La vida es un viaje, en la que cada uno somos "pasajeros". Durante nuestro paso ocurren un sin fin de aventuras increibles, algunas dignas de contar, otras, no tanto. Y, desde mi lugar de los hechos, quiero mostrar -a veces con alma de poeta, con nostalgia, dolor, alegría o música- todo lo que se me o me ocurra. Tal como soy: versátil, sencilla y auténtica.
viernes, mayo 29, 2009
300 y con ganas de seguir
Anoche fue una noche muy especial para mi. Inolvidable, pues Dios a través de su Espíritu Santo, renovó su voto de amor por mi, me mostró su Divina Misericordia. Me acordó que El no se olvida de mi, y que conoce mis necesidades más que yo misma. El sabe cual es mi mayor temor: el miedo. Y está dispuesto a llevárselo. Y yo, abrí mis brazos, y con ellos mi corazón, para que soplara su Espíritu dador de vida, para que me renovara, diera vida a mis "huesos secos" y aliento a mis tribulaciones. Y "el Espíritu de los cuatro vientos" sopló con fuerza aires que se lo llevaron todo y lo renovaron todo. Dios se derramó grandemente y me mostró su infinito amor por cada uno de nosotros, que somos sus hijos amados, a los que El ha llamado.
No tengo palabras para expresar la paz que sentí y que siento todavía en estos momentos, a pesar de las angustias, dificultades y trabas que han ido surgiendo en estos últimos meses, semanas. Y la alegría, el consuelo de saber, que Dios es 'mi Dios', que me ha rescatado, que me llamó por mi nombre, que me dice que daría su vida por mi (y si que lo hizo). Qué es capaz de llevarse todos mis miedos, y que me fortalece y capacita para todo lo que venga.
No importa cuán difícil pueda parecer la prueba, sé que todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Por Él, venceré.
Soy una nueva criatura desde que Dios entró a mi vida. Cambió mi tristeza en danza. Y ayer, volvimos a recordar juntos ese voto... Me confirmó cual es su propósito conmigo. Cuando me acerqué a que oraran por mi, Dios sabiamente no me dijo lo que yo esperaba, a través de esa persona. Ese "tiguere" fue más allá y consoló lo verdaderamente importante. No se fue por las ramas, sino que fue a la raíz. ¡Wao! Una muestra, repito, de que sabe más que yo que es lo que necesito.
Gracias papito Dios. Estoy muy contenta. Pero esta paz... es lo que más me soprende. Hasta estoy asustada, jejeje! Lo que pasa es que sé que estás conmigo. Estamos juntos en este lío, y no tengo porque temer. Pase lo que pase, tengo valor, porque Tu Señor vas conmigo. Superaremos todo lo que venga... y proveeras. Si que lo harás. Anoche, precisamente, pensé que no iba a tener dinero para el taxi... Tarán!! Y justamente, ni un peso más, ni uno menos, tuve el monto exacto para pagarle a taxista... sin saber, pues pensé que tenía menos... en verdad. Fue "cheliaó" pero alcanzó, y eso es lo que importa. Gracias por eso también, Papá.
Confio en que todo saldrá bien. Tengo que ponerme las pilas en muchas cosas y abandonarme a ti. Y eso es lo que voy a hacer. Que sea Tu Voluntad, no la mía. Aunque me duela. Por los resultados, me he dado cuenta que es mejor llevarme de ti, aunque al principio no le encuentre mucho sentido, jejeje!
Bueno. Eso es todo por hoy. Pude "hablar" de la cementera en Los Haitises (tenía como ganas de eso), o sobre el pánico que "cunde" por la gripe porcina. O sobre algún libro interesante. Sobre el fenecido Miguel Cocco, con el que me siento en deuda por no escribir nada después de su muerte. Sobre tantas cosas pude escribir. Pero nada se compara con el amor que siento por Dios. No lo puedo evitar. Por eso, el número 300 de hoy, es en honor al que hace posible que yo sienta el deseo de teclear cada mañana. Más aún. Al que me da deseos de vivir.
jueves, mayo 28, 2009
Luchar con esperanza
Gracias, porque conoces al dedillo, Jesús, mis debilidades, y me llamas en esta nueva etapa de mi vida a no tener miedo. Porque dices en tu Palabra que no nos has dado un Espíritu de timidez sino de fortaleza, de amor... (2Timoteo 1, 7).
