miércoles, abril 21, 2010

Una visita sorpresa


Este es mi amigo Ernesto Forteza. Es cubano. Trabaja como fotógrafo y algo más en el Listín Diario. Fue la primera persona con quién salí "a la calle", cuando todavía era pasante. Lo recuerdo muy bien: fue una entrevista a Lorena Oliva, una actriz de teatro de origen argentino. Estaba presentando una adaptación, en un monólogo, de "La Odisea" de Homero, en el Auditorio Patrick Hudson de El Dominico Americano. No tenía grabadora, porque se supone que sólo iría a contactar la entrevista. Pero ella estuvo dispuesta a dármela con todo y el cansancio de la presentación. Con su vaso higiénico de agua, con la respiración entrecortada y algo agitado en tono de la voz, Lorena conversó conmigo de lo más ameno, obviando mi novatada, mi falta de grabadora y mis manos sudorosas. Ernesto se mantenía distante, y de vez en cuando comentaba algo durante la entrevista, algo muy usual si le interesa el tema. Con el tiempo los dos hacíamos la entrevista... era encantador. Fue mi primera entrevista, la de Lorena y su Odisea. Y para mí ha sido lo mejor que he escrito. Mi primera publicación. Mi primera vez de ver mi firma "Nazaret Espinal" desplegarse orgullosa en una de las páginas del Decano. Recuerdo ese sábado. Me temblaban las manos mientras buscaba el artículo al que le habían dado media página. Lo leí, lo leí y lo leí, tantas veces pude ese día y al siguiente, encontrándole errores y pensando en una nueva forma de escribirlo. Estaba tan emocionada. Ernesto, de su lado, me dijo que le había gustado la foto. Pronto comenzamos a salir muy a menudo y nuestras salidas fueron verdaderas horas de diversión (a veces) y desahogo. Disfrutábamos el trabajar juntos y el día a día nos fue haciendo amigos. Los demás fotógrafos decían que yo sólo quería a Ernesto. Y en realidad, algo diferente me une a este señor de pelo blanco, inteligente, estratega y de grandes historias. Recuerdo en especial el viaje que hicimos juntos a Rancho Arriba, San José de Ocoa, para entrevistar en una "lead" informal a Don Hugo Tolentino Dipp. Fue hace poco, creo que a finales del 2008. La pasamos estupendamente e hicimos un buen trabajo de equipo. Nunca lo olvidaré. Este lunes pasó con dos amigos más por mi nuevo lugar de trabajo. Desde que salí empezó a tomarme fotos. Yo corrí emocionada a saludarles y a quien primero atiné a atrapar en un abrazo fue a Ernesto. La foto que encabeza este texto es el reflejo del momento. No pasaron bien los minutos cuando empecé a llorar. Ernesto entonces me besaba la cabeza, como hace un padre con su hijo, porque sepan que el dice que soy como su hija. Fue una gran sorpresa. Y quiero compartir las fotos que con tanto cariño me hizo para que me viera en mí ahora, nuevo lugar. Ernesto, con dolor, unos días antes de marcharme, me dijo que todo en la vida es un ciclo. Yo ya había cumplido el mío, insistía. Aunque eso no le agradara del todo. A pesar de ser una persona poco expresiva, puedo sentir su cariño incluso atravesando las distancias. Cosas como esa me llenan de fuerza en este tiempo de prueba. Gracias muchachos por su visita. No se imagina lo mucho que significó para mí. ¡Les quiero mucho!

lunes, abril 19, 2010

¿Qué significa seguir?

