jueves, agosto 13, 2009

Xiomara

Xiomara es una señora que conocí hace varias semanas en una parada de autobus. Ambas estudiamos en el Dominico y vivimos por la misma zona. La noche que hablé con ella por primera vez tuve la sensación de que la había visto en otra parte. Su rostro me parecía tan familiar... Lo mismo le sucedía a ella. Entre palabra y palabra, Xiomara me fue contando su vida. Esa noche supe mucho más de ella de lo que sé de personas que "¿conozco?" hace varios años.
Nuestro encuentro fue coincidencia divina, o "diosidencia", pues adrede había dejado pasar la primera guagua y luego de que se me acercó, mantuve cierta distancia. Esa noche no me encontraba con el ánimo de hablar mucho. Pero Dios tenía otros planes y no puse resistencia. Retiré los audífonos de mis oídos y me dispuse a escucharla con atención. Estaba escuchando un programa en Vida que me gusta mucho. Más esa noche, Dios quería que escuchara otra cosa.
Bastó solo unas horas para que nos "cayeramos" bien. Al desmontarme de la guagua tomé sus números y casi siempre nos encontramos en la parada sin previa planificación.
Anoche volvió a suceder: tomamos el mismo bus. A pesar de que no nos tocó sentarno juntas, procuramos quedar en los asientos que dan al pasillo para poder hablar. Y hablamos, cantamos... a ella le gusta mucho 4x7, al igual que a mí. Recitamos casi todas las canciones de su último Cd. Entre nota y nota, entonamos algunas de Ambiorix Padilla, ya sentadas una al lado de la otra, nos predicabamos una a la otra nuestras experiencias vividas y lo mucho que nos habían ayudado esas canciones en algún momento difícil.
Xiomara, que tiene cerca de 50 años a los que se refiere orgullosa, es una persona dulce, bondadosa y locuaz. Ha tenido que atravesar duras pruebas y estar sola por muchos años. Es divorciada y sus hijos, los que no estudian fuera, ya se casaron. Pero en medio de todo, con su sonrisa de ingenua y su mirada algo cansada y ojerosa, lleva en su corazón el gran milagro de la fe. Es sencilla, aunque ella dice que no lo es. Tiene una gran intención de ayudar a los demás. De dar, como ella misma lo expresa, un poco de lo tanto que ha recibido del Señor. Anoche sin darse cuenta, lo hizo conmigo...
Al llegar a casa -luego de una larga charla después de desmontarnos de la "31"-, tuve una gran inspiración de adorar al Señor. Desde que llegué, me despojé de todo lo que cargaba encima, saludé y procuré a los míos (mi mamá y mi hermana veían el cartel de los sapos; mi hermano "chateaba" y mi papá veía entre sueños el juego entre los Phillies y Chicago. O mejor dicho, el juego de "Pedro"). Luego de ver que todo estaba bien, me puse cómoda, saqué mi Biblia preciosa y tomé en brazos mi bella guitarra. Abrí la Palabra y leí un Salmo. Una pequeña meditación y "Haz de mi tu fiel adorador" salía de mi voz y entonaba con mi lola en clave de sol. Es una canción de Ambiorix...
Más luego, tuve el deseo de cantar esta canción "El himno de Victoria", que Xiomara me cantó completito en la guagua. A ella le encanta. Algo confusa, lo tarareé. Toda la noche lo tuve sonante en mi cabeza, hasta que me dormí. Y esta mañana al levantarme despavorida a las 6:00 am (me retracé 15 minutos), lo primero que llegó a mi mente fue: "cada vez que el Mar Rojo tu tengas que pasar, llama siempre a ese hombre que te va ayudar..." más o menos dice así. Pasan las 8 de la mañana, y no he podido arrancarla de mi mente. Es de Danny Berrios y quiero compartirla con todos ustedes gracias a la ayuda de YouTube.

Canten conmigo "el himno de victoria", que le dedico especialmente a Xiomara. Que por cierto, si que nos hemos visto antes. En un retiro con Salvador Gómez, ella se sentaba detrás de mi. Dios nos ha vuelto a juntar. Algún plan tendrá.

Dios les bendiga y ánimo. ¡En Jesús somos más que vencedores!

http://www.youtube.com/watch?v=UAIwheGxt5E

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