De perdida ya no tengo ni la "P". Fígense que he encontrado una nueva ruta que me lleva gratis "cerquitica" de mi trabajo. Me había olvidado de hacer el cuento, con estos enredos poéticos que he tenido en estos días. Pero no podía dejar esta historía sin contarles el final, que es, por cierto, muy feliz.
Sucede que la persona que me llevaba hasta la "Duarte" con mi hermana, salía a la Padre Castellanos o "La 17" por la Yolanda Guzmán. Y de ahí sigue la Kennedy hasta su trabajo. Yo, por supuesto desconocíala ruta, hasta que me invadió la curiosidad por saber por donde trabajaba y entonces "zas" caímos en conclusión de que yo podía seguir con ella. Gracias a Dios, porque con lo caro que está el pasaje, no me cae mal ahorrarme esos "chelitos". Pero lo mejor de todo es que puedo terminar de escuchar la Eucaristía completa, pues además ya comienza más temprano, a las 6:45 am. ¡Que alegría! No se imaginan lo que esto significa para mi. Mis días son distintos desde que recibo esta bendición por las ondas radiofónicas. Todo el día esta lleno de la paz, del gozo de mi Señor.
Ya no importa cuan temprano tenga que levantarme. El sacrificio, verdaderamente, ha valido la pena. Fin.
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