Desde el jueves pasado no escribo nada. Tenía algún escrito guardado sobre Salvador Gómez, el predicador católico que durante este fin de semana estuvo impartiendo un curso-retiro en la Casa San Pablo llamado: "La esperanza no falla".
Las cosas cambiaron de curso, pero no de manos. Ahora quiero publicar algo distinto, y justo ahora trabajo en ello.
Les adelanto que fue una "gran" experiencia... con "grandes" lecciones. Realmente Dios hace nuevas todas las cosas... yo me quedé sin aliento, pero con muchas palabras que ya les voy a compartir luego.
Ah! y les adelanto, no es que ya sepa que es lo que espero. Para nada. Aunque ya voy viendo "algo", que no es muy claro. Pero les digo un secreto: estoy muy tranquila. Ya no tengo de que preocuparme, porque voy de la mano con Jesús. "Lo que importa no es hacia donde vas sino quien te lleva de la mano". Y ya les dije con quien voy. Pase lo que pase, no quiero soltarme ¡jamás! Como dijo Salvador: "Si es necesario que no sane, para que no me suelte de tu mano".
Ya entenderán...
3 comentarios:
Bueno Hermana, yo todavia estoy viviendo el pequeño adelanto del cielo. Como me hubiera gustado que hubieran sido más días de este retiro y si hubiera sido con dormida mejor (sabes k no me quedo conforme con este tipo de vivencias), bueno, cuando hablo de inconformidad no me refiero a que no quedé satisfecha, sino a que la necesidad de Dios se vuelve más grande, y por eso necesito más. Me siento en paz, algo k tenia ya aproximadamente como tres meses que no lograba encontrar. Yo estoy muy alegre. Es que el antídoto que nos da el Señor produce este efecto, ya si que lo creo. Yo llegue envenenada y salí curada. Que más puedo pedir.
Y yo hermana! Estoy... no tengo palabras para explicarlo. Cada día más enamorada de Jesús. Y eso de tener cada día más necesidad de Dios es genial. El día que dejemos de necesitar a Dios, se muere todo. Yo quiero llegar al final de mis días con el mismo deseo y necesidad que tengo ahora mismo.
Quiero estar siempre de la mano de Jesús (creo que será mi nuevo cliché) y andar como el cieguito, jejeje! ¡Que lindo!
¡Cuánto amo a mi Jesús!
Hoy me leí Romanos completico! Casi no me lo creo.
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