Por un momento pensé que se trataba de un artículo del blog que sigo. Con desilusión, descubrí que era un tema de blogger para explicar de que se trata eso de "seguir".
Sin mucho en la cabeza decidí hacer yo el artículo. Abrí el escritorio, hice "click" en "nueva entrada" y empecé a teclear. Lo que saliera estaría bien. En estos días tengo que sacar fuera, tengo que... dejar salir todo lo que entra a mi mente. Tengo que seguir.
Y, ¿qué significa seguir?
Luchar sin descanso, es decir, no darse por vencido.
Seguir escribiendo aunque nadie te lea.
Salir a la calle con una sonrisa a pesar de haber dormido mal y no tener dinero para comer y pagar el pasaje.
Seguir es corregir los errores. Conservar la calma cuando aparentemente lo haz perdido todo.
Es pintarse los labios de carmín, sentirse orgullosa y valorar lo que eres, después de terminar una relación de años. O después de años de estar sola.
Seguir es sacudirte el polvo, vendarte las heridas, olvidar lo pasado.
Es caminar con la frente en alto cuando acabas de perder el trabajo. Comerte un helado cuando no te fue bien en el exámen.
Seguir es soñar aunque tengas pesadillas. Escribir aunque no llegue la inspiración. Vestirte de rojo luego de un diagnóstico desfavorable de salud. Es perder la batalla pero tener ganas de pelear hasta morir.
Seguir es perdonar y sanar la herida aunque parezca que no tiene sentido. Es amar a aquel que te arrancó el amor.
Seguir es dormir cuando no sabes como pagar las deudas. Es soltar una carcajada cuando se te olvidó la cartera y todos tus cuadernos en el autobús.
Es levantarse temprano a tomar el café cuando el cielo amanece nublado o llueve.
Seguir es subirse el pantalón cuando hay que pasar un charco de agua y ponerse una funda en la cabeza si se te quedó la sombrilla en casa.
Es comerte feliz un helado de coco con batata si no hay para comprar un "Yogen Fruz".
Es "bajarte" y atar el cordón de los zapatos si no aparece quien lo haga.
Seguir es hacer de las cenizas tus alas para volar.
Tomarte el remedio de cebollas y sábila aunque no te guste.
Seguir es eso... seguir. Continuar, no detenerse, mirar hacia adelante, ponerse de pie después de caer... seguir. Tomarse el chocolate caliente agarrando la taza con las dos manos, sonriendo agradecida porque después de todo, si estás viva, entonces no estás vencida... Sigue.

viernes, abril 16, 2010

Vivir-morir

Este es uno de los salmos lúdicos de Yuan Fuei Liao. Lo copio no sólo porque me gusta, sino porque es tan verdad, tan real. Me llena de energía. Me recuerda que vale la pena morir, porque hace falta para ello estar ¡bien! vivo. Bien viva para vivir y para morir.

Dios:
Jesús me enseñó que
quien vive sin morir
muere sin vivir.
Sólo quien muere
sabe vivir,
y vive
quien sabe morir.
Para vivir
hay que estar vivo;
para morir,
¡tan-bien!

