viernes, mayo 22, 2009

Sólo sé que no sé


Estas últimas semanas han sido intensas. Exámenes finales, cierres en el trabajo, compromisos extracurriculares, batallas espirituales, promesas incumplidas, sentimientos revueltos, esperanzas, impaciencias...
Gracias a Dios, que de todo esto han surgido grandes inspiraciones. A pesar de "los tiempos" siento una gran esperanza. Dios me ha mostrado su rostro y me ha hablado directamente. No ha sido muy claro, pero insiste en el asunto de "confiar y esperar en Él". Yo, humana al fin, le pregunto, le exijo: "hasta cuando". Y siento que me dice, con una tierna sonrisa: "no importa el tiempo. Lo que sufres será poco para la alegría que tendrás".
Todo sacrificio por Dios, sin duda, vale la pena. Pero sucede que a veces es tan difícil saber que hacer: si actuar, si esperar y dejar que Dios actue. Si esperar y actuar y confiar en Dios. En resumidas cuentas, no sé qué hacer ni como hacerlo. No quiero renunciar y arrepentirme de hacerlo. Tampoco quiero seguir y equivocarme. No quiero tener una esperanza inútil. No quiero perderla... "Yo sólo sé que no sé nada".
Condúceme tu, mi Señor. Muéstrame el camino que debo seguir. Enséñame las cosas que debo hacer. Ilumina las decisiones que debo tomar. Dame el discernimiento para saber que es lo que tengo que hacer y que no. Pongo en tus manos mi vida, mis inquietudes, mi corazón... todo mi ser. Soy tuya. Haz lo que quieras. Que todo sea según Tu voluntad, y que yo sea capaz, con tu ayuda, de soportar lo que venga, gústeme o no. Quiera o no.
Quiero mantenerme de pie, ante la cruz que vivo y estar siempre como me decía el Padre Miguel, radiante. Que alegría, la esperanza, la paz, nunca se extingan. Que la fe sea mi gran escudo en esta batalla. Y el amor la espada con la que tengo que luchar. El amor... sobre todo el amor. Que pueda amar a pesar de todo y de todos.
Y lo más importante, vé conmigo Jesús. Nunca me dejes. Siempre a tu lado yo quiero estar. De tu mano jamás me quiero soltar.

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