martes, diciembre 23, 2008

¡Qué bonito!

Bonito, todo me parece bonito...

Jarabe de Palo.

Realmente estoy viviendo un "christmas eve" desde hoy. Así es. Este día no bien a empezado y ya me parece grandioso.
Les cuento, que esta mañana me dieron un "aventón" (como dicen los mexicanos) hasta mi trabajo. Sólo tuve que cruzar la calle. Pero no crean que es la única razón por la que estoy contenta. Sino porque papá Dios estuvo presente en cada una de las incidencias de este aún corto día.

En primer lugar, yo venía directo y en vivo a hablar sobre los indultos. El tema estaba caliente en mi casa. Y yo, que no había opinado porque mis afanes para salir temprano no me lo permitieron, sentía que me quemaba por dentro. Mi papá y mi hermana, 'enchinchándome" (un dominicanismo que quiere decir: provocándome) me hacían preguntas: ¿Qué crees del indulto de Vivian? No piensas que debieron hacerlo con 'alguien más" (quienes me conocen saben más o menos por dónde va el asunto). Yo molesta, pero no aludida, guardé silencio. Ja! Aquí el que calla ortorga. Así que yo venía con "to' el pie" a quejarme de la decisión del Presidente, que, por cierto, no tomó en cuenta la opinión de los miembros de la comisión de indultos, quienes presentaron su renuncia. Huchi Lora y Nuria Piera, dijeron que entre las personas que habían revisado para indultar, no figuraban los del Plan Renove, ni del caso Baninter. Yo estoy de acuerdo con su dimisión.
Bueno, terminé hablando del asunto. Pero no voy a hacer rabietas. Este día empezó muy bien y desde que me subí en la camioneta de Edward (quien me dio la bola) mis planes cambiaron de opinión. El da catequesis a los niños en la iglesia a donde voy y ambos ibamos hablando de lo maravilloso que es Dios, de que hay que sacar tiempo para el que siempre lo saca por nosotros "24/7", como dice Edward.

Que bueno es comenzar el día hablando de Dios.

Cuando llego a la oficina, enciendo mi computador y reviso mi correo -como de costumbre. Encuentro un correo de mi hermana y amiga Yaneris, que retomó su blog y escribió inspirándose en el post de hace unos días: "todo a su tiempo". Que bien me hizo sentir. Tenía ganas de llorar (qué raro). Estoy feliz. Todo es tan bonito. En la sencillez, Dios se hace grande. Y la sonrisa no se aparta de mis labios. Incluso, ni un pequeño dolor que tengo... me importa.

Gracias a Dios. Justo que anoche me sentía "achicopalada" por mis asuntos de salud. Lloraba porque la verdad no me gusta tener mal rostro. Ni en casa, ni fuera de ella. Pero, en esta ocasión, la molestia es tal que me roba el buen ánimo. Pero, gracias a Dios, que cambia mi lamento en gozo.

Arriba. Todo está bajo control. Me espera una muy feliz navidad.

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