Transición


Cambié de trabajo. No sabía cuantos giros te da la vida cuando ésto sucede. Ha sido interesante. Escribo mucho y tengo muchas ideas. Mi mente no se detiene y todo lo que me rodea me inspira, me entretiene, me ilumina los sentidos. Hasta la nueva ruta para llegar hasta mi nueva casa de creaciones, trae sus propias historias. Todos los días surge una ocurrencia en el carro público. O en el puente peatonal que cruzo una esquina antes de la Defilló, encima del agitado tránsito y los trabajadores que retuercen el ánimo de los que pasan, con todas sus maquinarias pesadas y ruidosas.
La gente parece distinta. A veces me siento como si viajara en algún otro lado. Por cierto, me llevé tremendo susto este lunes pasado en la mañana, cuando viaja embutida en un carro público ruta 27 hasta el 9 de la Autopista Duarte. Justo llegando a la Avenida Abraham Lincoln la boca abierta de una serpiente gigante me roba el aliento y me deja totalmente desconcertada. El Parque Temático que se inventó nuestro querido Síndico, armó tremenda polémica dentro de aquel mundo destartalado y dísimil, que sentí pesar de pedir parada ante aquella discusión. Hay que ver que el dominicano sabe de todo, pero eso es otra cosa. La realidad es que el proceso de cambio, la transición, ha sido difícil, con todo y mis aventuras y las inyecciones de inspiración.
Extraño mucho a mis antiguos compañeros de trabajo. Aunque no me puedo quejar de mis nuevos compañeros. Me hacen reír... pero, como me decía anoche Don Brito, -a falta de que su hija Indhira me atendiera al teléfeno-: "los cambios siempre nos afectan... son difíciles. Es un proceso... pero ya pasará.... ". Si... ya pasará.
El cambio ha llegado además con una fuerte brisa dejándole a mi vida una hojarasca impertinente. Se ha nublado un poco el cielo y me dan ganas de estar lejos, de apartarme de todos, de dejar que la hojarasca cresca, que me arrope entera con sus hojas marrones y crujientes... pero sé que no debe ser así. Que tengo que levantar la cabeza y tomar la escoba y barrer, barrer, barrer, hasta el cansancio. Luchar por seguir adelante, sin dejar que lo "humano" me aniquile y me arrebaté el optimismo. Si. Seguiré creyendo en las personas, aunque me fallen. Perdonaré, porque es la mejor medicina para el corazón y es la llave del amor... Amaré, aunque parezca una locura, aunque me cueste la vida. Sonreiré, aunque se me salgan las lágrimas. No dejaré de ser sensible. No dejaré que mi corazón se vuelva una roca. Lucharé. Yo sé que esto es un mal momento. Sé que Dios me ayudará. Que juntos lograremos terminar la obra que Él ha empezado en mí.
A los que me conocen, a los que han estado conmigo, rueguen por mi. Lo necesito. Los necesito. No tomen en cuenta si les sorprendo con silencios, o hasta con dureza. Sigo siendo yo. La niña que sueña y que, porque a decido amar y luchar por lo justo, ha encontrado muchos tropiezos. Pero sigo siendo... yo.

miércoles, abril 07, 2010

¡Hola!

Una nueva canción empieza a sonar en mi tocadiscos. La escucho atenta y encantada. En dos palabras: estoy feliz y emocionada. Siento maripositas en el estómago y no precisamente tiene que ver con algún varón. No se trata de eso. La vida me sonríe y estoy enamorada de ella, de su cálida y dulce mirada, de su abrazo que me arrulla. Siento una inexplicable sensación en mi interior que me hace mirar al cielo con frecuencia, y otra vez sonreirle al cielo, a las nubes. Suena tonto, barato y sin esencia. Pero les conforto con un típico "yo me entiendo".
Es más o menos esto: estoy cerrando un ciclo de mi vida, y de una vez, se empiezan a abrir otros. En un chazquido de dedos. A la rueleta de mi asombro, dejándome boquiabierta.
"Este será un gran año", fue mi propio augurio la madrugada del primero de enero. Aunque con lágrimas en los ojos, esa primera madrugada me prometía muchos cambios, cosas nuevas... sin saber el tamaño que tendrían, me aventuré a aceptarlos en mi interior. Tamaña osadía.
Justo ahora, cual si fuera un cuento, siento la llegar a la última página y entrever la palabra "fin". Me tiemblan las piernas, se me encoje el estómago... uuyy. Pero se siente bien, muy bien. Ante mi se abre un horizonte mágico, lleno de sorpresas esperando-me.
Con humildad, puedo decir que estoy creciendo. Y lo mejor, estoy creyendo en mí. Estoy siendo testigo del amor de Dios. Reconociendo quienes son mis verdaderos amigos. Disfrutando de la aventura de la vida y conociendo un mundo por el momento, escondido y desconocido para mi.
Por demás, les dejo mi saludo. Desde hoy, alguien nueva les saluda. Dios hace nueva todas las cosas, y yo, por su Gracia, no soy la excepción.
Pero no tengan miedo. Sólo soy yo, renovada como las aguas de un río. A bordo de una montaña-rusa, achinando los ojos y abriendo los brazos al Sol.

martes, marzo 23, 2010

Estar viva


Emoción. Ganas de reír y llorar al mismo tiempo. Un sentir distinto, como si pudiera tocar el viento, tomarlo de la mano. 

