Siete muertos y uno que se salvó " a chepa" por fingirlo. Las autoridades lo llaman un ajuste de cuentas por un alegado "tumbe" de drogas entre narcotraficantes. El sobreviente es un nicaragüense, que se encuentra interno en el Hospital Francisco Moscoso Puello de esta capital y actual clave para esclarecer el arcertijo. Los demás miembros de la "pandilla" fueron muertos a balazos y encontrados esposados y atados. Se dice que entre los hallados en Ojo de Agua, había un dominicano, otro nicaragüense, un colombiano, un venezolano y otro español. Esto es lamentable.
El Senador de esta localidad, Wilton Guerrero, se pronunció alarmado porque dice que: "aquí está entrando droga por cielo mar y tierra" y las autoridades no lucen estar realizando su trabajo. De su lado, Monseñor Arnaiz, cree difícil que este mal del narco se erradique, pues están involucrados los responsables de combatirlo. Mismo que se hacen de "la vista gorda" según sus palabras, tanto por el dinero que hay en juego como por el temor que hay de teminar en el cementerio.
Ahora me llega a la mente un comentario que hiciera una vecina: "Aquí la bestia nos es ningún Papa, es la droga". Lo que afirma luego de contarnos como una compañera de trabajo le dijera que en la Iglesia Cátolica está "el mismo...". No quiero entrar en temas de religiones, yo respeto la creencia de cada quien. Yo me voy a la realidad que hoy día arropa a toda la humanidad. Cómo es la droga la desencadenante de tantos males en el mundo entero: del robo, de las violencias, de la muerte. Yo empiezo a coincidir con lo que dice mi vecina. Es en la droga donde se encuentra el principio de muchos males. ¡Dios nos ayude!
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