domingo, enero 11, 2009

He vuelto

"He vuelto, después de tanto tiempo" dice una salsa de no recuerdo que salsero. Ya lo extrañaba. Si. Aunque para "alguien" pueda parecer extraño, este blog se ha convertido en más que un juego o un compromiso. Es una necesidad que me permite volar a mis anchas, sin cuestionarme ni editar mis ilusiones.
Unos 'asuntos de salud' me tuvieron un tanto ocupada desde que inició el año y con el dolor en mi alma, me vi obligada a guardar reposo. La muy osada enfermedad me quitó las fuerzas para escribir. Eso es mucho decir.
Gracias, y de verdad, gracias a Dios, me siento mucho mejor. (Tengo mis razones para reiterar el agradecimento). Estoy lista para iniciar -tardio, jejeje- este nuevo año con todas mis ganas. ¿Recuerdan el último post que escribí "juyendo" antes de irme para la última misa del año? Pues, a raíz de ese instante, desde que entré al templo de Santa María Reina, supe que dejaba atrás un gran año, pero estaba convencida que estaba a punto de presenciar uno igual o mejor.
Las palabras del Padre Miguel (me resulta raro llamarlo así. Hace poco de su ordenación) durante la homilía me lo confirmaron: "El que está en las manos de Dios, no se pierde". Se imaginan mi sorpresa. Esta frase hizo mella en mi vida a pocos meses de culminar el 2008. Y eran o son justo las palabras que Dios, sin duda, pretende seguirme mostrando.

Lo que más se tiene en la vida son dudas. Y ellas florecen justo cuando estamos culminando o iniciando "algo", en este caso, un año. Miles de cuestionamientos, de incertidumbres, nos retuercen. Y sólo de pensarlo, la cobardía nos gana la batalla.
Pero no. Yo estoy convencida que este año será maravilloso, como el Dios en el que yo creo. Sé que en sus manos, todo saldrá bien. No puedo dejar de decirlo. Y no lo haré.
Dice Saulo Hidalgo, un predicador católico, en uno de sus libros "¿Hacia dónde voy en la vida?": "Cada sueño exige valor... No permitas que el miedo te robe tus sueños". Yo no quiero, al menos, que el 'mio' quiera robárselos.

Quiero terminar con esta frase del mismo libro, que realmente me impactó: "Los ojos físicos tal vez le hacen ver en el espejo a un pecador fracasado y sin remedio; los ojos de la fe ven, en el mismo espejo, a un hijo pródigo, bien vestido, que lleva el anillo de la confianza devuelta en el dedo y el beso del Padre en su mejilla".

1 comentario:

Ivelisse Paulino dijo...

Que bueno que te sientes mucho mejor. Deseo k sigas mejorandote pues me preocupa tu salud, además de que te extraño muchisimo.