lunes, noviembre 23, 2009

Mis reales


No sé qué decir primero, si perdón o gracias. Ahora cobran sentido muchos sin-sentidos y se aclaran algunas tinieblas que nublaban mi razón. Mientras leía el Evangelio de la viuda que echaba sus dos reales, sentí algo que punzaba mi corazón. Justo ayer celebramos la fiesta de "Jesucristo, Rey del universo". Yo hice un comentario en el que lo declaraba "Rey de mi vida". Pienso y me río porque es muy fácil decirlo y escribirlo. Pero vivirlo... Que eso sea una realidad es muy distinto.

Llegan a mi mente las veces en que reprochaba y reclamaba a Jesús porque sentía que me estaba quitando las cosas yo más quería... Que equivocada estaba. No me daba cuenta que a las 'cosas' les estaba dando un valor por encima de El, incluso de mi. Son las cosas de Dios o es el Dios de las cosas. Aparece la contradicción. ¿Eres o no el Rey de mi vida? No tengo respuesta.

Esta lectura sobre la viuda que de seguro entregó lo único que tenía, lo que para ella era más valioso, me ayuda a decifrarlo. ¿Qué tanto seríamos capaces de sacrificar por Ti, Señor? ¿Damos todo o sólo lo que nos sobra? ¿Eres el Rey de mi vida o de una parte de ella? ¿O de ninguna?
Es más fácil amarte desde la comodidad de nuestros deseos. Cuando todo está como lo planeamos y tenemos 'todo' lo que queremos. Pero cuando nos toca sacrificar, como Abraham, lo más preciado, ¿somos capaces de seguir amándote, de confiar en Ti?
Si, creo que te entiendo. Es necesario que todo esté en orden. Y el orden es que Tu tengas el primer lugar. Nada más.
En este momento quiero entregarte mis reales. Esos a los que me aferro y que no me dejan amarte y darte el lugar que te mereces. Porque desprenderme de ellos es una muestra de que confio en Ti. Si me lo pides es porque me proveeras. Tu siempre tienes un mejor plan.

1 comentario:

Javi Melaza dijo...

Ufff... este escrito me llegó mucho, no sabes cuanto.

Saludos.