viernes, julio 18, 2008

El Discurso



No tuve chance de escucharlo anoche, porque estaba en la calle, cojiendo la lucha obligada del que anda a pie. Imagino que sus propuestas de austeridad, disminución de salarios lujosos y el aumento de los sueldos mínimos, las anunció mientras yo hacía malabares para no soltarme del "tubo" de la guagua con cartera, libros y mi bultito de comida, hasta que un "cristiano" tuvo la gentileza de socorrerme para que no me fuera de boca.

Esta mañana, me quiero poner "al día" para al menos poner unas pinceladas de su alocución "alentadora" en este espacio. Enciendo el televisor y sintonizo el canal 9. Pongo Hoy Mismo, más por la costumbre que por el deseo, confieso. Pero mi papá empieza a proferir sus comentarios "en contra" de estos que considera "tumba polvos" del gobierno, mientras se prepara para colar el café. Pero lo dejo puesto y le pido que me deje oir lo que dicen. No me hace caso. Cuando deja puesta la cafetera colando el restaurador de mi cansancio, me quita el canal y pone a Huchi, que considera menos baboso que los otros, en palabras de él. (Perdón Papi). Lo primero que escucho es que el plan de austeridad propone el paro de las obras de infraestructura, exceptuando las que ya tienen un 75% de realización. Ah! y que reduciran en un 25% la propaganda del gobierno.
Mi papá suelta la lengua y dice: "porque no la eliminan. Quien necesita eso". Lo mismo hace Huchi. Parecen estar pensando lo mismo. Yo lo miro, mientras disuelvo el azúcar del café. Si continúa hablando no me va a dejar escuchar. Dan las 6:40. Debo apurarme. En eso sigo escuchando lo que más arriba les dije que imaginaba cuando estaba en mi travesía pública.

Mi mente empieza a procesar la información, pero no puedo soltar ningún comentario personal, ni en favor ni en contra. Esperaré las distintas opiniones de los "expertos" durante el día, mientras le doy vueltas a la mia. Sólo les puedo decir que no es un secreto la gran crisis que nos hace frente. Es necesario que nos ajustemos los pantalones y tomemos todos medidas, sin ojos de colores partidarios. Que este discurso sea o no una "mofada", una bufonada de nuestro retórico Presidente y de su Gabinete y Secretarios sin Cartera, no es que no debe preocuparnos, pero no podemos quedarnos en las críticas sin soluciones. Estaríamos igual o peor que ellos.

Desde nuestro lugar de los hechos tenemos que denunciar y anunciar ideas, proyectos que garanticen el bienestar de nuestra nación. Pequeñas decisiones pueden hacer la diferencia. Aunque mientras sigamos dependiendo... estaremos debajo de una neblina sin esperanza de que se disipe.

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