viernes, junio 05, 2009

Pon tu corazón, en el amor de El...

Me duele todo el cuerpo. Ayer me vacuné del Neumococo y a parte de que tengo el brazo izquierdo medio tumbado, siento una fiebresita que me invade por dentro. Quiero escribir, pero me pesan las ganas y el esfuerzo mental, jejeje!
Pero, con todo y resaca médica, quiero compartir algunas cositas.
Anoche, Dios volvió a estar GRANDE. Miguel Horacio estuvo compartiendo con quienes estuvimos presentes en Rebaño Joven, el grupo de oración de jóvenes que se reúne todos los jueves de 8 a 10 de la noche, en la Casa de la Anunciación.
Es indescriptible cómo Dios se manifiesta en nosotros y nos va renovando con el simple hecho de rendirle Gloria, a través de la alabanza y la adoración. Anoche hicimos eso. Nos postramos ante el Señor, para rendirle una adoración en Espíritu y Verdad. Dejamos que la espontaneidad nos abrazara y que el Espíritu fluyera a su antojo. Cada quien le rindió honor a su manera, en la libertad que nos da el Espíritu Santo de Dios.
Recuerdo, un momento en el que Miguel H. decía: "Dios es tan grande, que puede hacerse pequeño para entrar dentro de nuestros corazones. Que se mete en el basurero, en el oscuro abismo de la depresión, para sacarnos de allí". Oraba mencionando como a Él no le importa cuán lejos podamos estar, porque Dios siempre busca la forma de volver a llevarnos nuevamente a sus pies. ¡Bendito sea el Nombre del Señor! Y dijo esto: "los cristianos no nos 'tragamos un cable', nos comemos a Cristo".
Qué alegría es saber que contamos con un Defensor tan fiel y poderoso, que es capaz de lograr cosas inimaginables. "A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos" Efesios 3, 20.
Esta misma lectura me la dio el mismo Miguel Horacio hace cuatro años, en una pascua que se llamó: "Hemos venido a adorarte". La escribió detrás de mi gafete, y me dijo: "Dios puede hacer más". Y siento que en mi vida se ha cumplido esa Palabra. Dios ha hecho muchísimo más de lo que mi mente ha podido pensar, y su fuerza ha actuado en mi. Ha derrumbado dudas, ha roto las cadenas del miedo, me ha mostrado que de verdad obra con poder.
He sido testigo fiel, valga la redundancia, de su fidelidad, de su gran bondad sin distinción y a pesar de todo. Pero sobre todo de su gran amor. Ahí es donde ese barbú es GRANDE!!! Wao, es increíble lo que puedes ser y hacer con Dios. Ahora recuerdo otra cosa que mencionó anoche M.H, mas o menos: "el que tiene su vida o su corazón destruido, es porque está lejos de Jesús". Cruda verdad.
Por eso, todos anoches pedimos a "Jesús" más de El. Nos declaramos necesitados de su Amor, y nos postramos a recibirle, a corazón abierto, para que restaure aquello que fuera necesario.
Ufff!! Siento tanto gozo en mi corazón, en todo mi ser, que miren todo lo que he escrito! Me siento "físicamente" mucho mejor... ¡Gloria a Dios! Si que se las trae... jajajaja!
Así que con una mano arriba, y la otra abajo, porque todavía como que no la puede mover mucho, alabo al Señor. No importa. Deseo y espero (estoy a punto de sellar un compromiso, ay mi mai) que el día que no pueda alabarle, y mis hermanos no me vean hacerlo, sea cuando me marche a ser morada junto al Padre... Porque allá en el cielo nos espera nuestro gran amor, y las alabanzas serán eternas.
Cómo dice Martín Valverde: "Aún en la tormenta, aun en la tempestad, te alabo, te alabo en verdad. Pues sólo a Ti te tengo, pues Tu eres mi heredad. Te alabo, te alabo en verdad".

Señor, hoy quiero cumplir el propósito para el día de hoy, más allá de como lo propone el Rayito de Luz . Mas que llevarte en mi corazón, quiero llevarte en cada cosa que haga, que diga, que piense. Quiero llevarte en mis labios, en mis ojos, en mis brazos... para que todo el que me vea pueda verte, sentirte, escucharte, amarte. Amén.

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