Por esa razón, acudo a Tí, Señor mío y Dios mío, para que me vistas del Santo Espíritu, de la Promesa, del Consolador, el Protector. El Interprete (Juan 14, 26). Ese que nos dijiste que nos entregarías para que no quedaramos huérfanos (Juan 14, 18). Vísteme de Ti. Tu eres mi vida, Cristo, como decía Pablo. Y sé que en cada prueba el nos da "en su misericordia, un consuelo eterno y una esperanza feliz" (2-tesalonicenses 2 16). Por eso lo soporto todo (2timoteo 2, 10), y me precio de mis debilidades, para que me cubra la fuerza de Cristo (2 Corintios 12, 9B) porque la paz que nos da Dios, es mayor de lo que podemos imaginar (Filipenses 4,7). El señor es fiel, y nos preservará del Maligno, (2 Tesalonicenses 3, 3) que es el Príncipe. Pero ¡Dios es el Rey!
Soporto las dificultades como un buen soldado de Cristo (2-Timoteo 2,3) para poder decir como Pablo "he combatido el buen combate" (2Timoteo 3, 7). Sé que me basta su Gracia, pues Su mayor fuerza se manifiesta en la debilidad (2Corientios 12,9).
Hay que estar alegres, sin inquietarnos por nada (Filipenses 4, 4.6)
Llegó la hora. A dar la batalla.
"Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza; tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca". Efesiso 6, 10.
"Por encima de esta vestidura se pondrán como cinturón el amor, que lo hace todo perfecto". (Colosences3, 14).
¡Amén Señor!
miércoles, mayo 27, 2009
El poder de tu amor
Esta canción la escuché por primera vez en el grupo de oración "Rebaño Joven". Recuerdo aquella experiencia, y me engranojo. Hay una partecita a la que nunca le había puesto atención. La cantaba mal. Dice: "Y al esperar nuevas fuerzas yo, tendré..." Yo cantaba: "y al despertar nuevas..." La diferencia era una palabra. Justo hoy, en ese pedacito, me detuve, para escucharlo bien. ¡Qué sorpresa (y alegría) me llevé cuando descubro claramente que la palabra es esperar. Dios, que sigue hablándome a lo más profundo de mi corazón, me confirma que estoy haciendo lo correcto, que mis pasos van por donde es, "por el camino amarillo" como Dorothy.
"Y al esperar, nuevas fuerzas yo, tendré.
Y me levantaré, como las aguilas, por el poder de Tu amor".
"Tengo esperanza y estoy seguro de que no seré defraudado", dice Pablo en su carta a los filipenses, cuando se hallaba en la cárcel.
¡Gracias Dios! ¿Quién como Tu? Tu eres mi refugio, mi fortaleza, mi escudo, mi roca firme. Hay quién iré, sino a ti. Gracias por el poder de Tu amor. Gracias, porque eres mi GRAN ESPERANZA. La que nunca falla. ¡Te amo!
martes, mayo 26, 2009
Inocente ilusión
Mil promesas rotas
Que no sabe si creer o no creer.
Jugar es a veces un asunto de adultos
Pero todavía ella es una niña.
Nubes lejanas
En un mismo cielo
Quieren tomarse de las manos
Quieren juntas llorar-llover. Llover llorar.
El amor, es el agua que riega
El fruto que cosecha
La mujer que es niña
Y que es mujer.
Tierras secas
Almas desiertas
Se buscan errantes
En latitudes paralelas.
Ella es una niña
Dale la margarita
No le robes la ilusión
se marchita su corazón.
Se le escurre de las manos
Tan suaves como durazno.
Sin querer se pierde
En laberintos de miedo.
La pequeña te pide
Que termines
Lo que empezaste
Lo que removiste.
Con tu mirada
Con tus manos
Aquel único día de abril
Del que sólo quedan otoños, hojas secas que crujen bajo las pisadas
y tus pisadas ausentes.
