martes, septiembre 16, 2008

Evangelio


¡Jesús está vivo! Y viene a resucitar a todos aquellos que se sientan "muertos en vida". Así como sucedió a este joven, hijo de una viuda, al que Jesús se acerca compasivo y le ordena: ¡Levántate!
Cada día es una oportunidad que Dios nos da para que tengamos una vida nueva en Él. A través de Jesús somos llamados a la reconciliación y a gozar de estar realmente "vivos". Hoy y siempre Jesús se acerca a tí, para levantarte, para darte ánimos, para renovarte, para limpiarte, para pedonarte, para amarte. Acude a Él y recibiras la felicidad y la alegría de estar en sus manos y darte cuenta que no hay nada mejor en esta vida, que estar con Él. Lo demás viene por añadidura.

† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (7, 11-17)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se dirigía
Jesús a una población llamada
Naím, acompañado de sus
discípulos y de mucha gente.
Al llegar a la entrada de la
población, se encontró con
que sacaban a enterrar a un
muerto, hijo único de una viuda,
a la que acompañaba una gran
muchedumbre.
Cuando el Señor la vio, se
compadeció de ella y le dijo: “No
llores”. Acercándose al ataúd,
lo tocó y los que lo llevaban
se detuvieron. Entonces Jesús
dijo: “Joven, yo te lo mando:
Levántate”. Inmediatamente el
que había muerto se levantó y
comenzó a hablar. Jesús se lo
entregó a su madre.
Al ver esto, todos se llenaron
de temor y comenzaron a
glorificar a Dios, diciendo: “Un
gran profeta ha surgido entre
nosotros. Dios ha visitado a su
pueblo”.
La noticia de este hecho se
divulgó por toda Judea y por las
regiones circunvecinas.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

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