Por alguna razón Dios me ha encomendado una nueva misión: que espere en Él. Hace poco hable sobre ello, sobre esperar. Y le doy muchas gracias porque aunque estoy pasando un momento de prueba y de incertidumbre en varios aspectos de mi vida, me muestra esta esta Palabra de que aguarde, que sea paciente. Que confie en Él. El viernes pasado fui al medio día a la Casa de la Anunciación. Necesitaba hablar cara a cara con Jesús y, como el Santísimo esta expuesto todo el día, no dudé y emprendí mis pasos hacia allá.
Desde la guagua ya le estaba dando una breve introducción de nuestra conversación (que ya sabía, claro) y desde que llegué le rogué con insistencia que por Su gran Misericordia no me dejara con esta cabeza llena de dudas. Sedienta de una respuesta, le pedí al menos una señal, una palabra ¡algo! para saber que hacer, pues sentía que no podía más con el peso de mi inquietud, que no me deja pensar, ni concentrarme.
Pero no pasó nada. Eso creí. Guardé silencio un momento y me dio con cantarle: "Ante tu trono, y en Tu Presencia, quiero rendirme en alabanza. Para adorarte por la Eternidad, con la hermosura que reboza mi corazón... Con tu amor, tan hermoso, me haz llenado, de alegría y hoy soy tan feliz, que me rindo ante tí". Esta es una canción que canta Francis, de 4X7 que se llama "Ante Tu trono". La repetí varias veces, sobre todo la última estrofa. Cante otras más, y mi corazón encontró calma en la alabanza.
Cuando salgo, echo un vistazo al mural, para ver que hay. Hace tiempo que quiero hacer un Seminario de Vida en el Espíritu y sé que frecuentemente la Casa los organiza. Y efectivamente, hay uno que comienza ese mismo fin de semana. Pero no puedo. ¡Chanfles! Mi vista recorre algo más abajo del aviso y con que me encuentro: "La esperanza no falla". Es el título del curso que dará Salvador Gómez en su próxima visita. Saben que no me lo voy a perder, ¿verdad? Es sólo sábado y domingo, el 15 y 16 de noviembre en la Casa San Pablo.
Ese título me sacudió y le dí tantas gracias a Dios por su respuesta. Sí, porque aunque aparentemente no me dice nada, me dice tanto. Debo esperar, porque la esperanza no falla. Sobre todo si esta guardada en su amor... (suspiro y me seco las lágrimas).
Y saben. Hasta ayer Dios me habla sobre esperar por medio de las lecturas del día y la reflexión que hace el Rayo de Luz que dice: confiale tu día al Señor para que todo se haga según su Voluntad... algo así. Y en la noche, cuando agarro a Rayuela, me encuentro con esta frase: "sólo el que espera es capaz de tener lo inesperado". De inmediato pensé: ya está bien. Si insistes no me queda más que hacerlo. Tengo que esperar en Tí".
La verdad es que Dios se pasa de genial, de bueno, de increíble, de toooodo. Y les digo tal como Él me dice: esperen, sean pacientes. Que los planes de Dios son mucho mejores que los nuestros. A veces nos rompemos la cabeza porque no tenemos lo que queremos y cuando "viene a ver" Dios nos manda algo muchísimo mejor de lo que deseamos. Pero sólo lo disfrutaremos si somos capaces de aguardar por ello.
No te límites a conseguir lo que puedes, deja que Dios te soprenda con sus planes. Ya verás como luego no te vas a arrepentir. Yo en otras ocasiones he esperado y doy testimonio de que he recibido más de lo esperado... mucho mejor. Y sé ahora, que esta no será la excepción.
Es una aventura, pero confío en que vale la pena. Vamos, confía tu también en Dios.
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