Un horizonte nuevo se levanta frente a mis ojos. Tiembla el alma, el corazón grita, el cielo se aclara. Puedo ver. Tanto, que siento miedo. Hay una sonrisa anclada en los labios: tímida, tonta, ingenua. 

Sucede. No hay explicaciones lógicas, ni ilógicas. Pasa. Llega. Se aproxima. Te toca.

¡Una locura! ¿Será? ¿Por qué preguntas? ¿Por qué respuestas? 

La vida es como el fluir de las olas. Reciclar el agua. Dejarse llevar por la corriente Divina... no estancarse, y otra vez dejarse llevar. 

Empaparse del cristal de la lluvia. Llover con ella. Reflejar el Sol en sus gotas. Cristal infinito, transparente y puro. 

Abandonarse al latir de la tierra. Dejarse seducir por el fuego. Y otra vez dejarse llevar, sin resistirse. 

Soñar. Despertar. Vivir. Dejarse amar. Amar...  Estar viva. 



jueves, marzo 18, 2010

Les cuento...

He sentido unas ganas enormes de escribir,  ¡gracias a Dios! Estoy muy contenta del cansancio que tengo, porque significa que tengo algo que hacer. Y si tengo algo que hacer, es porque soy útil. 
Me encuentro en la antesala de uno de los tiempos más importantes de mi vida: la pascua. He tenido una cuaresma maravillosa. Una verdadera y llena de espinas, para la Gloria de Dios. Sonara a locura, pero en medio de las pruebas es donde se puede experimentar la misericordia y el poder de Dios.
Hay momentos en los que me he sentido como Jesús en el Getsemaní: angustiada, con ganas de salir corriendo. Y sin otro remedio que abandonarme completamente a la Voluntad de Dios. No porque quiera. Sino porque Dios es el que dirige mi vida y en ella se hace lo que Él diga, me guste o no, jejejeje!!
Estoy aprendiendo tantas cosas. Cada día trae enseñanzas escondidas en el gesto más sencillo. Me levanto y al abrir los ojos, le pregunto a Dios: "Dime, que sorpresas tienes hoy para mi". 
Lo digo con cara de niña traviesa y me imagino a Dios con su sonrisa de travieso.
Voy por las calles con los ojos bien abiertos y trato de disfrutar cada minuto, ya sea subida en una guagua de pie, apretujada, o en un carro público, o caminando, no importa. 
Siento en mi interior una fuerza que me sostiene. Una presencia que me acompaña en cada paso que doy. Me siento segura, tranquila. Dios está obrando, de eso no me queda la menor duda. 
El panorama a veces se empaña y de inmediato Dios manda su ángeles, (porque eso son mis amigos y la gente que me rodea: verdaderos ángeles) y siento que me levantan y las historia vuelve a tomar su curso. 

Chanfles!!! Ya me tengo que ir. Mañana les continúo la rola. ¡Ah! De paso aprovecho para pedirles que oren por la Pascua Juvenil, Misión Vida Nueva al Ritmo de Jesús... lo necesitamos muchísímo. Les confieso algo: tengo la convicción de que será inolvidable. 
Nos chequeamos. Y gracias a todos los que se han integrado a este humilde blog, expresándome su opinión y agrado. Gracias por leerme. Eso me ánima. 


