viernes, agosto 01, 2008

Un vistazo sobre la trayectoria de los musicales


Fruto de un “pálpito” mientras pensaba en el exitoso musical de Peter Pan, surge esta humilde opinión que, si me lo permiten, quisiera expresar.

Lástima y gracias a que una compañera de labores tenía mucho que hacer, pude ir a ver a Peter Pan. A pocas horas del evento me cedió su pase y sin pensarlo dos veces, me fui. Ir a ver el musical, dirigido por Amaury Sánchez me hizo pensar en el esfuerzo que hacen estas personas por dar a conocer a grandes y chicos, no sólo el talento de nuestros artistas, sino la cultura a través de las artes para promover así el conocimiento de trascendentes historias reales y de ficción.

No sólo la intención es buena. Lo que se lleva a escena es depurado. Se nota la dedicación, el entusiasmo y la exigencia profesional de cada uno de los miembros de este cuerpo productor, musical y escénico. Siempre habrá críticas y a pesar de serlo, me opongo a los constantes flechazos que se empeñan en afectar la iniciativa de los artistas criollos, aludiendo o insinuando “inexperiencia”. Es injusto compararnos con otros países y exigir perfección, cuando apenas estamos empezando. Y en esto no sólo me refiero al tema en cuestión.

Regresando al género teatro musicalizado, sin duda que está mejorando. Pero he aquí una sugerencia: no es para nadie un secreto, al menos para el que ronda esos predios, que existen muchos (as) representantes de las tablas con sobrado talento y que intentan sin descanso y muchas veces sin éxito, encontrar un hueco en donde demostrar su talento. Apoyo, es otra cualidad que necesitan. Vemos en estas importantes obras, personalidades conocidas del medio, principalmente televisivo. No pongo en duda su talento, por el contrario. Sin embargo, sí quiero hacer un eco en favor de estos actores roncos y ávidos por una oportunidad que les permita demostrar que no se van a arrepentir si los eligen. Digo, respaldando una opinión publicada en un medio del país, que los teatristas populares ejercen, más que otros artistas, por amor al arte. Pues a todo esto súmenle la poca conciencia de cultura teatral que existe en el país, con sus excepciones, lógicamente.

Sin más, y sin la intención de crear ronchas o mal entendidos (y si es así, pues qué le voy a hacer) aplausos para Giovanna Bonelly, Carlos Alfredo y Kenny Grullón (mis favoritos) y a todo el elenco desde la raíz a las hojas, o sea, hasta los de las luces y la escenografía, por llevarme al la tierra de Nunca Jamás y hacerme sentir orgullosa de la niña que por siempre llevaré dentro.

Algunos de los musicales presentados en el país.
Jesucristo Superstar.
Evita.
Vivan los 80’s.
Victor Victoria.
La Bella y la Bestia.
Peter Pan.

Nota: Esto fue algo que escribí el año pasado que salió publicado en la revista Oh! Magazine. Esta versión está sin editar. Ya saben, que siempre hay que quitar ciertas cosas por falta des espacio. Gracias a Dios, aquí no tengo que "cortar" nada.

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