Se escuchan en la oscuridad
tus palabras,
tus silencios
que tienen más voz
que los ladridos de fuera.
Un día. Uno sólo.
La miraste,
y la niña
ya no quiere jugar.
lunes, mayo 25, 2009
¡Hola señor Sol!
No te imaginas lo alegre que me sentí cuando te ví de camino al trabajo. Creo que por las calles muchos al verme pasar, me tildaron de loca, porque me vieron sonreirte. Y mi sonrisa sigue intacta. ¡Estoy tan feliz de verte! Me haz hecho tanta falta. No sé por cuanto tiempo te veré hoy. Si te volveras a ocultar entre las nubes una semana más, unos días más. Pero aprovecho el instante en que te tengo para hacerte saber que me encanta verte, sentirte acariciar mi rostro cuando voy caminado. Cuando tu resplandor se conjuga con el viento y rozan mi pelo y me siento tan viva. Cómo no extrañarte. Si con tu ausencia te llevas una parte de mi. Y sé que estás, aunque no te vea. Pero, necesitaba verte. Ya era hora. Haz aparecido en buen momento. Como una respuesta divina.
Me despido por ahora, señor sol. Gracias por brillar en este día, para mi.
viernes, mayo 22, 2009
Sólo sé que no sé
Estas últimas semanas han sido intensas. Exámenes finales, cierres en el trabajo, compromisos extracurriculares, batallas espirituales, promesas incumplidas, sentimientos revueltos, esperanzas, impaciencias...
Gracias a Dios, que de todo esto han surgido grandes inspiraciones. A pesar de "los tiempos" siento una gran esperanza. Dios me ha mostrado su rostro y me ha hablado directamente. No ha sido muy claro, pero insiste en el asunto de "confiar y esperar en Él". Yo, humana al fin, le pregunto, le exijo: "hasta cuando". Y siento que me dice, con una tierna sonrisa: "no importa el tiempo. Lo que sufres será poco para la alegría que tendrás".
Todo sacrificio por Dios, sin duda, vale la pena. Pero sucede que a veces es tan difícil saber que hacer: si actuar, si esperar y dejar que Dios actue. Si esperar y actuar y confiar en Dios. En resumidas cuentas, no sé qué hacer ni como hacerlo. No quiero renunciar y arrepentirme de hacerlo. Tampoco quiero seguir y equivocarme. No quiero tener una esperanza inútil. No quiero perderla... "Yo sólo sé que no sé nada".
Condúceme tu, mi Señor. Muéstrame el camino que debo seguir. Enséñame las cosas que debo hacer. Ilumina las decisiones que debo tomar. Dame el discernimiento para saber que es lo que tengo que hacer y que no. Pongo en tus manos mi vida, mis inquietudes, mi corazón... todo mi ser. Soy tuya. Haz lo que quieras. Que todo sea según Tu voluntad, y que yo sea capaz, con tu ayuda, de soportar lo que venga, gústeme o no. Quiera o no.
Quiero mantenerme de pie, ante la cruz que vivo y estar siempre como me decía el Padre Miguel, radiante. Que alegría, la esperanza, la paz, nunca se extingan. Que la fe sea mi gran escudo en esta batalla. Y el amor la espada con la que tengo que luchar. El amor... sobre todo el amor. Que pueda amar a pesar de todo y de todos.
Y lo más importante, vé conmigo Jesús. Nunca me dejes. Siempre a tu lado yo quiero estar. De tu mano jamás me quiero soltar.
miércoles, mayo 20, 2009
Visita al Museo de la Radio y la Televisión
A mis compañer@s de clases que esperaban con ansias las fotos. Aquí estan, al fin!! Una de cada espacio. Las que no publiqué es porque salieron movidas. Espero les sirva. Cualquier duda, me dejan un comment, y yo les respondo.
Ya saben, estudien para el exámen del viernes... ofrécome, cuánto trabajo dejó el profesor!
See you there, my partners...
lunes, mayo 18, 2009
Adiós Mario...
