Lo necesitaba. Un remenión, un jamaquión, algo que me despertara, que me sacara de mi "abstracción". Dios lo hizo esta mañana a través de su Palabra. ¡Qué fuerte! ¡Qué verguenza! Me me lo merezco y voy a hacer todo lo posible por enmendarme.
El asunto está en "las migajas" como decia la reflexión del Rayo de Luz. En los detalles. Me estoy perdiendo en ellos. Mi profesor de inglés dice: "The devil is in the details". Justo ayer lo mencionaba, una y otra vez. Cuánta razón hay en ello. Estoy desperdiciando muchas cosas de mi, sobre todo mi tiempo, cuando lo pierdo innecesariamente quedándome despierta hasta altas horas de la noche, para luego estar al otro día agotada. Yo que necesito, que debo descansar más de lo normal... y si quiero servir al Señor, tengo que tener fuerzas para hacerlo.
Y eso es sólo una parte, pero de la que se derivan muchas otras más... Cuán importante es el tiempo... Dios!!
Tremendo golpe. Ahora siento que es muy tarde para solucionar algunas cosas... yo siempre pidiéndole un chance a Dios y como que no me atrevo a pedirle otro más... siempre le quedo mal. Pero quiero enmendar. Asumir la responsabilidad de mis actos y dar la cara.
Yo y mis cosas. Mi extraño y adorable mundo.
Nos chequeamos. Hoy, no hay tiempo que perder.
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