domingo, diciembre 28, 2008

De Rayuela y otros sueños


Definitivamente, soy otra después de "Rayuela" de Julio Cortázar. Mi óptica literaria creo que está empezando a definirse y mi actitud como lectora y potencial ¿escritora?. Un sueño incierto, pero que igual, no me pesa.... Cada vez más romántica en estos días de invierno. Ahora me siento ávida de poesía. Empecé con Benedetti, sigo con Bécquer, Victor Hugo y estoy a punto de iniciarme con Rubén Dario.

Deseo tanto poder aquietar 'tantas' ansiedades... es como calmar una sed que al mismo tiempo no parece tener saciedad. Por eso quiero ir paso a paso, poco a poco. Como decía Napoleón: "vístanme despacio que voy deprisa".

Mi corazón está inquieto. Quiere anticipar lo que vendrá... mi mente no se queda atrás. Entre los dos me volveran un poco más 'besuña'. Cuánto ruego porque no lo consigan.

Yo quiero dejarlos volar, tanto como sus alas se lo permitan, pero con el temor de que puedan sufrir (sobre todo el corazón) ante indolentes que intenten lastimar su inocencia. Pero con las monjas aprendí algo: "El que no se arriesga, ya se está arriesgando". Eso es más que cierto. Cuántas veces creemos que el hecho de quedarnos con las manos cruzadas ante una situación, quiere decir que estaremos "a salvo". Es un grave error. A veces se pierde más, porque al menos cuando lo intentas, sabes si en realidad hiciste lo que tenías que hacer. Pero si no lo haces, siempre estarás con la duda de lo que hubiera podido ser. Esa ignorancia puede quedarse contigo y convertirse en largos años de arrepentimiento.


Hay que intentar, eso si, con prudencia, pero intentar, soñar. Decidir, tener ideales, metas, luchar. Declararte: decirle a alguien lo mucho que l@ quieres; unirte a algún grupo, cambiar de trabajo, iniciar una maestría, terminar una relación (hasta los 'finales' son buenos); leer más, perdonar... pedir perdón, sacar visa (jajajaja) para que viajes. Que se yo. Hay miles de cosas que intentar que estan esperando porque querramos intentarlo.


Yo, me voy por lo más sencillo: mejor todavía no les cuento, jejeje. Pero quiero amar y que Dios me sorprenda... Realmente me ha ido mejor dejándome llevar por Dios, y creánme que seguir sus caminos es todo un riesgo. Día tras día. Cuando menos te lo imaginas, sale con una de las suyas. Estás muy bien y tranquilo en algo y de repente... ¡zás! los planes cambian. El barco toma otro rumbo. "Quien dijo que sería fácil".


Me despido. Antes, unas líneas marcadas por mi, de Cortázar, que me encantaron:


"Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad..."

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