Si, permíteme llamarte amigo. Disculpa, pero tu tienes la culpa. Sin buscarlo, tus palabras impresas marcaron mi vida. Tu inspiración traducida en bellas estrófas o en ligeros y amenos párrafos, se clavaron en mí haciendo una "mancha indeleble", cito a Gaviño. ¡Oh! Y no creas que te culpo. Te lo agradezco. Le agradezco a la providencia divina que te cruzaras en mi camino; que me consintiera tropezarme contigo, viejo amigo. Que me dejara conocerte y conocerme. Que me hiciera sentir orgullosa de ser una irremediable bohemia y romántica, con un futuro incierto entre poesías libres, o con rima, o sin rima, o sin nada.
A ti Mario, a ti principalmente, y a tu "corazón coraza", a tu "borra del café" a tu "canal interoceánico" a tu "amor de tarde", le debo el al fin despertar de la crisálida que se convirtió en mariposa; la que se atrevió a abandonar el capullo a cambio de la libertad que le brindaba el cielo. Mi mariposa, Mario, ahora vuela con el viento en las verdes praderas que le da la primavera. Para ella siempre hay flores donde posarse, gracias a ti. La mariposa de mi inspiración quiere siempre volar. Y cuando le faltan las fuerzas, se acuerda de ti, querido Mario. Permite que te llame así.
Déjame despedirme. No sé como hacerlo, te confieso. Siento que nunca te irás. Así como en la distancia "interoceánica" siempre te tuve cerca, así tu partida en convoy con tus versos y tu melancolía, hacen cada vez más viva la llama de tu vida, en la mía. Una que nunca se extinguirá. Sobre la amiga muerte en la que ahora yaces, se encuentran tus memorias. Ahora serás más inolvidable. Con la muerte (lo sabes) sólo se inmortalizan a los grandes en el tiempo. Aquellos como tu, mi querido Mario.
No te extrañaré. Ya te extraño. Te deseo buen viaje: amigo, querido, Mario.
jueves, mayo 14, 2009
Oración
"Como el Padre me amó, Yo os he amado. Permanecer en mi amor, permanecer en mi amor..."
Aquí estoy, dando la batalla. Queriendo permanecer aún cuando siento que no puedo. Pero, como esta "vaina" no es de sentimientos, sino de realidad y convicción, no me queda más remedio que "caerte atrás" Dios. Si. Mi única condición, lo único que te pido es que, por favor, en tu infinita misericordia, me ayudes a soportar lo que venga. Sigo en la espera... Mal o bien, eso sólo lo sabré con el tiempo. Yo hago lo mejor que puedo, lo que creo. Pero si es de Ti, Señor, que SI o No, pues no me queda más remedio que aguantar con firmeza, esperanza y fe; consciente de que todo lo que sucede, tiene un motivo.
Ahora mismo se me acaban los argumentos (y las acciones). Estoy como sin saber que hacer. Ya tu sabes Jesús. Vas a tener que coger más lucha conmigo porque tendrás que decirme todo lo que tengo que hacer, jejeje! Y yo soy medio lenta, tu lo sabes mejor que nadie. Me toma tiempo "llevarme" las puyas que me tiran, por más clara que sean. Así que ten compasión, y sé directo por lo menos una vez. Esto de las parábolas es para superdotados (chanfles, entiendo a los pobres discípulos), y mi coeficiente apenas llega al nivel necesario para sobrevivir (jejeje).
Ya tu sabes, estoy abriendo mis sentidos, atenta para escucharte, para ver...
Mientras, te dedico esta canción Señor. Te la estoy cantando desde anoche. Ya Tu sabes, nos seguimos hablando. Te amo.
En esos momentos
En esos momentos en que todo me cuesta,
en esos momentos en que no es fácil seguir.
Cuando quiero sentirte, saberte a mi lado
pues a veces me siento muy desanimado.
En esos momentos cuando todo se nubla,
En esos momentos en que ni yo a mi me entiendo.
Pues no sólo en las buenas yo debo seguirte,
No sólo si creo que lo puedo hacer.
Cuando llore o cuando ría te debo ser fiel,
De noche o de día te debo creer.
No es fácil seguirte, necesito de Tí,
Yo solo no puedo, no puedo sin Tí.
Te necesito para poder seguir,
Te necesito para vivir.
Sólo Tu puedes vencer mi soledad.
