martes, julio 21, 2009

¿Locuras?


Intento explicar todo lo que me sucede. Es, si aplicamos el sentido común, una locura. Una cadena de soluciones llegan a mis problemas de una forma providencial. Debo reconocer que estoy aprendiendo a soltar y abandonarme a Dios. Trato de no mortificarme por lo que no pueda resolver y le doy gracias a Dios a pesar de todo, decidiendo enfrentar cada traba con amor y esperanza. Y los resultados han sido tan incríbles como inmediatos: cosas perdidas aparecen; injustas calificaciones, mejoran; preguntas difíciles tienen respuesta, enfermedades (no sólo físicas) tienen cura... en fin. He encontrado "una aguja lógica en un pajar de incoherencias"(cito a Matilde Asensi). Y esa lógica no es más que la voluntad de Dios. Si. La que me ayuda a aceptar y no a comprender. Resuelvo que es la mejor manera de ganarle terreno a lo incomprensible, en tanto aparece la respuesta.
Creyendo que estaba perdida, he encontrado un guia que me conduce por un camino, que aunque incierto, me parece seguro. El guia no es más que el Espíritu Santo. Su luz brilla tan fuerte, que hace del sendero más tenebroso, un paisaje tranquilo y seguro.
Como soy tan cobarde, mi Padre me ha regalado una armadura que es capaz de defenderme contra toda maldad: su amor. De manera que nunca me siento sola. Pase lo que pase, estoy convencida que mi vida está guardada en su amor.
Todo esto me parece una locura. Lo que vivo y lo que me falta por vivir. Las que cosas que me faltan por hacer y los planes que tiene Dios para mi. Me parece una aventura osada. Cumplir la voluntad de Dios, no es un "maíz". Pero sé que aunque me cueste, Dios proveerá y al igual que al pueblo de Israel, me defenderá, y veré la victoria que me ha de conceder. Su brazo no conoce la derrota. Estoy a salvo. Él, peleará por mi.

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