martes, marzo 02, 2010

Yo creo en los ángeles

Este post empezó a existir a la 1:00 p.m. Comía un suculento puré de yuca con jamón a la plancha, preparado por mi madre. Entre bocado y bocado, pensé en ella, en Doña Luz. Me la imaginaba preparándome el puré, con toda su calma y su ternura. Seguro mientras lo hacía, pensó en mí y le puso un poquito de mantequilla y algo de agua fría para suavizarlo, tal como a mi me gusta. 
No les miento cuando digo que estaba delicioso. Si. No era nada del otro mundo, pero tenía el ingrediente más importante del mundo: el amor. Entoces, me puse ñoña y se me aguaron los ojos. Pensé: "mi mamá es un ángel". Y rodaban dos gotas por mis mejillas, mientras recordaba lo temprano que se levantó esta mañana para terminar de ayudarme a preparar la comida. De pronto empecé a recordar muchas de sus dulzuras, encerradas en detalles tan curiosos que sólo un alma sublime puede dar. Pensé en aquella madrugada que se levantó a verme. Yo estaba medio despierta y escuché cuando le dijo a mi padre: "Mírala. Está en la misma posición en la que se acostó". Entonces resolví que estaba espiando mi sueño, como cuando era niña y me enfermaba tan frecuentemente. Siempre iba con sus manos cálidas a toparme la frente o a cerciorarse que estaba respirando correctamente. Si me atacaba la tos, no pasaban 5 minutos para que llegara con una cucharada de azúcar a endulzarme. Me preguntaba si había podido dormir y si quería agua. 
Recuerdo también las veces que me despierta cuando me quedó dormida en el mueble o en la mesa, con la cabeza metida en el cuaderno y el lápiz en la mano. Me toca por la espalda y me ayuda a levantarme, mientras voy refunfuñando y caminando a tientas, media turuleca del sueño. Hasta que no ve que estoy acostada, ella no se duerme. 
¿Qué más prueba quieren? Mi madre es un ángel. Yo mientras vida tenga, no podré pagar sus desvelos, su preocupación por mi, su amor, su entrega, su bondad. 
Mi madre irá al cielo, porque de allí vino. Dios nos la prestó para que viniera a repartir milagros escondidos en cajitas de cristal: frágiles, humildes, invaluables. 
Pido a Dios que me ayude a ser mejor hija, más agradecida. Ojalá que pueda ser tan buena madre, tan buena esposa, tan buena mujer como lo es ella. Aunque lo dudo. Mi madre no tiene par. Recuerden: ella es un ángel.

