Se preguntarán que decidía hacer a fin de cuentas, si seguir tomando la nueva ruta de carros que me deja "botada" o tomar otro que me deje más cerca. Bueno, me incliné por la primera opción a pesar de la larga caminata que debo hacer. Resolví por hacer caso a mi médico y tomar mi baño de Sol y fortalecer mis huesos con la vitamina D de sus rayos "calentintos".
Pero adivinen que. Para mi sorpresa, el carrito en el que venía hoy, no tomo el túnel que pasa por la Gómez y yo, aunque no lo crean, pensándolo dos veces, le dije que me dejara en la esquina por donde trabajo. Jajajaja. No lo podía creer. Después de que ya me había dispuesto a hacer mi caminata, resulta que me tronchan el palo.Jajajaja. Que cosas no? Como quiera es malo.
Ya veremos si cuento con la misma suerte otros días.
Conclusión: Ya encontré mi ruta, no importa donde me deje.
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