Sé que me escuchas,
que Tu me consuelas
Y que, me sostendrás
Que Jesús, Tu vas junto a mi.
miércoles, mayo 13, 2009
Silencio, inspiración...
Si me permiten desviarme, quiero decirles que me gusta el silencio. He aprendido a encontrar en él una dulce compañía. Dios me ha hablado tanto en el silencio. Y cuando lo contemplo, no me siento sola. Es extraño, pensaran. Pero es así. Creo que no hay una voz que hable más que la del silencio. Dicen que el silencio también es una respuesta. El tiene su propia voz. Siento que me consuela. Y cuando alguien me acompaña en el silencio... no puedo describirlo.
Así trasciende el día. En la ausencia del silencio. Falta tantas horas para que pueda escucharlo otra vez. A menos, que... A menos que Dios me sorprenda y busque un espacio en el silencio. Como cuando me escapo a lo que he denominado "mis aventuras a la Anunciación". Amo esa huida de todo y ese encuentro con Él. No me importa toda la lluvia que cae y humedece mis harapos, cada vez que voy. Con ciertas excepciones, debo admitir. De todos modos, no me importaría que lloviese. Eso hace más interesante y arriesgada la travesía. Dios es todo un maestro del entretenimiento. Si que sabe sacarnos de la monotonía.
Al llegar la noche, tomo un momento para encerrarme en el baño. Ya una vez confesé por este medio, que es otro de mis lugares de "encuentro" y de reflexión. Yo hoy espero la noche. Espero ver la Luna. Espero que no llueva. Hoy quiero ver las estrellas. Sola, si. Suspiro.
Siento una profunda pena. Apenas empiezo sentir fluir la inspiración que baja por mis dedos, debo interrumpirla. El deber me llama. Y, para mi tristeza, me debo a él más que a estas inspiraciones, que no me dejan más que una satisfacción personal... Y que de seguir así, llevándome de mis 'gadejos' de escritora, poeta y loca, perderé mi trabajo, jejeje. Tiene razón mi tía. Seré feliz, pero seguramente moriré pobre. Jajajaja!
lunes, mayo 11, 2009
PAZ
Tomé la toalla. Caminé al baño. La batalla mental ya había empezado. No quería pensar. Ahora las armas apuntaban a mi sensibilidad, a mis sentimientos. El E, hiere en mi fragilidad y se anota un punto a su favor. Lo sabe. Lo sé.
El café de hoy esta delicioso. Las galletas Bagley con las que lo acompaño, también. Tomo el último sorbo complacida. Es el primer momento en que siento disipar mi tormento. Mi mente por esos segundos sólo pensó en lo bueno que le había quedado el café a mi Papá.
Antes de marcharme, miro la Biblia. Esta en el sofá pequeño que se puede ver desde la calle. Lo miro como si mirara al mismo Dios. Le digo algo, que guardo para mis adentros. No puedo llevarla comingo. Mi cartera es muy pequeña y ya va muy pesada. Ahora me arrepiento.
De camino, Juan Luis Guerra y "Sólo tengo ojos para tí" nublaron la distracción empeñada que tenía para burlar mi "cosas". Luego "Burbujas de amor" remató. El especial de dos a las 7, había iniciado, para la alegría de mis amigos, y para despertar la melancolía que llevaba atada. Salí del vehículo. Mire al cielo. "Dios", sólo pude decir.
La batalla sigue, me persigue. El E, me tienta, no quiere que ore. Me ataca, me hace sentir inútil, insensible y sensible a la vez. Siento tristeza. Lo ha conseguido, pienso. Pero no. A pesar de todo, lloro orando al Señor para que aparte todo pensamiento que vaga en mi mente. Le pido fuerzas, ya las mías se agotaron, pienso. Recuerdo a San Pablo.
Sé que mientras más cerca quiera estar del Señor, mientras más el Señor demande de mi. Mientras más reciba de Él, más fuertes serán los ataques de El E,.
San Pedro, en una de sus cartas, me recuerda que debemos estar alegres de compartir la cruz de Cristo, si el sufrimiento que padecemos es por El, pues recibiremos "grandes alegrias".
