De hoy en adelante trataré de publicar uno que otro refrán o dicho popular. Además de que son un legado cultural, dejan una enseñanza extraordinaria en sus pocas palabras. Mi mamá siempre tiene uno para cada cosa que sucede. Creo que es una herencia de familia pues todos mis tíos (sus hermanos) y mi abuela, que en paz descanse, sabían sacar uno hasta para los casos más extraños. Mi abuela, sobre todo, solía hacernos reír con cuanta cosa soltaba de sus labios finos. Sucede que esos "dichos" en ella, muchas veces eran algo "colorao". Pero ella los soltaba con tal naturalidad y seriedad que ni te dabas cuenta al instante. Ponía los ojos más chiquitos de los que lo tenía, con esa mirada pícara y esa risa burlona de quien sabe lo que esconde. Cuanto gozamos todos con sus ocurrencias...
Bueno, pero el tema es sobre los refranes. Más o menos en honor a ella y mi familia, quiero traer a colación uno que otro para resolver esas encrucijadas de la vida que no parecen tener solución. A mí me han enseñado mucho. Tal vez continúe el legado familiar... Mi "abu" se pondrá contenta, jejeje. Aquí les dejo el primero de la tanda.
"El hombre propone y Dios dipone".
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