jueves, diciembre 18, 2008

Todo a su tiempo



Me resulta cada vez más difícil levantarme cada mañana. Siento que no bien cierro los ojos, cuando ya la alarma anuncia las inesperadas 5:30 am. Es una pesadilla "real". Pero hoy me hice de la vista gorda y me levanté a las seis. Lo que significa que llegué un poco más tarde al trabajo (ahora que tengo que ponchar; pueden creerlo). Igual, ahora que soy una peatona más, no puedo llegar tan temparano como antes y escribir estos "post" con la mente fresquesita. Es cuesta arriba llegar con la mente "contaminada" con tanto jamaqueo, hablarete, toques desesperados de bocinas... Eso que he intentado escribir en la guagua, pero a veces no puedo: estoy de pie. Cuando llego al trabajo, mis ideas estan revueltas. No se imaginan lo incómodo que es para mi. De todos modos, estoy tratando de adaptarme y buscarle la vuelta a este asunto.

Entremos en materia. Lo anterior no fue más que un desahogo a manera de prólogo. Hace tiempo que no lo hacía.
Les cuento que para mi cumpleaños los buenos deseos no pararon de llover. Todavía estoy recibendo "bendiciones", y ya hace casi dos semanas de mi aniversario. Esto no tiene nada de extraño. De lo que no me había percatado es que el 90 por ciento de los 'felicitantes' me dijo lo siguiente: "que Dios te conceda un gran amor"; "que el Señor te regale un buen muchacho para que te cases"; "que Papá Dios te conceda un novio, pero que sea bueno, porque tu te lo mereces"; "que te consigas un novio para que estés... ya tu sabes". Y así por el estilo.
En estos días alguien me dijo: "No te preocupes, que Dios te tiene guardado a alguien. Todo a su tiempo".
Hablando con mi 'hermana' Yaneris, caigo en cuenta de la "casualidad". Le digo: ¿Será que tengo cara de desesperada? Porque en verdad 'creo' que no lo estoy. Titubeo porque no puedo negar que a veces siento una cosquillita en el corazón cuando veo una pareja caminando y tomada de las manos. Me entra una ñoñeria boba ahora que hace frio, y siento que los abrigos no son suficientes... Eso lo admito. Pero de ninguna manera pienso desesperarme. Se lo explicaba a Yane, y ella está de acuerdo conmigo. Ambas estamos viviendo la misma situación... Por tanto, llegamos a la siguiente conclusión: Para que 'alocarse" con la primera persona que se nos cruce por el frente. Si hemos salido de una buena relación, porque bajar la guardia y rendirnos frente a un momento de soledad. De seguro que necesitamos este tiempo para revisarnos, para prepararnos para lo que 'venga'.
Para Dios un día es como mil años y viceversa. Por eso no es tan fácil esperar en Él. Pero estamos concientes, sabemos, creemos, que saber "esperar" en Dios tiene su recompensa. Por qué desesperarse, por qué abandonar lo que somos y rendirnos frente a nuestras 'pasiones' con el riesgo de herirnos, de perder una buena oportunidad. No es que estemos ilusionadas con un "principe azul". Eso no existe. Al menos yo sé que tal vez que me toque besar otros "sapos" (espero que no sean muchos jejeje!) antes de encontrar al "indicado". Nuestro punto es que a veces uno se busca dolores de cabeza que no estaban en el libreto de nuestra vida. El sabor que nos queda es tan amargo que puede terminar por envenenarnos la esperanza. Las ganas de amar.
Al fin, resolvimos por aguardar pacientes y sin dobleces. Siendo quienes somos y manteniendo nuestras convicciones, nuestros principios. Si es bueno lo que queremos encontrar, debemos buscarlo en un buen lugar. ¿Quién busca manzanas en una mata de limones?. Es ilógico verdad. Y como no quiero nada amargo...
Somos hijas amadas de Dios y sabemos que recibiremos conforme a su Sabia Voluntad.
Este es mi consejo. Y de seguro el de Yaneris también. Chicas y por qué no, chicos, no se desesperen. Las cosas buenas llegan, pero se toman su tiempo; mientras, hay que prepararse para recibirlas. Se auténtic@ y jamás pierdas tu dignidad por nadie. En la medida en que te ames y te respetes, así lo harán los demás. Busca, intenta, pregunta, pero no pierdas tu integridad. Bueno, cada quien tiene su manera de pensar, de ver las cosas. Así lo creo yo y me ha dado buen resultado. En esto y en todo en mi vida. Asi que nosotras, seguiremos esperando. Con los ojos puesto en Jesús.

"Y esperaré, pacientemente. Aunque la duda me atormente, yo no confio con la mente, lo hago con el corazón.
Y esperaré, en la tormenta. Y aunque tardara su respuesta, yo confiaré su providencia. Tu siempre tienes el control".

PD: Sin duda, el lema de este año será: aprende a esperar y a confiar en Dios.

3 comentarios:

Lia dijo...

Hermana, esta vez si me llegaste profundo! estoy en la misma situacion, aveces uno vive cosas y piensa que es la unica persona que esta asi y no, hay miles y tu post me lo confirma, cuando me entran esas desesperaciones, hago lo mismo reconfortarme en Dios y esperar...es dificil pero es la mejor opcion...gracias por escribir algo taaan lindooo y que funciono como un mensaje para mi!

Nazaret Espinal dijo...

Amén lily! Dios es nuestra gran esperanza. Tenemos que confiar en Él.

Gracias a tí por tu "comment". Un abrazo!

Yaneris Michel dijo...

Amén, hermana!!! Si acaso nos quedamos en la soltería perpetua, al menos nuestra espera paciente en Dios sirve de testimonio para otras (os) que ya estaban perdiendo la paciencia. ¡Animo! "que Dios te da lo que tu corazón desea".