jueves, mayo 28, 2009

Luchar con esperanza

Me llamas a ser fuerte. A no afligirme "como hacen los demás que no tienen esperanza". (Tesalonicenses 4, 13b).

Gracias, porque conoces al dedillo, Jesús, mis debilidades, y me llamas en esta nueva etapa de mi vida a no tener miedo. Porque dices en tu Palabra que no nos has dado un Espíritu de timidez sino de fortaleza, de amor... (2Timoteo 1, 7).
Por esa razón, acudo a Tí, Señor mío y Dios mío, para que me vistas del Santo Espíritu, de la Promesa, del Consolador, el Protector. El Interprete (Juan 14, 26). Ese que nos dijiste que nos entregarías para que no quedaramos huérfanos (Juan 14, 18). Vísteme de Ti. Tu eres mi vida, Cristo, como decía Pablo. Y sé que en cada prueba el nos da "en su misericordia, un consuelo eterno y una esperanza feliz" (2-tesalonicenses 2 16). Por eso lo soporto todo (2timoteo 2, 10), y me precio de mis debilidades, para que me cubra la fuerza de Cristo (2 Corintios 12, 9B) porque la paz que nos da Dios, es mayor de lo que podemos imaginar (Filipenses 4,7). El señor es fiel, y nos preservará del Maligno, (2 Tesalonicenses 3, 3) que es el Príncipe. Pero ¡Dios es el Rey!
Soporto las dificultades como un buen soldado de Cristo (2-Timoteo 2,3) para poder decir como Pablo "he combatido el buen combate" (2Timoteo 3, 7). Sé que me basta su Gracia, pues Su mayor fuerza se manifiesta en la debilidad (2Corientios 12,9).
Hay que estar alegres, sin inquietarnos por nada (Filipenses 4, 4.6)

Llegó la hora. A dar la batalla.

"Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza; tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca". Efesiso 6, 10.
"Por encima de esta vestidura se pondrán como cinturón el amor, que lo hace todo perfecto". (Colosences3, 14).

¡Amén Señor!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te siento tan dentroo eres cmo mi aliento tan dulce al respirar llenaste el tiempo tragiste luz del cielo no encuentro tanta paz, quisiera verme en tu reflejo cada dia, y entre tus pasos seguir mi libertad hasta donde tu estas.Desde que tu llegaste sentir que me tocastee con tanto amor me iluminastee desde que tu llegastee mi corazon salvaste de un gran dolor que abia antes de ti"
gracias por hacerme reflexionar cada dia,eres una gran persona Dtb

Nazaret Espinal dijo...

Yazmin, hermosa!!! Me vas a hacer llorar... Gracias por tu cariño de lejos =D. Por tus palabras, tan bellas!! Te mando un abrazo y besos!
Como estás tu?