lunes, febrero 22, 2010

Confianza


Hace días que magullo palabras en mi mente, sin dejarlas salir. He sufrido su encierro, pues si ellas, mis palabras, están presas, también lo estoy yo. Por eso sin pensarmelo mucho resolví escribir como fuera al menos algunas líneas para dejar salir a sorbos todo lo que he estado viviendo en estos días. 
Soy muy afortunada. Cada día trae consigo muchas aventuras, retos, sorpresas. Aunque tengo mis quejas, es mucho lo que le debo al transporte público de mi país. A pesar de lo ineficiente e insoportable que puede ser, no puedo negar que en estos días ha sido una fuente de oración, mi alivio, mi motivo de risas y una oportunidad para conocer personas. A bordo de una "Caribe Tours" en su ruta "31", vi uno de los amaneceres más hermosos de mi vida. Fue hace mas o menos dos semana. Iba de pie, en la "cocina" y cruzabamos el puente de la "17" en una guagua repleta de gente. De un momento a otro, estaba ahí. El sol se erguía tan hermoso en el cielo. Por un momento parecía salir de entre los árboles y mientras lo admiraba, me olvidé del tapón y fuí muy afortunada. 
Sus rayos apenas tocaban mi rostro. Cerré mis ojos y me sentí tan viva. Entonces recuerdo que empecé a darle gracias a Dios por la oportunidad tan hermosa que me daba de contemplarle a traves de la Creación. Pero sobre todo le agradecía que me hablara, pues sin duda en ese momento Dios me decía lo mucho que me amaba. 
Por un instante sentí tanta lástima de las casuchas que parecía rendirse a mis pies. De seguro muchos de los que allí se hacinan, no esperaban con tantas ansias este amanecer. Seguro muchos no tendrían nada que comer y este nuevo día simplemente sería uno más repleto de preocupaciones
Es triste si. Como triste son las sorpresas amargas que llegan cuando menos te la esperas. Por eso son "sorpresas". Como triste despertar con la angustia de estar anclado en el mismo puerto sin saber cuando por fin llegará el día de levar anclas y tomar nuevos rumbos. Si. He estado pensando en eso. Lo he estado viviendo. ¡Ah! Pero Dios no se ha olvidado de mi. No. Ha estado al pendiente de cada una de mis inquietudes para recordarme que debo confiar y esperar en Él. Y vaya que ha insistido. Saben que. Una vez me dolía mucho la cabeza, en una guagua. Estaba preocupada... y no sé cómo empecé a hablar de Dios con alguien y el dolor desapareció. Como por arte de magia. 
Es difícil a veces olvidarse del dolor que nos atrapa, que nos palpita. Pero es la única forma en la que Dios puede actuar: cuando nos abandonamos a Él y confiamos en su Providencia. 
El mejor de estos ejemplos lo acaba de dar una bebé de apenas cuatro (4) días de nacida. Ella ha hecho honor a su nombre, dando una gran lección. Se lo decía a su Papá, que es mi mejor amigo. Les cuento: Hubo un momento en que la madre de Lía Yireh estaba muy delicada. Nunca olvidaré el rostro de mi amigo, sus ojos, aquel jueves a las 10 y algo de la mañana mientras me contaba lo que sucedía. Hizo todo para contener sus lágrimas.... por mantener frente a mi su siempre actitud de confianza en Dios aun en el momento más duro... El no se imagina cuanto lo admiro... Su esposa corría peligro de muerte... y su beba que estaba en su vientre. 
Ante aquel cuadro sólo nos quedaba una opción: abandonarnos a Dios. Depositar en Él la intervención de Jenny, su alta presión arterial y los pulmones de la pequeña Lía. Sólo nos quedaba confiar en Dios. Y para su Honor y Gloria, gracias todo está bajo control. 
Fue hermoso como muchos nos unimos como soldados a esta batalla y para salir más que vencedores. Recuerdo como en un momento, mientras estaba en la clínica, esperando que Chiky, mi amigo, saliera en cualquier momento para darnos noticias, me invadió una gran paz. Tuve la sensación de que Dios mandaba su ángeles y tomaban las manos de quienes intervenían a nuestra hermana... y ya dejé de sentir angustia. Respire, levanté mi cabeza y sonreí. Dios lo tenía y sigue teniendo todo bajo control. 
Pese a las altas y bajas en esta montaña rusa que es la vida, sobre todo cuando se vive tras las huellas de Jesús, estoy convencida que pase lo que pase Su Gracia jamás me abandona. Sé que podré manterme en pie, dando la batalla, aunque a veces llore, como lo hizo mi amigo aquella mañana en mi hombro. Sé que esas lágrimas no son sinónimo de debilidad. Sé que me basta Jesús, pues si soy débil entonces es cuando Él es fuerte. 
No sé como, pero me abandono en las manos de Jesús. Pongo mi mirada en Su rostro y aspiro su perfume. Lo abrazo. Confio en Él. 

lunes, febrero 01, 2010

Seguirte Jesús

Ayer celebrábamos el día de la Juventud y elegimos el tema que titula este post como centro de la convivencia que tanto los grupo de oración Jesús amigo como Más que vencedores decidimos realizar para celebrarlo, y de paso dar a conocer un poco acerca del carisma de Don Bosco, personaje que inspiró esta fecha en nuestro país.

La experiencia, de manera personal fue maravillosa. Edificante y refrescante. A pesar de que al final del día cuando decidí escribir este comentario, estaba muerta de cansancio, me sentía renovada y convencida de que seguir a Jesús ha sido la mejor inversión y la mejor decisión que he hecho en mi vida. Y que, sobre todo después de haberlo pensado en estos días, no me arrepiento de estarle dedicando mis mejores años, mi juventud, mi ánimo para servirle y para predicar su Palabra. Mostrarles a otros esta Buena Nueva que, como dijo Jhonatan, el instructor, no vale la pena, sino que vale la vida.  Y como dice una canción: "...Cómo escapar de Ti, como no hablar, su Tu voz me quema dentro". Definitivamente, Jesús es lo mejor que me ha pasado y obedecerle a pesar de que muchas veces no entiendo sus caminos, sus decisiones, estoy convencida que estar a su lado es lo correcto y el secreto de la felicidad, de mi felicidad.

