La vida es un viaje, en la que cada uno somos "pasajeros". Durante nuestro paso ocurren un sin fin de aventuras increibles, algunas dignas de contar, otras, no tanto. Y, desde mi lugar de los hechos, quiero mostrar -a veces con alma de poeta, con nostalgia, dolor, alegría o música- todo lo que se me o me ocurra. Tal como soy: versátil, sencilla y auténtica.
miércoles, julio 15, 2009
Pequeñas grandes bendiciones
Ayer nos juntamos espontáneamente. Justo salía del trabajo y Denise me llamó. Iba con Pavel en la guagua rumbo a la iglesia, donde más tarde nos juntaríamos en una reunión de "sevidores". Ambos son mis hermanos, amigos de grupo, a quienes a parte del amor fraterno que nos une, les guardo un gran cariño.
No quería irme sola, por lo que sin pensarlo dos veces, le dije que me esperaran; que se apiaran de la "voladora" en la que iban, que yo les pagaba el pasaje. Y así fue. De camino, me detengo en la heladería y les compro algo. No ando muy bien de dinero, pero igual no quise tener reservas. Justo horas antes había tenido la... de perder algo que una amiga me había dado para que le ayudara a vender. Lo peor es que pienso que fui robada...
Ahora debo reponer lo perdido, y nos es paja de coco... Pero igual, pensando en esto, no quise darle mucha importancia. De todos modos, no puedo hacer nada para revertir lo sucedido. Así que me armé de optimismo para no enojarme y decidí hacerle caso al portal que ayer me anunciaba el refrán del día: "no hay mal que por bien no venga". Contuve mis lágrimas y le pedí perdón a Dios por haberme arrepentido de ayudar a mi amiga... El hecho se lo conté a los muchachos, una vez subidos y situados en la "cocina" de la guagua destartalada, y mientras comían la galleta de avena y chispas de chocolate que les había regalado.
El trayecto fue largo... el chofer hizo su parada en la Duarte, como lo acostumbra la Ruta, y nosotros aprovechamos para hablar un poco de todo. En eso, les cuento que es muy posible que hoy vaya al concierto de Aleks Syntek, en Hard Rock Café. A Denise no le gusta mucho, a Pavel, mas o menos, y a mi mucho. Igual empezamos a tararear nuestros temas favoritos y Denise descubrió que realmente le gustaban, pero no sabía que eran de él. Les prometí que hoy, en el blog, les dedicaría a cada uno su canción favorita y hasta la de Liz, la hermana mayor de Pavel, que también salió en la colada de las rolas "Syntékticas", jejejeje! Bueno, la dedicatoria es al final.
Cruzando el puente, y luego de externarles una inquietud que tengo de la Universidad y hablar un poco de algunos planes con 'Más que vencedores', nuestro grupo de oración, y de que Denise y yo hablaramos y rieramos sobre nuestra timidez en el amor... nos pusimos a reflexionar de lo hermosa de la amistad que hemos encontrado en la iglesia. Yo les hablaba de la felicidad que me invade cuando comparto con mis amigos en Cristo. Justo este fin de semana nos habíamos reunido y la pasamos súper. El sábado, por ejemplo, nos juntamos en el parque de la Urbanización Italia y duramos jugando y riendo, como hasta las 1:30 de la madrugada. Estabamos alegres de compartir esa amistad que Dios nos ha regalado. Eso lo reflejaban las fotos, recién subidas a "Facebook" por Miguel. Denise no había podido ir, y me escuchaba atenta, en tanto Pavel asentía... Cuando toma la palabra, ella me dice que no sabe que fuera de su vida sin nosotros. Dice que tal vez estuviera "loca", depresiva, porque aunque conoce gente de la universidad y otros lugares, asegura que:"no es lo mismo". Y todos caimos en la cuenta de lo importante de estar en comunidad, de compartir con nuestros amigos, de vivir la fe juntos. Le dabamos gracias a Dios mientras nos mirabamos subiendo y bajando la cabeza en señal de afirmación y con una ligera sonrisa en los labios, cuando nos tocaba el turno de escuchar al otro. Dios definitivamente nos estaba bendiciendo en nuestro grupo de oración en todos los sentidos, y la amistad era uno de esos signos.
