martes, mayo 26, 2009

Inocente ilusión


Mil promesas rotas
Que no sabe si creer o no creer.
Jugar es a veces un asunto de adultos
Pero todavía ella es una niña.

Nubes lejanas
En un mismo cielo
Quieren tomarse de las manos
Quieren juntas llorar-llover. Llover llorar.

El amor, es el agua que riega
El fruto que cosecha
La mujer que es niña
Y que es mujer.

Tierras secas
Almas desiertas
Se buscan errantes
En latitudes paralelas.

Ella es una niña
Dale la margarita
No le robes la ilusión
se marchita su corazón.

Se le escurre de las manos
Tan suaves como durazno.
Sin querer se pierde
En laberintos de miedo.

La pequeña te pide
Que termines
Lo que empezaste
Lo que removiste.

Con tu mirada
Con tus manos
Aquel único día de abril
Del que sólo quedan otoños, hojas secas que crujen bajo las pisadas
y tus pisadas ausentes.

Se escuchan en la oscuridad
tus palabras,
tus silencios
que tienen más voz
que los ladridos de fuera.

Un día. Uno sólo.
La miraste,
y la niña
ya no quiere jugar.

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