Enciendo el computador. No quiero, pero necesito escribir. Para el momento en que ya había iniciado, una paz invadió mi corazón. "Gracias". Teclear me ha dado calma... (me detuve un segundo para saborearla, con los ojos cerrados).
"Paz en medio de la tormenta". Pienso en el título de la canción. Chiky menciona esa frase el pasado sábado para decir como se siente a pesar de todo lo que está atravesando. A eso aspiro. A encontrar, a tener paz en medio de la tormenta.
Sigo en pie, con mi lucha. Carcomida en parte por la angustia de la espera... Siento paz. Miro y no veo nada. Me siento impotente, sin saber que hacer, que decir. Pero siento paz.
"Esto a penas comienza", pienso y rio.
La vida continúa. La mañana despierta hermosa, tranquila. Los vehículos pasan algunos más aprisa que otros. Ya el reloj digital marca las 8:03 minutos. El frutero de la esquina espera su clientela fija, y la que se anota al pasar, queriendo empezar el día saludable. La gente avanza en sus trajes, impecablemente planchados, o jeans y franelas, a sus respectivos trabajos. Unos a pie, otros en carros o en motores, como el que acabo de ver pasar desde mi ventana. Suspiro. Todo ha vuelto a la normalidad.
jueves, mayo 07, 2009
Te quiero
miércoles, mayo 06, 2009
Yo soy la luz
"Yo soy la luz, que tiene que alumbrar, llevar a Dios".
"El Señor es mi luz y mi salvación, yo no camino en tinieblas. El Señor es mi luz y mi salvación, quién me hará temblar".
Siento que 'algo' recorre mi cuerpo. Cierro los ojos. Cada vez es más fuerte. Tengo un 'santo' temor. Sé que mi vida está cambiando. Sé que nunca más será igual. Cada segundo que pasa es distinto. Otra vez vuelvo a identificarme con aquel ciego que Jesús sacó de la mano, fuera de la ciudad. Yo también siento curiosidad -como tal vez él la tuvo- de saber a dónde me lleva Jesús. Mucha inquietud, miedo, a pesar que voy de la mano del Maestro.
Escucho tantas cosas a mi alrededor que quieren distraerme. Hasta quizá lograr que me suelte de su mano: crisis, enfermedades, escándalos, necesidades... todo retumba en mis oidos, queriendo hacer estragos en mi poca fe.
Pero algo me mantiene cada vez más cerca de mi Amado. Ahora mientras caminamos siento que me abraza, siendo cuando es necesario, el hombro donde he derramado mis lágrimas, silentes, a veces, mis gritos.
Siento que lo que me tiene junto a Jesús es el amor. El amor que El me tiene y del que me he vuelto adicta. No puedo vivir sin él. Y podría decirse del amor que yo le tengo. No será perfecto, pero yo lo amo, con todo mi corazón, con mis pocas fuerzas y mis debilidades y miedos. Lo amo. Y si me faltara, no sé que sería de mi.
"Mi espíritu y mi alma, se están llenando, con el poder del Espíritu Santo, mi vida nunca más será igual". Lo siento: "Yo siento Señor, que tu me amas, yo siento Señor que te puedo amar. Háblame Señor, que tu sierva escucha, háblame, qué quieres de mi.
Señor Tu haz sido grande para mi, en el desierto de mi vida, háblame... Yo quiero estar dispuesta a todo ( si quiero) toma mi ser, mi corazón es para Ti"...
Gracias por fijarte en mi. Dame fuerzas para confiar en Ti.
"Yo soy la luz, que tiene que alumbrar, llevar a Dios".
martes, mayo 05, 2009
Quiero
Hoy me levante con ganas de ser poeta. Con deseos de ser escritora. Con inquietud de ser periodista. Con sed de sentirme más necesitada de Dios. Hoy quiero volver a empezar. Dejar atrás lo que esté atrás y que me impide crecer... quiero darme una nueva oportunidad. Arriesgarme, dejarme llenar de nuevas emociones, sentimientos...
Quiero no tener miedo de querer ser y no ser nada. De querer tener y quedarme sin nada.
Mientras tanto, quiero dar gracias por lo que tengo y luchar por el futuro. Quiero ser feliz.