Confirmo mi llamado. Vuelvo a decirle que sí a Jesús. Estoy segura que quiero seguirle. Tan sencillo como se escribe y tan difícil como es en la vida real. Ayer, a través de mis amigos, de mis hermanos en Cristo, estuve tan alegre. El día fue, a opinión de algunos, excelente, para la Gloria de Dios. Yo les secundo. Y le agrego: fue maravilloso. Nada ostentoso nos caracterizó. Tuvimos a Jesús. Su presencia nos acompañó y que más podíamos necesitar. Lo que sentí me hace cantar como el salmista: “mejor es un día en tus atrios (o en tu casa) que mil fuera de ellos. Porque estar en el umbral de tu casa es siempre mejor, que habitar en los palacios”. Es así. No lo puedo explicar. Pero es así.

He tenido la oportunidad de experimentar varios estilos de vida. He saboreado un tanto la fama, la popularidad. He estado en grandes mansiones, he compartido con gente “importante”, de poder. He estado en fiestas, con todo tipo de comida, bebidas, música. He ido a buenos hoteles. He sentido el amor y la pasión de un beso. La adrenalina de hacer lo que te gusta, como en mi caso escribir, leer un buen libro, un buen poema. De bailar, que me encanta, de escuchar música. Pero nada de eso se compara con estar en la presencia del Señor, de sentirme amada por Él. Y mi intención no es restarle méritos a lo antes mencionado. Lo que quiero significar es que nada de eso tendría sentido si no va de la mano de Jesús. No sabe igual. Es como comer arroz o plátanos si sal. Bailar sin música. Es tenerlo todo y al mismo tiempo sentir que no tienes nada. Y sé que algunos de los que lean esto saben a lo que me refiero. No hay palabras que puedan describirlo. Esto hay que vivirlo. Prueba y verás que bueno es el Señor. Yo lo garantizo. Estar a su lado es vivir a plenitud.  Jesús, aquí estoy. Quiero seguirte. Conduce Tú mi vida.  

 

 

lunes, enero 18, 2010

De versos y locos

Yo no pensé que amaría tanto escribir. Pero lo que jamás imaginé es que me ataría la poesía.
A ella, a sus versos, como "los versos de un loco" de Presuntos Implicados, les dedico estas estrofas que salieron de su todo y del Todopoderoso que es mi fuente, mi manantial de Agua Viva.

Gracias al verso, a las palabras que lo construyen. En ustedes encuentro respiro en mi vida. La espera es más fácil junto a ustedes. A su compañía debo el elixir de mi existencia. Compañeros de insomnios, de lágrimas, de amores, de soledades, de utopías. Palabras que construyen versos, mi eterna amiga. Perdona mis olvidos. Perdona, no ser tan tuya, como eres tu tan mía.


De versos y locos

De unos cuantos días de pensarte y de sentirte lejos.
De buscar tu calor para mitigar mi frío...
El frío desordenado de los desamparados
El calor abrasante de la melancolía.

De intentar pescar en tu suelo fértil
darme de tus frutos un banquete
Exquisito son, en ellos me deleito.
Madrugada noctámbula, estrellas desnudas...

Qué lástima desperdiciarte.
Lamento perderte, condeno olvidarte.
Renunciar a tus horas, a tu regazo.
Al encuentro inolvidable, calmante de siniestros.

Siniestra la juvenud, primavera inocente
Que disfraza el hambre, pero quebranta y muele.
Que reparte migajas, que hechiza.
Yegua indomable, flor que se marchita.

Horizonte perdido... si no te encuentro.
Sentires aniquilados,
Pan que se va a la basura,
Alondras al vuelo.

Fama que como el humo, se esfuma.
Quimeras contigo: posibles.
No quiero más preguntas,
A ti te quiero, por el "verso" de mi vida.

Que de versos tengo el alma.
¿Qué de locos? Viviré en harapos.
Que vivir sin ti no puedo,
Moriré contigo, viva.