Una bocanada de humo frío sale de mis labios.
Busca un lugar, un espacio orbital.
“Cuando no hay más que decirnos”.
Estoy perdida, no me encuentro.
Voy vagando con mis miedos acuestas
La melancolía me reprime y me libera.
Es mi más fiel compañera.
Cuando no hay más que decirnos.
Se me esfuma en el silencio tu voz
Vuelvo a escucharte. Quedo sorda.
Siento que mi cabeza da vueltas.
Siento las lágrimas recorrer mi rostro
Siento que no siento, y ya se acabó todo.
Mi alma, ¿por dónde vaga?
Si la ves, dile que la busco. Dile…
que se me olvida quien soy.
Bocanada, Gustavo CeratiCuando no hay más que decirnos
habla el humo, nada el humo
y rema en espiral.
Cuando no hay más que decirnos
se abren al aire vacíos
que dos no pueden respirar
para desvanecerse
alargando el después
trayectoria sin final distante placer
de una mirada frente a otra
esfumándose...
Cuando no hay más que decirnos
me hago uno con el humo
serpenteando la razón.
de todo aquello decidido
se estira el tiempo y me olvido
me olvido como vos.
y en la esfera vagamos indiferentes
por el espacio que dejo
para desvanecerse
alargando el después
una historia sin final
Distante placer,
de una mirada frente a otra
esfumándose...
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