La vida es un viaje, en la que cada uno somos "pasajeros". Durante nuestro paso ocurren un sin fin de aventuras increibles, algunas dignas de contar, otras, no tanto. Y, desde mi lugar de los hechos, quiero mostrar -a veces con alma de poeta, con nostalgia, dolor, alegría o música- todo lo que se me o me ocurra. Tal como soy: versátil, sencilla y auténtica.
miércoles, octubre 08, 2008
Mi camita
Esta madrugada amé a mi cama más que nunca. No quería levantarme por nada del mundo. Gracias a las habilidades de mi hermano, pude dormir con abánico. Que alivio. La noche fue menos torturante, pero todo tiene su contra... el fresquito, el cansancio... yo no quería despegarme de las sábanas. ¡Chanfles!
Pongo la alarma para la 5:35 am. Cuando sonó, le puse 10 minutos más. Pero esos fueron los minutos más cortos de la historia. Sólo hice cerrar los ojos para que sonara de nuevo. -Imposible!- Exclamé. Pensé que era una equivocación. Tal vez como la programé entre sueños le puse el tiempo mal. Pero no. Cuando me acerco el reloj: 5:45 am. ¡Rayos! Debía levantarme. Debo estar lista para salir a las 6:40 am. Mi hermana, Eliza, siempre se levantá a las 6:00. Por eso lo hago antes, para bañarme con calma y no tener que agarrar el "tapón" de las 6:00 cuando todos se levantan aunque no vayan a salir, y se "cuelan" en el baño y se ponen en el medio. Ya saben, mi casita no es muy grandecita...
El caso es que yo quiero a mi cama conmigo. Lo peor de todo es que veo muy lejos que pueda acostarme temprano o levantarme tarde. Tengo muchas cosas que adelantar de la uni, de mi trabajo... Es que me voy para Bávaro la próxima semana, a trabajar en el departamento de comunicaciones del CILA 2008, un evento organizado por FUNGLODE y las Naciones Unidas en Rep. Dom. En otro post les explico mejor. Con todo esto, debo adelantar muchas cosas... y el tiempo apremia. Pero a Dios gracias por todas las oportunidades que me da. Sólo le pido que no me deje poner loca. Eso si que no. Ese papel se lo dejo a otra u otras personas, jejeje!
Además como que amanecí medio ñoñita, con ganas de que me abracen... Todo el camino vine recostada de mi hermana. Yo soy un caso. No traten de entenderlo.
Ahora, más que un café que espabile mi sueño, quiero una cama que lo acurruque. Mi camita...
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