Quitando un poco de telaraña a este pobre blog que tiene que soportar mi rezago. Pero es que el tiempo ni me alcanza. Es increíble como se van las horas. De un momento a otro amanece. En otro poco, ya es medio día. Hay que almorzar "juyendo" y no bien reposas, ya es hora de marcharse, de volver a dormir, de volver a levantarse.
El tiempo pasa, se marcha y nos deja a la deriva con nuestros compromisos incumplidos y nuestros afanes. Y si uno se lleva del tiempo... dice Martín Valverde, que Dios inventó el tiempo, tu y yo la prisa. Ciertamente...
He pensado en estos días que muchas veces nos envolvemos en tantos compromisos, intentando escaparnos de nuestra realidad. Inventamos salidas, si es que no las tenemos, con tal de rehuir a nuestros problemas. Sin darnos cuenta que con eso no resolvemos nada. El problema no desaparece, a veces con esta actitud, empeora, crece.
Vivimos, "in a hurry", sin tiempo para nada, si acaso para comer y tomar una ducha. Nos estamos modernizando, estamos al último grito de la moda tecnológica, todo el mundo tiene su BB, y está conectado "24 hours". Sin embargo, andan muchos corazones solos por el mundo. Familias desunidas, pues la casa se convierte en un hotel: un simple lugar de paso, para dormir y comer. Somos amigos de una ventanita de chat que nos habla, y son muchos los que la prefieren a la mirada y el abrazo cálido de uno brazos de carne y hueso. Yo no, yo lo prefiero a la antigua. A pesar de lo tímida que soy.
La gente anda como sonámbula con los oídos enchufados a un aparatito "genial" que almacena miles GB de música gratuita en su propio mundo, o como yo lo digo, en su burbuja, ajeno a todo lo que le rodea.
Antes, en la guagua, solía encontrar más personas con las cuales hablar. Ahora, me conformo con mirar por la ventana, viendo el mundo pasar y faroles que alumbran calles solitarias (como una en la que estaba yo parada hace poco, asustada, esperando "bus", pues un "chico" no tan chico se me había acercado ofreciendome una bola... y el pensaba que yo era India, y que le cambiaría oro por espejitos que brillan).
Sigo y sigo pensando como loca y por todas las cosas que "no veo" y me pregunto: ¿Cuantas cosas se pueden resolver con una simple palabra? Con un "gracias" o "¿cómo estas?", en verdad, ¿nos estamos comunicando?
1 comentario:
Nazzy, como siempre...Excelente!!
Ciertamente, las vida "nos pasa por el frente" sin darnos cuenta, llevamos prisa en todo y nos olvidamos de los nuestros y hasta de nosotros mismos. Sin embargo, leer artìculos como este nos recuerdan que debemos estar PENDIENTES de los que queremos, para que no se nos pasen las bolas ;)
Besos Nazzy!!
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