Una vez agotados los 20 pesos de pasaje, bajamos de la guagua (no sin antes de que Denise le dijera algo al chofer, por lento, jejeje)y vamos caminando, cantando y analizando una de las canciones del Aleks, 'Intocable': "Pero me voy, me marcho porque fue tu decisión. Te amaré, lo haré si es necesario por los dos..."
Fue poco lo que duramos en la reunión. La misa se terminó pronto y nos habíamos demorado lo acostumbrado para empezar. La reunión que se hace todos los martes, que es una especie de grupo de oración con todos los servidores, especialmente, a manera de fuente para "recargar fuerzas", estuvo genial. Dios me mostró algo... en el momento de oración final, una "palabra" me martillaba levemente el corazón. Pensé en una joven... pero no dije nada. Ahora siento, despues de orarlo, que esa joven puedo ser yo. Esa palabra, encerraba, entre otras cosas, lo siguiente: "Yo se lo que te pasa. No te preocupes, yo te proveeré". Sentí entonces una gran paz... y aunque creo que también fue para alguien más, lo fue para mi también. Y estoy alegre. Yo sé, por fe, que saldré adelante pese a todas las dificultades que se me están presentando. Dios siempre ha sido mi proveedor. Nunca me ha faltado nada y sé que no me faltará, en el nombre de Jesús.
Termino este recuento con algo que una vez me sucedió, hace como cinco años: Estaba yo aun en el colegio, era mi último año, cuarto de bachillerato. Mis padres no tenían dinero para seguir pagando y era muy probable que me cambiaran a una escuela pública. Yo estaba triste. Había crecido prácticamente con mis compañeros de clases... pero no había de otra, y estaba resignada a aceptar esa opción.
Una tarde, me preparaba para ir a la misa, un día de semana. Antes de salir le digo a mami que me dé "algo" para echarlo en la ofrenda. Ella me responde malhumorada: "como es posible que me pidas dinero para eso cuando tu sabes que yo no tengo ni un peso arriba..." Yo era una abusadora, según ella, y tenía razón. Pero ese día yo quería ofrendar. Había leído el Evangelio en el que la viuda da lo único que tiene, sus dos moneditas, y yo quería hacer algo parecido... pero no tenía nada. Me revisé los bolsillos del pantalón (es una manía) para ver si tenían algo, uno nunca sabe. Pero nada. Lo hice como tres veces, y hasta mientras caminaba a la Iglesia.
Llega el momento de la ofrenda y busco a ver si encuentro "algo". Tengo esperanza, pero nada.
Al final de la Misa, me encuentro con mi amigo el Chino y nos vamos juntos. Le estoy contando el asunto del colegio y lo que me había pasado con mami hace poco. Le decía que estaba muy triste por la situación económica que estabamos pasando, sobre todo porque no podía hacer nada para ayudarlos. Mi mamá en ocasiones estaba, como es normal, un tanto preocupada... y se le notaba bastante. Y eso me partía el corazón. Yo sabía que Dios nos ayudaría... pero mami... la notaba tan angustiada, molesta... Y recuerdo que el Chino me dijo: no te preocupes, sigue confiando" algo así. En ese momento, entré mis manos en el bolsillo derecho del pantalón. Y saben que encontré: un peso... Estaba nuevesito... y no lo podía creer. Miré al Chino... Estaba loca... Era posible que el peso estuviera ahí, pero no lo encontré, justo hasta en ese momento... pero de verdad, yo lo había buscado, incluso hasta lo había sacado fuera (el bolsillo)... era una locura pensarlo... Lo que sí, es que el momento fue significativo. Y como un rayo, un pensamiento cruzó mi mente, lo recuerdo con claridad: "Dios te proveerá". Y así lo hizo. Pude terminar mi bachillerato en el colegio, los "cuartos" aparecieron puff, como por arte de magia.
Tiempo después, pude comprar mi guitarra, bajo la misma onda de la escasez... por eso se llama Yireh, que significa Providencia de Dios.
"Dios proveerá" le dijo Abrahán a su hijo Isaac justo antes de intentar sacrificarlo. Hago mia esta Palabra. "Dios proveerá", lo creo contra toda esperanza.
Hermano, amigos, conocidos, Dios no se olvida de nuestras necesidades. Ánimo, El proveerá.
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1 comentario:
mi amor.... te recuerdo que me envies el correo con los detalles del tema....
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